Las torres de media tensión de Los Rectores en Murcia serán historia este mes tras 25 años de espera
Iberdrola comienza a desmantelar los 43 apoyos de 20 kV, pero aún debe esperar a que el juez decida sobre dos recursos para quitar las tres líneas de alta tensión
No es la solución ideal, pero es la menos mala. Al menos con este talante se lo están tomando algunos vecinos de la urbanización Los ... Rectores de El Puntal, en el norte de Murcia, al ser espectadores de excepción del desmantelamiento de las líneas de media tensión que cruzan entre sus viviendas y en solares colindantes. «Ha sido una alegría verlos empezar después de estar esperando más de 25 años, y de anuncios tras anuncios incumplidos de que se iban a quitar 'ya'», manifiesta José, mientras pasea con su nieto.
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Los operarios de la empresa i-DE, la distribuidora de energía del grupo Iberdrola, comenzaron el pasado 2 de septiembre el desmontaje de los circuitos de 20 kV en la franja que parte de la subestación eléctrica de Espinardo y acaba a los pies de Terra Natura. Es la zona marcada en verde en el plano que se recoge en información, y que va a suponer la eliminación de doce líneas de media tensión y un total de 43 apoyos.
Por ahora se han anulado las líneas, y la retirada de las torres y los bloques de cemento que las sustentan vendrá después. La compañía calcula que el desmantelamiento de la media tensión concluirá a finales de septiembre.
Este tendido eléctrico ya se ha canalizado por las tuberías que discurren por el cajón subterráneo construido por el Ayuntamiento de Murcia. La obra, iniciada durante la segunda parte de la anterior Corporación, presidida por la coalición PSOE/Ciudadanos, costó más de 400.000 euros. El cajón tiene 1x1 metros, una longitud de 680 metros y parte desde la glorieta que hay frente a Terra Natura; sigue en paralelo el trazado de la Costera Norte, cruzando las vías del tranvía.
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La espera continúa para la alta tensión
La alegría vecinal no puede ser completa porque aún van a tener que contemplar, por tiempo indefinido, las otras torres, las de alta tensión, que siguen elevándose a lo largo de la urbanización, en la que conviven chalés adosados con edificios. En lo que respecta al desmantelamiento de las tres líneas de 132 kV y media docena de torres, que discurren por la Costera Norte, se realizarán en una segunda fase, «cuando dispongamos de los permisos necesarios», indicaron fuentes de la empresa eléctrica.
Esos permisos no son otros que el fallo judicial definitivo sobre los dos recursos interpuestos contra un proyecto de instalación de una línea de alta tensión al otro lado de la urbanización, cruzando la carretera N301 y detrás de la subestación de Espinardo. Los propietarios de los terrenos afectados alegan que perjudican sus intereses ante futuras promociones urbanísticas. Según la empresa esto es lo que ha parado la retirada en Los Rectores.
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«Nuestra intención era hacerlo todo a la vez, pero hemos decidido no seguir esperando a la resolución judicial y realizarlo por fases, primero con la media tensión y finalmente, con el tendido de 132 kV», añadieron desde la compañía. Apuntaron que cuando se haya despejado el camino judicial, los trabajos no deben tardar más de tres semanas en concluirse. El objetivo último de Iberdrola es que la subestación funcione más compactada, sin cables a la intemperie y con todos ya soterrados.
Los vecinos esperan que la parcela se destine a equipamiento
Iberdrola tiene presupuestada una inversión de 15 millones de euros para todos los trabajos en esta zona norte del municipio (tanto en la puesta en marcha de la nueva subestación de Espinardo, como en el soterramiento de los cables y la retirada de las torres eléctricas). Las líneas de media tensión suman un total de 55 kilómetros de cable, mientras que las de alta tensión se extienden a lo largo de doce kilómetros.
En esta área, que empezó siendo periurbana y se ha convertido, por su crecimiento y cercanía a la ciudad en urbana, ya viven 1.700 vecinos, que se preguntan qué va a ocurrir con los terrenos que se queden libres cuando se desmantele la totalidad de las torres.
Se refieren al corredor que queda entre el denominado jardín del Desierto y la línea tranvía y los residentes confían en que esa superficie se destine a equipamientos como un centro social.
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