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Jorge Concha, Juan José Alarcón, Pedro Simón y José Luis Minjares, en la última mesa redonda antes de la clausura. Nacho García / AGM

«El conocimiento científico no se puede quedar en los cajones»

El responsable del Cebas, el director técnico de Esamur y el coordinador de distritos de riego de Sonora (México) ven en la I+D+i la «salvación» ante la escasez hídrica

Daniel Vidal

Murcia

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Jueves, 30 de noviembre 2017, 03:06

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«No queremos que el destino nos alcance». La lapidaria frase de José Luis Minjares, coordinador de distritos de riego de Sonora (una de las zonas más secas de México y del mundo, pero también una de las que mejor aprovecha el poco agua disponible), hacía referencia ayer, durante la última de las mesas redondas de Futuro en Español, a las medidas puestas en marcha en esta región latinoamericana ante la pertinaz sequía que se vivió en 2003... y las que están por venir. «A ningún agricultor le faltó su agua para regar», dejó claro Minjares. Y parece casi un milagro, teniendo en cuenta que en Sonora llueve menos incluso que en Murcia y en verano se alcanzan temperaturas superiores a los 50 grados, «unos parámetros que tienden a empeorar con los años». Pero, más que un milagro, todo se debe a las medidas de eficiencia activadas en la zona, como el Riego por Gravedad Tecnificado (Rigrat), según explicó Minjares: «Llevar la ciencia al productor da resultados, pero para lograr la eficiencia en la gestión de los recursos hídricos hay que tomar medidas a largo plazo por parte de las administraciones y los productores, no pensando en resultados políticos y económicos a corto plazo», zanjó.

Tanto Minjares como el resto de los expertos de este último panel, moderado por el ejecutivo de CAF Jorge Concha, alabaron los niveles de reutilización y depuración de agua alcanzados en la Región. Fue precisamente el director técnico de la Entidad de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de la Región de Murcia (Esamur), Pedro Simón, el encargado de poner encima de la mesa unos datos que colocan a la comunidad como líder mundial en gestión hídrica: «El 98% del agua depurada se reutiliza y el 85% de los regadíos están modernizados, alcanzando un volumen medio de agua tratada de 105 hectómetros al año». Simón, además, dijo que la máxima prioridad de Esamur, además de aportar la «máxima seguridad» al agua tratada, es apostar por la investigación que, entre otras cosas, «nos permite reducir costes, analizar riesgos e ir por delante de la Unión Europea en cuanto a las directivas que nos imponen». Además, Simón criticó que «el conocimiento científico no llega muchas veces donde debiera llegar», y arremetió contra «las administraciones públicas que no se implican; el conocimiento científico que se plasma en muchos proyectos no se puede quedar en un cajón; proyectos que pueden ser muy interesantes como, por ejemplo, sobre nuevos tipos de depuración». A juicio de Simón, «la investigación y la innovación nos salvarán ante la escasez de recursos hídricos».

«Una necesidad»

En la misma línea de opinión se mostró Juan José Alarcón, director del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas), institución que combina la «investigación sólida con la aplicación práctica», en palabras de Jorge Concha. Alarcón aseguró que esta crisis «se superará, y con un impulso hacia adelante», y dejó claro que «la sostenibilidad del riego no es una alternativa, sino una necesidad». En este sentido, detalló algunas de las líneas de investigación que desarrolla en la actualidad la institución, como el riego deficitario controlado y las diferentes técnicas relacionadas con el riego de precisión, además del desarrollo de nuevas variedades vegetales. Asimismo, Alarcón, quien aplaudió que «Murcia ha hecho los deberes en gestión del agua y es un ejemplo de innovación en la reutilización, aunque siempre se puede hacer más», pidió «estrategias de riego integrales, teniendo en cuenta la importancia que tienen la gobernanza y otros aspectos a nivel de cuenca».

Juan José Alarcón, además, dejó claro que «en el contexto actual de crecimiento poblacional, el riego es necesario» para la supervivencia de la agricultura, y terminó su intervención asegurado que «disponemos de metodologías y tecnologías apropiadas para mejorar la eficiencia del uso del agua; la optimización, difusión y transferencia de estas tecnologías es primordial».

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