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Varios contenedores repletos de basura, en una céntrica calle de la localidad.
La suciedad se acumula en las calles de Abarán debido a la falta de medios y personal

La suciedad se acumula en las calles de Abarán debido a la falta de medios y personal

Las bajas y las libranzas de los trabajadores complican la retirada de residuos, sobre todo durante el verano, entre las quejas de los vecinos

JESÚS YELO

Sábado, 27 de agosto 2016, 00:31

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«¡Qué sucio está el pueblo!». Esta frase, desde hace ya demasiado tiempo, es pronunciada por numerosos vecinos, sobre todo cuando llega el verano. La razón es la suciedad que impera en las calles de Abarán y los contenedores repletos de basura que, por desgracia, se han convertido en una estampa habitual. Es por ello que el Ayuntamiento ha solicitado a los residentes que procuren respetar los horarios establecidos para sacar las basuras a los contenedores y el día establecido para deshacerse de los enseres.

Tres son las causas principales que confirman, tanto por parte de los gobernantes como de los trabajadores del servicio de limpieza y recogida de basura, que las calles presentan «un estado de suciedad y abandono». La primera de ellas hay que buscarla en la falta de personal.

Los 16 trabajadores (tres chóferes y trece operarios) que componen el servicio, ocho en la limpieza viaria y otros ocho en la recogida de basura, resultan insuficientes para mantener limpio, ya no solo el casco urbano, sino también las barriadas de La Hoya del Campo, San José Artesano, Casa Alcántara, Venta Aurora y El Boquerón, entre otras zonas. En estos últimos parajes, la recogida de basura es diaria desde el 1 de junio al 1 de septiembre, mientras que en el resto del año se retira dos o tres ocasiones a la semana.

Desde el Ayuntamiento precisan que «pocos pueblos de la Región pueden permitirse el lujo, como es el caso de Abarán, de que los operarios realicen los siete días de la semana la limpieza de las calles». La recogida de basuras se hace seis días y solo se descansa el sábado por la noche. Un caso curioso es el parque municipal que, junto con La Ermita, compone el pulmón de la localidad. Según los vecinos, «ya lleva una semana sin limpiar. El problema radica en las miles de hojas que caen de los eucaliptos, que requieren la presencia diaria de dos personas. Y esto no se realiza», aseguran.

A la escasa plantilla se suman las bajas médicas. En la actualidad, tres de los empleados no trabajan por diversas enfermedades. Y a ellos se unen quienes están de vacaciones o no acuden a sus puestos de trabajo por disfrutar de días de permiso o de asuntos propios. Para mitigar las ausencias se han contratado, según fuentes municipales, a cinco operarios. Aún así, algunos días solo se dedican a las tareas de limpieza tres o cuatro empleados y un chófer.

Solo tres vehículos

Otra causa que motiva las quejas de los usuarios es la falta de medios con los que cuenta el Ayuntamiento. Desde hace trece años solo se dispone de dos camiones para la recogida de la basura, más otro pequeño que se dedica a la retirada de enseres. El servicio se ha reforzado con una nueva barredora que concedió, tras varios años de promesas, la Administración regional en noviembre del año pasado.

A la precariedad del servicio se suma el problema de la limpieza de los contenedores. El municipio cuenta con unos 400. Y todos se limpian a mano ante la carencia de un camión que pueda realizarlo de forma mecánica. Por ello, apenas se adecentan unas tres o cuatro veces al año. La petición del Ayuntamiento se produce tras constatar durante meses la escasa colaboración ciudadana porque, en general, como señalan desde el Consistorio, no se cumple la normativa que obliga a sacar la basura a partir de las 22 horas ni se respeta el día de retirada de los enseres: los martes.

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