La Consejería baraja el endurecimiento de las restricciones en la Región de Murcia de cara a la Navidad

La Consejería de Salud baraja aplicar «alguna restricción adicional» de cara a Navidad, según avanzó ayer el portavoz de este departamento, Jaime Pérez. En principio, no serán medidas tan drásticas como las planteadas en otras comunidades con peor situación epidemiológica, pero el Gobierno regional no quiere relajar en exceso el Plan de Navidad porque «no nos podemos permitir una tercera ola», advirtió Pérez.

En toda España, el plan anunciado por el Ministerio a principios de diciembre ha saltado por los aires cuando queda menos de una semana para Nochebuena. Los ciudadanos de la mayoría de territorios desconocen todavía si podrán desplazarse libremente entre comunidades para ver a familiares y allegados, como se había anunciado, y con cuántas personas podrán reunirse en los días señalados.

En el Ministerio de Sanidad ha crecido el malestar y la sorpresa en las últimas horas ante la negativa –al menos de momento– de la mayoría de las comunidades a endurecer, más allá de medidas cosméticas o de poco calado, las restricciones de movimientos y relaciones sociales esta Navidad. Pero, no obstante, pese al enfado y sus advertencias sobre lo crítico del momento epidemiológico actual, que podría desatar una tercera ola, el Ejecutivo central se niega a intervenir. Y todo ello a pesar de que cada vez son más las voces, especialmente por parte de las regiones gobernadas por el PP, que critican su supuesta dejación de funciones y de que cada vez hay más dirigentes regionales que le reprochan el haber pasado a las autonomías la 'patata caliente' de imponer restricciones a los ciudadanos en las fiestas más importantes del año.

A solo cinco días de Nochebuena, la panoplia de normas autonómicas para la Navidad siguió ayer diversificándose para mayor confusión de los ciudadanos, que, no obstante, podrían ver cómo la incertidumbre crece, ya que buena parte de las comunidades han decidido esperar a ver cuál es la situación epidemiológica el 21 o 22 de diciembre para tomar una decisión sobre posibles nuevas restricciones.

A día de hoy, solo la Comunidad Valenciana se ha atrevido a ordenar el cierre de sus fronteras y, junto con Madrid, es la única que ha reducido a seis los asistentes a encuentros familiares, tal y como expuso ayer el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Las otras tres regiones que venían anunciando con más insistencia en los últimos días restricciones duras (Cataluña, País Vasco y Castilla y León) no terminaron de dar el paso este viernes. El Govern, en la práctica, se limitó a recortar los horarios de apertura de bares y restaurantes, ya que se reafirmó en permitir las reuniones de hasta 10 personas en los días claves y los viajes. El Gobierno vasco, por su parte, pospuso al martes cualquier decisión. Y en Castilla y León la única novedad fue que la comunidad permanecerá cerrada para «allegados» entre los días 23 y 26 de diciembre, 30 de diciembre y 2 de enero, y 5 y 6 de enero.

De las nueve comunidades que el jueves superaban la media nacional de incidencia acumulada, solo Valencia ha tomado la decisión de confinarse, permitiendo únicamente la entrada a los empadronados. Las otras ocho autonomías con peores cifras o ya han anunciado directamente que no se perimetrarán o siguen a la espera de acontecimientos para manifestarse.

Según el análisis de los especialistas del Ministerio, solo hay tres autonomías (Galicia, Asturias y Murcia) en la que es «entendible» que no se decreten mayores endurecimientos porque las tres se encuentran por debajo de los 200 casos de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes.