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Viernes, 21 de febrero 2020
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El fallecimiento de una mujer de 59 años en un quirófano de La Arrixaca, en el transcurso de una intervención quirúrgica para cambiarle un marcapasos, derivó en una situación de máxima tensión cuando decenas de familiares de esa paciente comenzaron a mostrar su dolor e indignación a gritos y causando incluso destrozos en el mobiliario del centro sanitario.
El incidente alcanzó tal dimensión que la Jefatura Superior de Policía tuvo que desplegar en La Arrixaca un importante número de efectivos, por encima de la veintena de agentes, entre ellos los integrantes de tres dotaciones de los UPR -los conocidos popularmente como antidisturbios- y varias patrullas de Seguridad Ciudadana.
La presencia policial consiguió calmar los ánimos de los miembros de ese clan familiar, asentado mayoritariamente en el barrio del Espíritu Santo, en Espinardo, y conocidos por el sobrenombre de 'Los Carros'. Fuentes contrastadas explicaron que los incidentes se produjeron después de que un médico comunicara a los allegados la noticia de la muerte de la mujer que había sido llevada a quirófano. La familia reaccionó de manera muy exaltada, lanzando gritos y amenazas, y llegaron a romper cristaleras de la zona cercana a la UCI, despertando el temor del personal y de los otros usuarios del hospital.
La tensión siguió en aumento con la incorporación de nuevos miembros del clan, hasta llegar a sumar cerca de sesenta personas. El despliegue policial acabó ayudando a templar los ánimos.
El Colegio de Médicos y la Confederación Española de Sindicatos Médicos de la Región de Murcia han condenado este sábado la agresión física a un cirujano tras la muerte en el quirófano del hospital de esa ciudad Virgen de la Arrixaca de una paciente cuando estaba siendo operada.
En un comunicado, el colegio ha expresado su «más enérgica condena» por la conducta de los familiares de la mujer, que además «amenazaron e insultaron a los profesionales y causaron destrozos en el mobiliario del hospital».
Desde el sindicato coinciden en la secuencia de los hechos y califican de «lamentables» los acontecimientos vividos en la tarde de este viernes en el hospital de referencia murciano de El Palmar, donde fue requerida la presencia de la Policía Nacional para calmar los ánimos de la familia.
El colegio exige a la administración que se responsabilice de este problema y ponga en marcha medidas efectivas para garantizar la seguridad de esos trabajadores, así como la implicación y colaboración de toda la sociedad para poner fin al grave problema que suponen las agresiones en el ámbito sanitario.
El sindicato considera «vergonzoso que los miembros de los equipos sanitarios tengan que enfrentarse a situaciones que ponen en riesgo su integridad física y mental mientras ejercen su trabajo».
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