Comercio teme una caída de las exportaciones al Reino Unido por la depreciación de la libra

Si es que sí, los más de 500 empresarios murcianos que exportan al Reino Unido respirarán aliviados, ya que al menos tendrán dos años de periodo transitorio en los que todo seguirá como hasta ahora. Si es que no, los interrogantes se multiplican, ya que en abril Inglaterra pasará a ser automáticamente un país tercero con todas las consecuencias, incluidas la posible implantación, si así lo decidieran en el 10 de Downing Street, de aranceles.

En ambos casos, lo que parecen tener claro en la Delegación Territorial de Comercio es la caída de las exportaciones por la depreciación que registrará la libra. «Bajarán algo a corto plazo por la pérdida en el poder adquisitivo de los ingleses», señala Rafael Ortega, delegado territorial de Comercio y director regional del Instituto de Comercio Exterior (Icex).

La contracción de las ventas murcianas al Reino Unido será mayor si el abandono de la UE se realiza por las bravas, ya que el impacto en la economía británica será mucho mayor. El último análisis del Banco de Inglaterra advertía de que un 'Brexit' sin acuerdo causaría una depreciación de la libra de hasta un 25% y dispararía la inflación un 6,5%.

Este escenario no solo perjudicaría directamente a las exportaciones, sino también al turismo y al sector inmobiliario regionales, dada la caída del consumo que generaría en los visitantes y residentes británicos.

La preocupación de los empresarios ha ido creciendo a medida que los problemas de Theresa May para aprobar el acuerdo con la UE en el Palacio de Westminster aumentaban. Si la primera ministra británica al final no lo consiguiera, Ortega señala que «no es previsible que se impongan aranceles, pero sí se restablecerán las aduanas y los trámites que ello conlleva».

El Icex alerta a los exportadores que, en ese caso, deberían prepararse para los problemas logísticos que podría suponer. «Las empresas de la Región que venden en el Reino Unido no están habituadas a los trámites aduaneros, por lo que deben tener listos planes de contingencia para hacerles frente si fuera necesario», agrega el delegado territorial de Comercio.

El Reino Unido, si la ruptura es por las malas, podría también establecer controles no aduaneros relacionados con la sanidad exterior y vegetal y la calidad comercial, lo que alteraría la logística de distribución y transporte, y también podría fijar aranceles, dependiendo del producto, de hasta el 25%.

Rafael Ortega, sin embargo, lo considera poco probable. «Correrían el riesgo de que los mercados ingleses se queden desabastecidos de frutas y hortalizas de firmas españolas, que son sus principales suministradoras. Además, los ingleses están ya acostumbrados a la calidad de nuestros productos y no es fácil que estén dispuestos a reemplazarlos», explica.

Un centenar de empresarios participaron la pasada semana en Croem en una jornada sobre las consecuencias del 'Brexit' organizada por el Icex, el Info, la patronal regional y la Cámara de Comercio de Murcia, y en la que se repasaron todas estas circunstancias.

Los más atentos a cómo evoluciona la situación son los productores murcianos de frutas y hortalizas, que son los que aportan el 68% del total de las exportaciones regionales al Reino Unido, que entre enero y octubre ascendieron a 775,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,6% con respecto al mismo periodo de 2017.

El intercambio comercial con el Reino Unido es claramente favorable a la Región, ya que exporta a este país once veces más de lo que importa, según los datos oficiales del Icex. Hortalizas de hoja, uvas de mesa, cítricos, melones y sandías, frutas de hueso, combustibles y lubricantes, zumos, conservas de fruta, especias, manufacturas de plástico y conservas vegetales son los principales productos murcianos que adquieren los ingleses.

El hecho de que las exportaciones murcianas al mercado británico no hayan parado de crecer desde la celebración del referéndum del 'Brexit', el 23 de julio de 2016, prueba que los empresarios han sabido mantener la calma, que es lo que recomienda el Icex en la actual coyuntura.

El Instituto de Comercio Exterior considera que, a pesar de las desfavorables perspectivas que se presentan en el mercado británico, también ofrece buenas oportunidades para el sector agroalimentario «ligadas a la innovación, especialmente en el posicionamiento de nuevas variedades de producto fresco de más fácil acceso al consumidor y con mayor atractivo visual y gustativo, y a los productos ecológicos».