Peces muertos a orillas del Mar Menor, en una fotografía del pasado mes de agosto. Javier Carrión / AGM

El Mar Menor ha perdido su capacidad de autorregulación, según el IEO

El Instituto Español de Oceanografía asegura que la mortandad de peces se debió a los nitratos agrícolas y no al calor, en un informe solicitado por el Ministerio

Lunes, 13 de septiembre 2021

El vertido continuado de nutrientes agrícolas fue la princicipal causa de la mortandad masiva de peces en el Mar Menor el pasado mes de agosto, según indica un informe elaborado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO). El estudio, realizado a petición del Ministerio para la Transición Ecológica, indica que la entrada de nitrógeno y fósforo de la agricultura intensiva y otras actividades humanas en el entorno de la albufera provocaron un afloramiento masivo de fitoplancton iniciado en torno a la rambla del Albujón. Asimismo, subraya que el episodio extremo de este verano -uno más desde la 'sopa verde' de 2016- muestra que el ecosistema lagunar «ha perdido su capacidad de autorregulación», señaló el Ministerio en un comunicado oficial.

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Los autores ven factible la recuperación del ecosistema si se ataja la entrada de nutrientes y se preservan características básicas como la salinidad, que se vería afectada por la eventual apertura de golas hacia el Mediterráneo. El informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) señala a «la incesante entrada de fertilizantes a la laguna procedentes de la agricultura intensiva y otras actividades humanas en el entorno ribereño como causa principal del mismo», indica el Ministerio. El estudio, que actualiza el exhaustivo informe previo realizado por el IEO en julio de 2020, corrobora el papel determinante del aporte de nutrientes y materia orgánica como motor de eutrofización de la albufera. El exceso de fitoplancton ocasionado por esta dinámica ha limitado la entrada de luz y afectado tanto a la fotosíntesis como a la disponibilidad de oxígeno disuelto hasta niveles próximos a la hipoxia.

El informe 'Nuevo evento de mortalidad masiva de organismos marinos en el Mar Menor: contexto y factores' lo firman seis científicos del IEO y se basa en los datos obtenidos en el programa de monitorización de la laguna que mantiene el instituto y en resultados de diversos proyectos de investigación. El análisis aporta evidencias de que este evento de mortalidad está ligado estrechamente con el proceso de eutrofización responsable de la degradación de la laguna salada.

La proliferación de fitoplancton registrada en la albufera tuvo lugar a principios del verano en las inmediaciones de la rambla del Albujón -señala el estudio-, importante punto de entrada de aguas altamente contaminadas por fertilizantes y otros compuestos. El bloom -afloramiento- continuó creciendo durante los meses de julio y agosto, y se extendió por la zona centro y sur de la laguna, donde la renovación del agua es menor, provocando turbidez extrema y reducción severa de la luz disponible para la fotosíntesis «hasta niveles totalmente críticos para la supervivencia de la vegetación del fondo». Si la situación persiste, advierten los científicos, la vegetación bentónica podría morir y agravar la crisis ambiental. Ponen como ejemplo la zona sur de la laguna, donde la pradera de alga 'Caulerpa prolifera' ha desaparecido casi por completo por falta de luz.

La Comunidad pide al Miteco que «ejecute de una vez por todas el Plan Vertido Cero»

El Gobierno regional acogió ayer con ironía el informe del Instituto Español de Oceanografía que descarta sus principales teorías y propuestas con respecto a las causas de la mortandad de peces del mes pasado en el Mar Menor y las soluciones urgentes para evitar un nuevo episodio de falta de oxígeno en la masa de agua. De este modo, el Ejecutivo autónomo «celebró» que «el Gobierno de España haya reconocido su responsabilidad en la actual situación del Mar Menor, tal y como queda recogido en un informe del Instituto Español de Oceanografía que señala la continua entrada de agua dulce y nitratos como la culpable de la inestabilidad y del deterioro ambiental, algo de lo que es competente única y exclusivamente el Ministerio».

Así lo destacó la directora general del Mar Menor, Miriam Pérez, quien expresó que «llevamos más de dos años avisando de que el volumen de entrada de agua por la rambla del Albujón iba a tener terribles consecuencias para el Mar Menor, hemos denunciado reiteradamente que el bombeo no estaba en funcionamiento y desde noviembre de 2019 han entrado cerca de 20 hectómetros cúbicos y 3.700 toneladas de nutrientes».

El Gobierno regional evita comentar unas conclusiones científicas contrarias a sus propuestas e interpreta que el estudio del IEO le da la razón.

