Álvaro Siza mostrará en el Palacio Almudí sus maquetas, dibujos y fotografías
La exposición, que se inaugura el jueves, forma parte del homenaje que le rinde la UCAM a través de la Cátedra de las Artes Cristóbal Gabarrón
Antonio Arco
Martes, 7 de marzo 2017, 02:00
Álvaro Siza (Matosinhos, Portugal, 1933), uno de los mejores arquitectos del mundo, Premio Pritzker en 1992 y todo un caballero andante que encuentra estímulos para sus batallas pacíficas con la vida en los versos de Haikai y de García Lorca, será objeto esta semana de un homenaje en Murcia. 'Espacio y paisaje: Homenaje a Siza' es el título del III Congreso Internacional de Arte, Arquitectura y Patrimonio que, organizado por la Cátedra Internacional de las Artes Cristóbal Gabarrón, del Grado en Arquitectura de la UCAM, tendrá lugar en esta universidad los próximos jueves y viernes. El homenaje incluye la inauguración, el mismo jueves en el Palacio Almudí de Murcia, de la exposición 'Homenaje a Siza', que incluye maquetas, fotografías y dibujos originales del célebre arquitecto.
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En el congreso, cuya apertura correrá a cargo de José Luis Mendoza, presidente de la UCAM, y de Cris Gabarrón, presidente de la Fundación Cristóbal Gabarrón, participarán, entre otros, el arquitecto Francisco Burgos -Estudio Garrido & Burgos-, Inés Sérvulo -Policy Officier Cultural Diversity and Innovation Unit-, Luis Chillida Belzunce, que hablará sobre 'Intervenciones artísticas y paisaje'; y Avelino Silva y Jorge Silva, arquitecto e ingeniero, respectivamente, del Estudio Álvaro Siza.
La intervención del homenajeado, quien afirma ver «la muerte como algo tan natural como nacer», tendrá lugar el viernes, día en el que compartirá con los estudiantes y profesionales asistentes al congreso su proyecto 'Casa para un artista'. Una edificación singular, encargo directo de Cristóbal Gabarrón, que se ha concebido como Centro Gabarrón de Creación Artística para Mula, donde nació el artista en 1945, y en la que desea fijar su residencia durante buena parte del año.
No es la primera vez que Álvaro Siza visita la Región. El año pasado permaneció en ella varios días, durante los cuales se desplazó a Mula en busca del enclave ideal para levantar la que será «casa de mis sueños» de Gabarrón, autor, por ejemplo, de 'Enlightened Universe', la escultura que le encargó Naciones Unidas para celebrar su 70 aniversario.
El más longevo de la élite que forman los más destacados arquitectos del planeta creará una obra de arte que se ubicará en las ocho hectáreas de terreno, en las proximidades de Mula, que son propiedad de Gabarrón, un lugar donde la tierra se desdibuja en hermosos barrancos y mesetas solitarias. Siza es un arquitecto que goza de un respeto venerable entre sus colegas y cada uno de sus trabajos se convierte en un acontecimiento: por su, habitualmente, sobriedad, su elegancia, su belleza escultórica y el alma que parece habitar en ellos, dando la impresión de que respiran. Galardonado también con la medalla Alvar Aalto, el premio Mies van der Rohe o el Príncipe de Gales, que concede la Universidad de Harvard, es toda una autoridad que, sin embargo, se mueve por el mundo con una ausencia de divismo -tan habitual en las altas esferas de la arquitectura- que sorprende.
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Siza, que reconoce que «me gusta hacer un museo tanto como una casa», siempre con la esperanza de que «ambos ayudarán a la gente a disfrutar mejor de la vida», concibe su trabajo, según contó a 'La Verdad', «como una lucha». Así, «cada proyecto es una batalla, pero una batalla necesaria con la que se aprende y cuyo resultado ha de ser fructífero. Trabajamos para recoger los frutos que disfrutarán otros. Eso me gusta. Hacer cosas para que las disfruten los demás es gratificante».
Viajar
Defensor a ultranza de viajar todo lo que se pueda, porque «el mejor aprendizaje que se puede hacer es viajar. Viajar con los ojos bien abiertos, sin prejuicios, intentando entender, comprender, sumar experiencias», sabe bien de la importancia «de trabajar en equipo. Me gusta coordinarme con otra gente, intercambiar opiniones; me gusta escuchar, aprender del que sabe. Siempre he sido más una persona que escucha que una persona que habla. Me gusta trabajar con mucha libertad, y eso implica para mí no dejar de analizar ninguna de las contradicciones a las que me pueda enfrentar».
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Enemigo de la desproporción, «que para todo es mala, también en la arquitectura», le molesta que alcance cotas tan altas «en el reparto de la riqueza, en el acceso de unos y otros a una buena educación, y entre quienes lo tienen todo y quienes no tienen ni acceso al agua potable». ¿Qué debe proporcionar la arquitectura? Álvaro Siza no lo duda: «Lugares de convivencia. Debe proporcionar reposo, abrigo, belleza. Y no ser un obstáculo, sino una ventaja. De niño, la enfermedad hizo que tuviese que vivir con mis abuelos. Durante dos meses, no podía salir a la calle. Me acostumbré a mirar por la ventana. Entendí que la casa también era una forma de relacionarse con el paisaje, con la luz, con el exterior». Tiene algo clarísimo: «Desde luego, no soy Miguel Ángel», dice riendo.
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