Martínez Vidal (sentada) e Isabel Franco, en un reciente Pleno de la Asamblea Regional. J. M. RODRÍGUEZ / AGM

Ciudadanos no podrá echar del grupo de la Asamblea a los diputados tránsfugas

Los parlamentarios que siguen en el partido y los expedientados deberán ponerse de acuerdo para compartir la asignación económica de la Asamblea

Lunes, 15 de marzo 2021, 03:22

Las dos mitades en que ha quedado dividido el grupo parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea Regional, tras desmarcarse tres de ellos de la ... moción de censura pactada con el PSOE, deberán dejar de lado, al menos momentáneamente, las críticas y descalificaciones que se han cruzado en los últimos días para sentarse y ponerse de acuerdo sobre la gestión del grupo parlamentario.

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Una de las primeras decisiones adoptadas por la dirección nacional de la formación naranja, tras conocer la deserción de Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez, fue iniciar los trámites para su expulsión del partido. Sin embargo, no le será tan fácil echarlos del grupo parlamentario.

El artículo 29 del Reglamento de la Cámara, que establece las condiciones para la pérdida de la pertenencia a un grupo parlamentario, señala que los diputados solo podrán dejar su grupo bien por voluntad propia «manifestada expresamente ante la Mesa», por la disolución de su grupo o bien «por decisión del grupo parlamentario, excepto en el Grupo Mixto, notificada expresamente a la Mesa por el portavoz del grupo parlamentario correspondiente».

Sería necesario un acuerdo entre los parlamentarios, lo que ahora no es posible dado que están empatados a tres

No es probable que los diputados rebeldes pidan abandonar el grupo de Cs, ya que su destino sería pasar automáticamente al Grupo Mixto, donde deberían compartir recursos y turnos de palabra con los dos diputados de Podemos que ahora lo integran. Ni tampoco es previsible que se disuelva el grupo naranja, por lo que la salida del grupo de los tres diputados que harán fracasar la moción de censura deberá adoptarse por el propio grupo, lo cual ahora mismo es inviable dado que existe un empate a tres entre los tránsfugas y los que permanecen leales a la dirección nacional: el portavoz Juan José Molina, la coordinadora regional del partido, Ana Martínez Vidal, y el presidente del Parlamento autónomo, Alberto Castillo.

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Mientras no varíen estas circunstancias, unos y otros diputados, cuya relación es irrecuperable, especialmente entre Franco y Martínez Vidal, a causa de los improperios que se han dedicado en las redes y los medios de comunicación, deberán acordar cómo se reparten la asignación económica de la Asamblea para el funcionamiento del grupo y los turnos de intervención en plenos y comisiones.

Cambio de criterio

Solo si alguno de los parlamentarios que integran los dos bandos en que está dividido el grupo parlamentario de Ciudadanos cambia de criterio, se podría mandar al Grupo Mixto a los que quedaran en minoría.

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La Cámara no permite crear otro grupo, por lo que los expulsados pasarían automáticamente al Mixto junto con Podemos

Esta circunstancia podría darse en favor de los tres diputados disidentes si Castillo, más próximo política y personalmente a Isabel Franco que a Martínez Vidal, se desmarca y decide votar en contra en el Pleno de esta semana en que se debatirá la moción de censura.

Si los diputados contrarios al pacto de gobierno con el PSOE llegan a sumar cuatro, tendrían con ello mayoría en el grupo parlamentario naranja y podrían echar a los dos parlamentarios que se mantienen leales a la dirección nacional, Juan José Molina y Martínez Vidal, que pasarían entonces al Grupo Mixto.

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Para la constitución de un grupo parlamentario propio se requiere al menos de tres diputados, pero esta posibilidad está también descartada ya que el Reglamento de la Cámara señala que «en ningún caso podrán constituir grupo parlamentario separado diputadas o diputados que pertenezcan a una misma formación política o que hubieran concurrido a las elecciones autonómicas en una misma candidatura».

Valle Miguélez asegura que firmó la moción «coaccionada»

La nueva consejera de Empresa y una de las diputadas disidentes de Cs, Valle Miguélez, asegura que firmó la moción de censura «con una fuerte coacción y desinformación», según su escrito de alegaciones al expediente disciplinario abierto por el partido y publicado por 'El Mundo'. Agrega que se limitó a firmarla «por disciplina de partido, confiando en lo que se nos había indicado», pero que cuando conoció los detalles del acuerdo con el PSOE se sintió «totalmente engañada».

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