Desigual impacto de clientes en los centros comerciales de Murcia en el primer día de la Fase 2

Faltaban quince minutos para las diez de la mañana de este lunes y en El Corte Inglés ya hacían cola una treintena de personas, que llegaron a ser el medio centenar conforme se acercaba la hora de apertura, lo que se puede hacer tras haber pasado la Región a la Fase 2 de la desescalada. Desigual número de tiendas abiertas en los dos principales centros comerciales, Thader y La Nueva Condomina, aunque con la esperanza de que los clientes se animasen y la totalidad de las tiendas estuvieran activas en los próximos días.

No más de 40% de aforo en las tiendas, obligación del uso de mascarillas, geles hidroalcohólicos para los clientes, no tocar el género o hacerlo con las manos limpias y desinfección de las prendas probadas, o cuarentena de quince días para el género que no se puede desinfectar, son algunas de las medidas que están en marcha en todos los establecimientos abiertos.

Una cola ordenada y con la distancia de seguridad exigida esperaba a las puertas de El Corte Inglés a que el reloj marcara las 10 de la mañana. Las mascarillas no faltaban y tampoco una extraña emoción. Antonio Sánchez era el primero, pero su misión no era muy alegre: tenía que terminar de cancelar un viaje a Japón.

Abiertas las puertas, los primeros clientes fueron recibidos con aplausos por los empleados. En este gran almacén había una emoción contenida entre los trabajadores, que tenían muy asumidas las medidas de precaución sanitaria y quienes, al decir de su portavoz, Santiago Sánchez, «se han volcado en cuerpo y alma» para que todo esté en condiciones.

En este establecimiento se controla el aforo tanto en las puertas de entrada como al subir a cada planta, donde, a la salida de las escaleras mecánicas, hay un empleado ofreciendo gel a los clientes. No puede haber más de 3.220 personas a la vez dentro. En el suelo se señaliza con flechas azules y rojas el camino de entrada y salida. «Creo que hemos cumplido con el objetivo de que tanto nuestros clientes como nuestros trabajadores se sientan seguros al venir», apuntó. En las dos últimas semanas ha recuperado a todos los empleados del ERTE.

En el centro comercial Thader la mañana transcurría tranquila. Rondaban las 11.30 horas y unas tiendas estaban abiertas y otras preparándose para hacerlo los próximos días. Un refuerzo de la limpieza en las zonas comunes, con prohibición de subir al ascensor más de una persona o de sentarse en los bancos, son algunas de las medidas sanitarias particulares impuestas.

Con un 'Happy to see you again' dan la bienvenida en Women's Secret a los clientes y Miriam, la segunda encargada, que atiende con visera y mascarilla, explicó que tenían ganas de iniciar la actividad y que notaba en la gente que pasaba por la puerta algo de recelo antes de animarse a entrar. E indicó que todas las dependientas recibieron el viernes un cursillo intensivo de formación sobre cumplimiento de las exigencias sanitarias.

El mismo cursillo lo hicieron en Kiko, una tienda de productos de belleza de Nueva Condomina. Fina González, la encargada, comentó que no estaba permitido que las clientas tocaran el género y que tres veces al día tenían que fregar el suelo. «Hemos tenido un buen arranque, y ninguna de las que han entrado se han ido de vacío y han entendido las nuevas normas», destacó Fina.

Clientes y dependientas tendrán que cambiar la forma de comprar y de vender, pero todos los encuestados coincidieron en que «es lo que hay y es a lo que tenemos que acostumbrarnos».