Dos policías logran imputar al alcalde por los incidentes del Día del Caldero

Primero fue el alcalde el que quiso empapelar a los dos municipales, pero finalmente los agentes le han dado la vuelta a la tortilla y Anastasio Bastida tendrá que declarar «en calidad de imputado» en el Juzgado de Instrucción número 1 de San Javier. El próximo 30 de junio, Bastida deberá exponer al juez su versión sobre el supuesto encontronazo que mantuvo con dos policías locales el Día del Caldero, y que a la postre motivó la denuncia contra el regidor popular.

La guerra sin cuartel entre estos agentes y el alcalde comenzó el 12 de octubre de 2011, durante la Fiesta del Caldero, cuando Anastasio Bastida les recriminó presuntamente las multas que le habían puesto a dos coches aparcados en la terraza del pub Bariloche. El atestado policial aportado en la denuncia relata textualmente que el alcalde le dijo supuestamente a los policías: «Hoy no se denuncia a ningún vehículo porque lo digo yo. La grúa ya se puede marchar a casa porque tampoco permito que hoy os llevéis ningún vehículo. No me sale a mí de los cojones».

Añade que, presuntamente, les advirtió que «ahora mismo voy a llamar a vuestro sargento y os vais a enterar, me voy a encargar de que me dé parte personalmente de lo que ha pasado hoy. Así que preparaos vosotros dos que vais a correr». Los policías le denunciaron por presuntas amenazas y coacciones. Por su parte, la Junta de Gobierno emitió en 2012 sendas resoluciones que sancionaban a los dos policías con la suspensión de sus funciones. A uno de ellos por un periodo de 9 años y 5 días, y al otro, durante 6 años. Los agentes recurrieron las sanciones y el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Cartagena las declaró «contrarias a derecho».

Ahora le llega el turno judicial a Bastida. La letrada de los policías, María Esther Guzmán Linares, indicó ayer que «estamos satisfechos por la citación del alcalde después de más de año y medio». La demora se debe a que, inicialmente, el juzgado de San Javier estimó que la denuncia de los agentes debía resolverse en un juicio de faltas, pero la abogada recurrió al considerar que lo ocurrido era un delito, y la Audiencia Provincial falló ordenar «la transformación del proceso en diligencias previas».

A por el sargento

Así, de la declaración del regidor dependerá si los hechos pueden tipificarse como presunto delito de atentado contra agente de la autoridad y coacciones, o por el contrario, una falta de vejaciones y desobediencia. Guzmán Linares avanza que, tras la declaración de sus clientes, «pediremos la imputación del sargento». El atestado de marras recoge que supuestamente este mando les dijo: «Me ha llamado el alcalde para que vaya a por vosotros y os folle». También les pidió un informe en el que les aconsejaba que hiciesen constar que le pedían «perdón» al regidor.

Anastasio Bastida aseguró ayer que «la denuncia es falsa, en ningún momento grité ni utilicé improperios. Les dije que se dedicasen a atender a los malos, en vez de denunciar a las personas». Avanzó que ha emprendido acciones legales contra los dos policías y ha retomado sus expedientes sancionadores de empleo y sueldo por un máximo de 3 meses. Finalmente ironizó que «ellos me denuncian por desobediencia a la autoridad, y yo que pensaba que el máximo responsable de la Policía era el alcalde».