La Comunidad baraja cobrar por los rescates ante imprudencias graves

La falta de formación se perfila, precisamente, como la causa principal del repunte de los rescates de senderistas, ciclistas o escaladores que se viene percibiendo de un tiempo a esta parte. Únicamente en los tres últimos meses del pasado año el Centro de Coordinación de Emergencias gestionó hasta 27 salvamentos de montaña, prácticamente el doble que en el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con los datos facilitados por la Consejería de Transparencia, Participación y Administración Pública. Esos 27 rescates registrados en el último trimestre del año fueron el balance global de un año marcado por más de tres meses de confinamiento domiciliario y otras muchas restricciones. Un año antes, en 2019, las montañas de la Región ya habían sido testigo de más de medio centenar de salvamentos.

En ocasiones, ya sea por el estado del herido o por lo abrupto del paraje, estas tareas de rescate no son nada sencillas y exigen un importante despliegue. En los tres últimos años, hasta 78 actuaciones de salvamento han requerido en la Comunidad el vuelo del helicóptero de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias, con base en Alcantarilla. En él viaja el equipo de guardia del Grupo de Rescate Aéreo de Especialistas del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región (GRAEC), una unidad compuesta por 24 especialistas que conocen al dedillo la teoría y la práctica de áreas como la escalada, el buceo y la espeleología.

El director técnico de la Federación Murciana de Montañismo, Juan Carlos García Gallego, pone el énfasis en la falta de preparación de muchos de los aficionados al monte. Actualmente, explica, este grupo cuenta con 15.000 federados en la Región –el segundo grupo más numeroso después del fútbol– y año tras año la cifra va en aumento. García Gallego estima, sin embargo, que alrededor de 40.000 personas en la Comunidad salen habitualmente a disfrutar de la montaña, por lo que la cifra de federados solo englobaría al 37,5% del total. «Más de la mitad de los que sufren accidentes», incide, «no están federados».

Este experto explica que la mayoría de percances que afectan a los federados –y de los que ellos pueden llevar un registro– suceden entre los senderistas. Una circunstancia que achaca principalmente a una menor formación que en otras disciplinas. Los siniestros más graves se dan, sin embargo, entre los aficionados que comienzan a hacer actividades de nieve o alpinismo y entre los escaladores que se inician en la disciplina clásica.

García Gallego incide en que la federación ofrece numerosos cursos de formación en los que preparan a alrededor de un millar de personas cada año. «La actividad es incesante y eso evita muchos accidentes», subraya. En su opinión, en aquellos deportes de montaña en los que se utilizan cuerdas o materiales especializados de alpinismo, como crampones, debería ser obligatorio tener una formación y un seguro –al igual que ocurre, por ejemplo, en la práctica del buceo–.

El director general de Seguridad Ciudadana y Emergencias, Antonio Luis Mula, asegura que «efectivamente existe un número considerable de personas que se aventuran con los deportes de naturaleza sin la preparación física o técnica que sería prudente». Remarca que «hay que planificar la actividad en función de la preparación de cada uno. Luego los accidentes pueden ocurrir, nadie está libre de ellos, pero que no sea por imprudencia o por sobrestimar nuestras capacidades».

Mula también señala que «muchas de estas situaciones, que se producen por una cierta imprudencia o falta de formación y que requieren de la movilización de los medios y los efectivos adscritos a la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias en tareas de salvamento, sobre todo si pone en riesgo a los servicios de rescate, podrían conllevar sanciones recogidas en el anteproyecto de ley de Emergencias y Protección Civil de la Región de Murcia». Este texto se encuentra aún en proceso de tramitación y debe ser aprobado por la comisión regional de Protección Civil el 8 de febrero. En el caso de que la propuesta salga adelante, Murcia se unirá a la cada vez más larga lista de comunidades que pasan la factura de los rescates a los imprudentes. Una posibilidad que, en el caso de Murcia, lleva años en el centro del debate y que, en los próximos meses, podría convertirse en una realidad.