«Compartimos la preocupación del Instituto Español de Oceanografía, cuyos informes e investigaciones deben abrir los ojos al Ministerio y servir para que de una vez por todas tomen las medidas que la comunidad científica está indicando desde hace tiempo y que no son otras que poner fin a los vertidos por ramblas. Que ejecuten de una vez por todas el Plan Vertido Cero, especialmente las medidas 5, 6 y 9 para rebajar el nivel del acuífero y captar el agua de las ramblas», añadió.

La directora general puso de manifiesto que «el Gobierno regional viene adoptando medidas en origen para reducir las presiones, pero el elevado nivel freático del acuífero hace que, aunque se eliminara de inmediato la actividad agraria, seguiría entrando un volumen ingente de agua por las ramblas durante las próximas décadas, por lo que de nada sirve que apliquemos actualmente medidas en origen si el Gobierno de España no afronta su responsabilidad y actúa en el ámbito de sus competencias de inmediato».

«Es incomprensible cómo, teniendo las causas y las soluciones claras, el Gobierno de España se oponga a todas las medidas propuestas y niegue toda posibilidad de colaboración con la Región de Murcia y en favor del Mar Menor, a la vez que tampoco proponen alternativas para actuar», explicó, «ya que en solo unos días han dicho 'no' al convenio para la retirada de fangos y secos, a la recuperación del calado de la gola de Marchamalo o a la adopción de medidas urgentes para evitar la entrada de agua y nutrientes», zanjó Miriam Pérez.

Pérdida de oxígeno

Del mismo modo, el exceso de fitoplancton ha introducido en el sistema grandes cantidades de materia orgánica cuya descomposición explica la merma de oxígeno disuelto en el agua a lo largo del mes de agosto hasta niveles próximos a la hipoxia. Los valores alcanzados, aunque no tan bajos como en el episodio de anoxia de 2019, son inferiores a los registrados históricamente en el Mar Menor y a lo considerado estresante o incluso letal para muchas especies marinas.

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Los autores del estudio ven factible la recuperación de la laguna si se ataja la entrada de nutrientes, y se oponen al dragado de golas

Aunque las observaciones efectuadas a principios de septiembre sugieren una mejora en la oxigenación de la laguna, puede tratarse de algo transitorio debido al cambio de régimen local de vientos, señalan los autores. La saturación de materia orgánica y la turbidez persisten, incluso extendidas a la zona norte, por lo que el riesgo de nuevos cuadros de hipoxia y anoxia subsiste también, apuntan los autores.

Entre sus conclusiones, el estudio del IEO no ha encontrado evidencia alguna de que la temperatura estival haya sido el factor desencadenante de este nuevo episodio de mortalidad de organismos marinos. De hecho, en lo que va de 2021 la temperatura de la albufera ha sido inferior a la media de años anteriores.

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El informe recuerda el profundo deterioro que ha experimentado el ecosistema del Mar Menor a partir de 2016, y las graves presiones ambientales que sufre, derivadas no solo de los vertidos de la agricultura intensiva en el área del Campo de Cartagena, sino también de la llegada de contaminantes químicos-mineros, de obras y desarrollos urbanísticos en esta zona del litoral murciano. No obstante, los investigadores consideran que la recuperación, aunque compleja, sería factible si se cortara la entrada de nutrientes a la laguna a través de vertidos, «como se ha comprobado en otros ecosistemas costeros sometidos a agresiones similares en diferentes partes del mundo».

Igualmente, consideran crucial no seguir alterando las condiciones ambientales clave que determinan la resiliencia del ecosistema lagunar y sus propiedades ecosistémicas básicas. En este sentido, recuerdan que la salinidad media de la laguna va en aumento desde el verano de 2020 y, de seguir así, podría recuperar sus valores normales en verano de 2022: «Siempre que no sucedan lluvias torrenciales u otros fenómenos climatológicos extremos, ni intervenciones humanas, como apertura de canales de comunicación con el Mediterráneo o golas».

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El Imida no aprecia valores de oxígeno «preocupantes»

La oxigenación del Mar Menor no presenta valores «preocupantes», según el último informe del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), que no ha detectado puntos con hipoxia ni valores muy altos de clorofila. En concreto, la sonda oceánica que midió 10.000 datos entre temperatura, conductividad, turbidez, ph, oxígeno, salinidad y clorofila no ha detectado parámetros similares a los que se manifestaron en la laguna el pasado mes de agosto. Se consideran no preocupantes los valores de oxígeno superiores a 4 miligramos por litro. Sin embargo, el 30 de agosto detectó dos zonas con anoxia -ausencia de oxígeno- y otras seis con hipoxia -valores bajos de oxígeno-.

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