Recorrer la historia de Murcia a través de sus tumbas

En colaboración con la Sociedad Murciana de Antropología, el Ayuntamiento ha editado tres guías, que se pueden consultar y/o descargar en la página www.ayuntamientomurcia-salud.es y que sirven de soporte a las visitas guiadas que comienzan mañana. Estas últimas han tenido tanto éxito que ya están cubiertos los cupos para el primer domingo de noviembre y el de diciembre, y los organizadores se plantean aumentar la frecuencia y realizar las visitas cada quince días. (Los interesados pueden llamar a al 968 358600, extensiones 56726 y 56727 o inscribirse en visitacementerio@ayto-murcia.es) . Ayer, el concejal de Deportes y Salud, Felipe Coello, presentó una nueva publicación dedicada a la elite económica y político del siglo XIX, que se une a las otras dos ya editadas, una sobre el cementerio como patrimonio cultural y otra dedicada a escritores y artistas.

Entre los panteones llama la atención uno en hierro fundido, dedicado a Francisco Peña Vaquero. Se trata de un industrial que representa perfectamente los cambios sociales que vivió la sociedad murciana a finales del siglo XIX. Procedente de una familia humilde de carpinteros consiguió un importante ascenso social. Tras un viaje al Reino Unido, donde conoció las últimas tecnologías en la producción de objetos de metal y después de trabajar en la construcción de ferrocarriles en Valencia, se trasladó a Murcia, donde abrió una ferretería que pasó a ser una gran fundición de hierro en el Paseo de Corvera. De él dijo el periodista Martínez Tornel que era «uno de esos hombres a quien los caballeros y los obreros, los ricos y los pobres saludan».

El panteón de la familia Pagán Morera conserva los restos de una de las parejas más deslumbrantes de la Murcia de la segunda mitad del siglo XIX: Pedro Pagán Ayuso (alcalde de Murcia y diputado a Cortes) y Leonor Guerra (esposa y mecenas de cultura, hija de un secretario de la Reina Isabel II). La vida de Pedro Pagán es de novela. Su padre, Pedro Rosique y Hernández, y su mujer, María Dolores de Borja, no pudieron tener hijos y, con el consentimiento de su esposa, Pedro Rosique dio hijos a la sirviente de la casa, Rita Pagán Ayuso. Pedro fue el primer hijo de esta relación. Veinte años después de su nacimiento, su padre se casó con su madre. No heredó el título de su padre, pero sí recibió una gran herencia en tierras.

Esto son solo algunos fragmentos de lo que recogen las guías y de lo que narran en las visitas Martínez Cavero y Klaus Schriewer.