El padre de la joven violada en El Valle: «Hoy podría estar enterrándola»
El hombre lamenta que el juez deje en libertad al sospechoso, con una orden de alejamiento
El padre de la joven de 20 años que fue presuntamente violada por un chico el pasado domingo en una zona de monte, en la pedanía murciana de El Palmar, clama contra la medida cautelar que este martes interpuso el juez al acusado. En concreto, el titular del Juzgado de Instrucción número 7 estableció una orden de alejamiento respecto a la víctima y comparecer ante el tribunal dos veces por semana, de acuerdo con la solicitud que hizo el Ministerio Fiscal.
«No solo la violó. Mi hija fue raptada, golpeada en varias ocasiones y trató de matarla estrangulándola apretando su cuello con las manos. Hoy podría estar enterrándola», lamenta entre sollozos. El hombre muestra su indignación al saber que el presunto agresor de su hija está en libertad, «tranquilo en su casa». «Mi hija está en tratamiento, medicada, no es ella». La joven 'dejó de ser ella' en la madrugada del pasado domingo, cuando la violaron sobre el asiento helado de un Volkswagen Golf, de color negro. El coche se camufló en la oscuridad de una zona yerma, en mitad de un descampado del camino del castillo de la Asomada, de la localidad de San José de la Montaña de la pedanía murciana de El Palmar. Y llegó hasta allí por un cúmulo de infortunios y un plan ideado, supuestamente, por el agresor.
La chica acudió el sábado por la noche a una fiesta en una casa de campo en Alcantarilla, junto a una veintena de personas, de las que conocía a seis. El resto eran personas conocidas de sus amigos. Cuando se hizo la hora de regresar, sobre las cuatro de la madrugada, el vehículo en el que había ido a la fiesta estaba al completo. «Ella no conduce, por lo que siempre depende de que la lleven y la traigan». Un amigo le sugirió montarse en el coche de un conocido suyo, un chico, de 25 años y de origen magrebí, residente en el barrio de Los Rosales, en El Palmar.
Ella aceptó, confiada en la amistad que el desconocido mantenía con su allegado. El conductor debía hacer una parada en la localidad donde vive la joven para dejarla en su casa, antes de llegar a El Palmar, donde los dos varones residen.
«A mi hija la raptaron, la golpearon en varias ocasiones, la agredieron sexualmente y casi la matan estrangulándola»
Sin embargo, el desconocido se pasó la salida por la que debía desviarse y decidió llevar primero al compañero a su domicilio, y regresar después a dejarla a ella. «Lo tenía planificado», cree el progenitor. Cuando el amigo de ambos abandonó el coche, el joven inició la marcha por un camino opuesto al que debía tomar y se dirigió hacia un descampado en una zona de monte de San José de la Montaña de El Palmar, en El Valle-Carrascoy.
Ella, viendo el peligro que corría, consiguió mandar su ubicación al teléfono de una amiga junto a un mensaje de texto: «Si no contesto en un rato, llama a la Policía». Mientras, el raptor le aseguró que la llevaría a casa, pero primero quería estar con ella disfrutando de las vistas, tal y como aseguró la chica en su denuncia en el cuartel de la Guardia Civil.
La violó dos veces
A partir de ese momento comenzaron las agresiones.
Primero, cuando él empezó a darle abrazos y ella lo rehuyó. «Se puso violento y me cogió con fuerza», declaró la chica.
Después, cuando forcejearon y ella logró bajar del coche e intentó huir «hasta en dos ocasiones», pero él fue tras ella, golpeándola varias veces y cogiéndola del cuello con ambas manos. «Todas las veces que me agarró, lo hizo por el cuello y me llegó a faltar el aire en algunos momentos», relató. «La quiso estrangular», denuncia el padre de la víctima.
Sin dejar su actitud violenta y una vez que introdujo otra vez a su víctima en el interior del vehículo, la violó en dos ocasiones. «Estaba en el asiento del conductor, mirando hacia el sitio del copiloto. Él estaba detrás de mí, fuera del vehículo, sujetándome por el cuello». En esa posición, le subió la falda del vestido, le bajó las medias y la ropa interior y la agredió sexualmente.
Solo pasaron unos minutos cuando la sacó del coche, la introdujo en el asiento trasero y la tumbó boca arriba. Él se puso sobre ella y la volvió a penetrar vaginalmente.
Ayuda de unos senderistas
Tras consumar las supuestas violaciones, el agresor reprochó a la víctima que le iba a arruinar la vida por lo que había pasado. «Le dijo a mi hija que qué hacía ahora con ella, que le iba a destrozar la vida», manifiesta el hombre.
Tras permanecer un rato en el coche, la joven trató de distraer al presunto violador haciéndole preguntas sobre el monte en el que se encontraban. «Mi hija fue muy valiente», subraya el progenitor. Sobre las siete de la mañana, el chico inició el camino de vuelta, pero se perdió. En ese momento, aparecieron unos senderistas. El joven bajó la ventanilla para preguntar por una dirección, y la chica aprovechó para salir del vehículo y pedir ayuda a esas personas.
Ante esa situación, el chico huyó. La Policía Local llegó pocos minutos después hasta el lugar en el que ella se encontraba. La amiga de la víctima los había avisado y enviado su ubicación al no tener noticias de ella. Fue atendida en el hospital de La Arrixaca por un médico forense, en cuyo informe detalla que sufría signos de estrangulamiento en el cuello, así como golpes en la cabeza y varias heridas en las piernas.
Por su parte, la Policía Local de Murcia desplegó un gran operativo de búsqueda con unidades policiales de las pedanías de El Esparragal, El Palmar, La Raya, Los Martínez del Puerto, Espinardo, Beniaján y la Patrulla Ecológica que dieron con el paradero del agresor en el barrio de Los Rosales, donde fue detenido por la tarde de ese domingo.