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Hacia la recuperación total de la Cárcel Vieja de Murcia
El Ayuntamiento prevé iniciar la licitación de la segunda fase, centrada «en la recuperación y no en la destrucción», a lo largo del próximo mes
La segunda fase de la restauración de la Cárcel Vieja ha cumplido con el penúltimo paso previo al proceso de ejecución: el proyecto definitivo ya ... se ha cerrado. Un trabajo llevado a cabo, a partir del proyecto base ganador del concurso, por los técnicos municipales de Infraestructuras y de la urbanizadora municipal Urbamusa, que eleva de 7,5 a 12 millones el presupuesto final de las obras.
La idea central ha sido «restaurar y recuperar, no destruir» el edificio carcelario propiamente dicho, que ocupa seis veces el espacio de la primera fase ya rehabilitada y abierta al público desde junio pasado. Esa zona correspondía al edificio administrativo y esta es la cárcel propiamente dicha.
El vicealcalde y concejal de Infraestructuras, Contratación y Fomento, Mario Gómez, defendió que con los cambios hechos al proyecto base 'Muros etéreos' (de IH Arquitectos), «se ha intentado mantener el espíritu de la cárcel, con el panóptico (garita central de vigilancia), que iba fuera en el proyecto base, y lo más emblemático del edificio». A la vez se ha querido convertirlo en un centro polivalente para que todos los vecinos de Murcia y visitantes «puedan utilizarlo y ver realmente lo que fue y significó para muchos presos que de manera injusta, como represaliados políticos, se vieron obligados a convivir en este espacio».
El proyecto inicial se presentó para su financiación europea dentro de la línea Pirep (Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos) de los fondos 'Next Generation', si bien el presupuesto era de 7,5 millones de euros. De conseguirlo, Europa concederá tres millones de euros. En la primera fase de la recuperación de la cárcel, que costó poco más de 2 millones, se logró aportación de los fondos Feder.
El edificio contará con las últimas novedades en tecnología e informática, y será «eficiente» desde el punto de vista energético
Una de las características principales del proyecto es que los técnicos, con la reconstrucción, han buscado «preservar la memoria histórica en su máxima expresión; y eso, en todo lo que hemos podido, compatibilizando la historia del edificio con los nuevos usos que queremos darle», manifestó Pablo Marín, secretario técnico de Infraestructuras de la Concejalía de Fomento. Por ejemplo, se mantendrán como están, aunque restauradas, las celdas del ala este de la planta baja «para que los visitantes comprueben cómo vivían los presos y sean capaces de tener las mismas sensaciones de frío, humedad y agobio», dijo Gómez.
Una sala de estudios, al fondo de la planta principal, permanecerá abierta las 24 horas «para que haya vida siempre»
Las del lado oeste se transformarán en aulas-taller, si bien no perderán las puertas de las celdas, que estarán en todo momento abiertas. La emblemática reja que cerraba el recinto en la zona del edificio administrativo, retirada en la rehabilitación, y que «que la hemos encontrado por aquí», se reutilizará en distintos lugares. Como también se mantiene el espacio que, en el vestíbulo de acceso, había para visitas de los familiares. Estará abierto y los visitantes podrán «experimentar» y hacer uso de estos 'vis a vis'.
La cúpula central del crucero que se ha caído con el paso del tiempo, se reconstruirá con su volumen original, lo que también permitirá recuperar la volumetría del módulo de internos. «También dejará de manifiesto, mediante el uso de un lenguaje arquitectónico contemporáneo y de materiales actuales, la importante intervención que va a sufrir el edificio y supone su renacimiento después de tantos años de abandono», en palabras de los técnicos. Este elemento funcionará como lámpara, tamizando la luz que entrará en el panóptico perimetralmente.
El resto de la superficie del inmueble, en dos plantas, tendrá otros usos diferentes adaptados a las necesidades actuales. «Hay mucho espacio que da pie a hacer muchas cosas», añadió Marín, quien destacó que el proyecto está muy adaptado a mejoras informáticas y tecnológicas de última generación, lo que va a suponer un contraste entre lo antiguo y lo supermoderno. «El edificio va a ser uno de los más potentes de Europa en esos usos».
Los patios interiores que estaban cerrados por muros se van a rehabilitar y se ajardinarán con la colocación de elementos que permitan a los visitantes sentarse. Y aunque no estarán abiertos desde el exterior, se podrá acceder a ellos desde el frontal del edificio, explicó el técnico. También habrá una sala de estudio 24 horas al fondo de la planta baja, junto a la escalera de caracol, «para que haya vida en el edificio siempre».
El vicealcalde subrayó que todo el inmueble será eficiente desde el punto de vista energético, por lo que se podrá climatizar o encender por zonas. Todas las puertas que se encontrará el visitante al traspasar la entrada principal y mirar al fondo serán de cristal antiincendios con lo que «se logra que no se pierda la perspectiva y el eje visual» de la planta, explicaron los técnicos.
El plazo estimado de ejecución del proyecto es de dos años y la idea es poder enviarlo a licitar durante el mes de noviembre, una vez se termine el borrador final con los últimos detalles. En 2024 deberá estar acabado, «pero siempre que se cumplan los plazos, pues dos años para un proyecto así es algo ambicioso», reconoció Marín. Añadió que con este tipo de obras «te puedes encontrar muchos imprevistos que las paralicen o ralenticen, y los plazos se alarguen».
Conservación deficiente
El estado actual de conservación de la estructura es bastante deficiente; de hecho, la cúpula central situada en el cruce de los corredores a doble altura se derrumbó en septiembre de 2009, por lo que en 2014 se procedió a ejecutar obras de emergencia para asegurar la estabilidad del edificio. En las últimas lluvias de abril, nuevos derrumbes del techo han dejado prácticamente sin cubierta la zona este de la cruz de la planta.
En el centro del crucero de la zona de reclusos se situaba la garita de vigilancia o panóptico, bajo la cúpula derruida, existiendo también en su día tres escaleras abiertas de acceso a los corredores de la planta superior, conectada espacialmente con la planta baja mediante dobles alturas iluminadas con lucernarios en el techo en las cuatro alas de la cruz.
Un mural pintado en blanco y negro del Quijote en la escuela
Los responsables del proyecto de restauración están «muy ilusionados» y en cada visita que realizan al inmueble recogen aquellos elementos o pruebas de lo que fue la vida en la antigua prisión provincial, abierta a finales de los años 20 del siglo pasado y que cerró definitivamente sus puertas en 1981. Su intención es exponerlos o incluirlos en la rehabilitación. Por ejemplo, nadie duda de que el mural en blanco y negro que hay pintado en una de las paredes de la estancia que sirvió de escuela se restaurará, como lo harán también con los rótulos originales que informan sobre el cometido de cada estancia. Las barandillas y todos los elementos forjados serán limpiados y, si ya no pueden volver a su lugar original, se colocarán en otras estancias.
Otro de los elementos más curiosos que tendrán una segunda vida son las garitas de vigilancia, que se convertirán en lámparas. Y toda la carpintería de madera será restaurada y reutilizada. Los icónicos depósitos de agua, que se encuentran en «buen estado», seguirán en el mismo lugar una vez restaurados.
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