Rafael Fuster expone en el Centro Párraga 'Escultura en hierro' en las que el metal pasa a ser cartón y papel

El Centro Párraga de Murcia acogerá del 5 de noviembre al 4 de diciembre el proyecto expositivo 'Escultura en hierro' del artista murciano Rafael Fuster, que se centra en la escultura y convierte las planchas de metal en objetos cotidianos de papel o cartón. La muestra se podrá visitar en el Espacio 4 de este centro de la Consejería de Cultura y Portavocía de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.

La consejera Noelia Arroyo, acompañada por el artista, visitó el montaje y señaló que "esta exposición demuestra de nuevo el talento de los artistas de la Región, a quienes queremos seguir apoyando decididamente con diferentes ayudas y, sobre todo, con la realización de exposiciones en nuestros museos y centros, ya que se trata, en su mayoría, de unos proyectos creados de forma específica para las salas, que contribuyen a dar mayor visibilidad a la obra de jóvenes artistas, y acercar el arte contemporáneo a toda la sociedad". Arroyo destacó, además, "la gran proyección internacional de Rafael Fuster".

En las obras que se pueden ver en el Párraga el creador murciano da una 'vuelta de turca' a la escultura realista. Estas parten de objetos cotidianos como bolsas de papel, cajas de cartón, libros, cuadernos o papeles. Son desechos que, paradójicamente, parten de desechos, como viejas planchas de metal que sirven para crear estas esculturas ilusionistas, que, dispuestas en ese desorden, ofrecen una estampa que se encuentra un paso más allá de la 'vanitas'.

Se trata de planchas de metal que el artista curva, pliega, arruga y transforma finalmente con la pintura y que convierte en auténticos trampantojos. En la muestra, el artista sitúa dentro del género del tradicional bodegón holandés las 'piezas de banquete' (pronkstilleven), las naturalezas muertas del desorden, en las que objetos preciosistas se disponen de manera caótica sobre una mesa, como si estuvieran en el suelo y fuera de su lugar habitual.

La descontextualización y desacralización del objeto es el origen de las instalaciones de las esculturas ilusionistas de Fuster, donde las piezas, que el visitante llega a confundir con la realidad, se esparcen por el suelo de la sala.

Asimismo, a diferencia de las naturalezas muertas holandesas compuestas por objetos de lujo, Fuster se acerca a la escuela castellana barroca de los 'bodegones de cuaresma', una pintura que algunos expertos han definido como una 'pobreza de lujo', y a una escultura que exageraba el dramatismo y el realismo gracias a la policromía.