Condenado a más de tres años de cárcel por estafar 127.660 euros a una clienta

La sentencia señala que la perjudicada, a principios de 2008, disponía de un patrimonio, principalmente monetario, al que quería sacarle una rentabilidad. En virtud de un contrato de arrendamiento de servicios firmado en 2009, el ahora acusado, junto con un socio, asesores financieros, se encargaron de gestionar el patrimonio. Un año después, el encausado le dijo a su socio que se quería separar, y a partir de entonces, pasó a gestionar la sociedad limitada y el capital que poseía la mujer como persona física.

Debido a necesidades personales de liquidez, el acusado, recoge la sentencia, comunicó a la prestamista la existencia y viabilidad de tres supuestas operaciones crediticias hipotecarias, sin ser ello cierto, consiguiendo así que le entregara 127.660 euros.