Compromiso desde el minuto uno

Laura Bernal es una firma de moda. Se dedica a la confección de prendas de mujer: blusas, trajes de chaqueta, faldas y vestidos para ocasiones especiales. Se creó en 2011 y vende sus diseños en España y en el extranjero. Desde hace dos meses solo cose mascarillas, que dona a centros de salud y hospitales; y batas y otras prendas para sanitarios que empezó a confeccionar a petición de diversas entidades con las que colabora.

Detrás de la marca Laura Bernal figura la diseñadora Ester Cerdán (Murcia, 1982), cofundadora de la firma junto a su marido. El día que se anunció el estado de alarma echó el cierre en su taller sin saber cuándo volvería a abrirlo. Lo hizo apenas unos días después, pero no para confeccionar vestidos ni faldas, sino mascarillas. «Muchos de mis familiares son médicos y también tengo amigos enfermeros. Enseguida nos empezaron a comentar que estaban desabastecidos. Nosotros habíamos decidido quedarnos en casa, que era lo que tocaba, porque no éramos un servicio esencial, pero nos dimos cuenta de que podíamos ayudar», cuenta Cerdán.

Fue entonces cuando reunió a su equipo, le expuso el problema que le habían trasladado sus familiares, y le invitó a colaborar. El diseño de las mascarillas, elaboradas con algodón 100% orgánico y un fieltro interior antibacteriano, corrió a cargo de Cerdán siguiendo las indicaciones de los tutoriales del hospital de La Arrixaca. Una vez realizados varios modelos, explica, «se los facilitamos a los médicos para que eligieran el mejor, y a partir de ahí comenzamos a confeccionar sin parar cada una desde casa».

En el proyecto iniciado por Cerdán participa una parte del equipo de su empresa –«el requisito era tener una máquina de coser y no todos disponen de ella», explica la diseñadora–, pero a él también se han unido, después de compartir la iniciativa en Instagram, otras personas ajenas a la firma, expone Cerdán. El total de mascarillas confeccionadas y donadas hasta la actualidad se cuenta por miles. Solo en una semana han llegado a entregar más de 3.300 mascarillas. Diseñadas para que se puedan lavar a 65 grados y, por tanto, reutilizar una vez desinfectadas –también admiten secadora–, las mascarillas elaboradas por el equipo de Cerdán se han distribuido, explica la creadora, por multitud de servicios de hospitales como La Arrixaca y Reina Sofía, en Murcia –recientemente también han recibido peticiones del Morales Meseguer–; Santa Lucía, en Cartagena, y Vega Baja, en Orihuela; así como en diversos centros sanitarios y residencias de ancianos. También de forma individual a sanitarios que lo han solicitado.

Sostiene Cerdán que «si todos hacemos un poco, juntos lo conseguimos». «Para la empresa textil –añade– esta crisis va a ser catastrófica, porque todo se ha cancelado, y en nuestro caso nos hemos quedado con la producción fabricada y sin poderla vender, pero ese plano individual pasa a un segundo lugar en una situación como esta en la que la responsabilidad es colectiva y todos tenemos que cooperar».

Para esta diseñadora murciana, la irrupción de la pandemia ha revelado «la importancia de ser un país fuerte», así como de que el producto sea «'made in Spain'». «Se ha evidenciado que dependemos mucho de China, que al final es un tercero que vende al mejor postor, que normalmente es el americano. Por eso a España llegan los test defectuosos, faltan mascarillas...». «En España hay una industria capaz de fabricar todo el material que ahora viene de China si la valoramos y la cuidamos todo el año», afirma.

Al margen de este proyecto, la firma también colabora con la elaboración de batas y otras prendas para personal sanitario: «Nos contactaron varias entidades, nos pidieron reconvertir nuestra producción y dijimos que sí». Con el proyecto de las mascarillas, dice Cerdán, continuarán hasta que sea necesario.