La Covid complica el control de la enfermedad al 50% de diabéticos
La asociación Adirmu reclama a la Consejería que se subvencionen los sensores a los ancianos ingresados en residencias
Casi la mitad de los diabéticos tuvieron dificultades en el control de su dolencia durante la primera oleada de la Covid-19. Es una de ... las principales conclusiones de la encuesta lanzada por la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la Sociedad Española de Diabetes (SED), en colaboración con la Fundación Novo Nordisk. Un estudio que se ha dado a conocer coincidiendo con la conmemoración, hoy sábado, del día mundial de este patología. El mantenimiento de la actividad física habitual (48,1%), el acceso a la asistencia médica (17%) o comer correctamente (8,7%) fueron las principales trabas a las que este colectivo tuvo que enfrentarse durante esos meses. «No es de extrañar porque a día de hoy, un escaso 45% de personas con diabetes han recibido en alguna ocasión educación terapéutica en diabetes», remarca el presidente en funciones de Fede, Aureliano Ruiz. «Las que carecen de esta formación son las que más complicaciones han tenido para mantener un buen control».
La Asociación Murciana para el Cuidado de la Diabetes (Adirmu), por su parte, incide en la importancia de que el propio paciente se responsabilice de su enfermedad y trabaje en su control. «Si la diabetes la llevas controlada, tienes el mismo riesgo ante la Covid que cualquier persona», subraya su presidenta, Silvia Serrano.
Actividad física
Adirmu ha lanzado este año una campaña de sensibilización y concienciación que gira en torno a los beneficios de la actividad física. Para ello, el corredor de montaña Germán Romera, diabético, realizará una carrera de 12 horas sobre una cinta deportiva. Todo el que lo desee, puede apoyar la iniciativa publicando un vídeo con el lema #Yosudoporladiabetes.
La asociación regional reclama, además, a la Consejería de Salud que se extienda la subvención de medidores de glucosa inalámbricos a todos aquellos ancianos con diabetes tipo 2 que se encuentran ingresados en las residencias de la Región.
«No tiene por qué ser una vida triste»
Catalina Gómez lleva diecisiete años conviviendo con una diabetes tipo 2 que consigue mantener a raya. Esta vecina de Murcia, de 73 años, reconoce, sin embargo, sentir cierto temor ante la Covid-19, una enfermedad para la que es considerada grupo de riesgo. «Tengo más miedo en esta segunda oleada que en la primera», subraya. «Algunas veces me pongo hasta dos mascarillas».
Catalina, no obstante, se resiste a acobardarse y cada día se esfuerza en conseguir que la dolencia que sufre no le pase factura. «He andado toda mi vida más de una hora al día y lo sigo haciendo», explica. «Ahora he convencido a mi marido para salir todas las tardes un rato». Durante los meses de confinamiento, cambió sus caminatas por una bicicleta estática en la que pedaleaba, al menos, media hora al día.
La alimentación sin grasa y rica en frutas y verduras es otra de sus aliadas, junto con un contagioso optimismo. «La vida de una persona con diabetes no tiene por qué ser una vida triste». La telemedicina es uno de los aspectos ligados a la pandemia que más cuesta arriba se le hacen. «A mí me gusta más hablar con mi doctora cara a cara».
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