Uno de cada tres pacientes de la consulta municipal de Murcia deja el tabaco
Un total de 62 personas acudieron al servicio de deshabituación tabáquica del Ayuntamiento el año pasado, con un mayor éxito entre las mujeres
Más de un tercio de los pacientes que acudieron el año pasado a la consulta de deshabituación tabáquica de la Concejalía de Salud del Ayuntamiento de Murcia lograron dejar el insano –y cada vez más caro– hábito de fumar. Así lo refleja la memoria de este servicio municipal relativa al año 2022 y que arroja unos resultados «muy positivos», según indican fuentes municipales, coincidiendo, además, con la celebración, la semana pasada, del Día Mundial sin Tabaco. En total, fueron 62 las personas atendidas en esta consulta de manera presencial y 22 las que eliminaron totalmente el consumo.
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La principal vía de acceso a ella es mediante la derivación por parte de los médicos de Atención Primaria, que remiten a los pacientes a sus profesionales cuando ven especialmente necesario que abandonen esta adicción, al aparecer asociada a patologías que se ven agravadas por el tabaco. De hecho, existe, además, un acuerdo con las consultas externas de Digestivo del Hospital Reina Sofía de Murcia para tratar a aquellos afectados por enfermedad inflamatoria intestinal que presentan un problema de tabaquismo, ya que la respuesta al tratamiento de esta patología depende, en buena medida, del abandono del cigarrillo. No obstante, también es posible acceder al servicio municipal sin derivación médica, aunque, en dichos casos, se procede a dar prioridad a aquellos que presentan patologías como EPOC, enfisema, apnea del sueño o han sufrido un ictus o un infarto agudo de miocardio.
Solo uno de cada cinco varones tratados lo abandona, frente a la mitad de las féminas; un 45% sin nicotina ni fármacos
De los 62 pacientes que acudieron a esta consulta, más de la mitad –un total de 33– eran mujeres y el resto hombres. De hecho, se registró un mayor éxito en el tratamiento de deshabituación entre el colectivo femenino –que mostró, de media, una mayor fuerza de voluntad–, ya que de las 22 personas que cesaron totalmente el consumo, 16 eran mujeres. De esta manera, casi la mitad de las féminas tratadas consiguieron dejarlo, mientras que esto únicamente ocurrió en el caso de uno de cada cinco varones. La edad media de los atendidos era de 56 años, aunque su horquilla de edad estaba situada entre los 31 y los 78 años. Es de reseñar, asimismo, que más de la mitad de los pacientes que concluyeron el tratamiento satisfactoriamente –una docena– presentaban comorbilidad con otros trastornos que se veían agravados por este consumo.
El poder de la voluntad
En cuanto a las terapias utilizadas, una decena de las personas que dejaron el consumo de tabaco lo hicieron sin ningún tratamiento, más allá del seguimiento médico y su fuerza de voluntad. Otros ocho recurrieron a terapias sustitutivas de la nicotina a través de parches, caramelos o chicles con contenido variable de esta sustancia. Finalmente, los últimos cuatro respondieron al tratamiento farmacológico, que no fue útil para otros cinco pacientes. El abandono del consumo se constata mediante un cooxímetro o medidor de monóxido de carbono en aire espirado. No obstante, muchos de los encuestados, si bien no habían cesado en el hábito, sí referían haber bajado el consumo.
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