Ronda Sur y Juan de Borbón tendrán en enero dos nuevos parkings disuasorios
El primero, con 436 plazas, se ubicará en el Paseo de Florencia; y el segundo, junto al CEIP Nuestra Señora de Atocha, albergará 231 automóviles
El Ayuntamiento de Murcia, a través de la empresa urbanizadora municipal Urbamusa, va a poner en marcha en breve la construcción de dos nuevos ... aparcamientos disuasorios de los cuatro anunciados, que se ubicarán junto a Ronda Sur y en la zona norte del municipio: el Florencia y el Atocha. Estos parkings intermodales tendrán 436 y 231 plazas, respectivamente, y saldrán a licitación la próxima semana. La intención es que estén operativos dos meses después del inicio de las obras.
El parking intermodal del sur de la ciudad ocupará un solar municipal de casi 9.966 metros cuadrados, que ya estaba siendo utilizado como aparcamiento espontáneo por vecinos y visitantes. De forma triangular, da a las calles Morera, Miguel Ángel Blanco y el Paseo de Florencia, de donde toma su nombre. Del total de las plazas, 11 están reservadas para personas con movilidad reducida. El segundo está situado junto al colegio Nuestra Señora de Atocha y tiene accesos desde la calle del mismo nombre y la avenida Juan de Borbón. En este caso ocupa un solar de 5.672 metros cuadrados y se han destinado 5 plazas para personas con discapacidad motora. En ambos casos, se ubicarán en los laterales.
El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Movilidad Sostenible y Juventud, que dirige Rebeca Pérez, ha optado por comenzar por estos dos aparcamientos porque, en el primero de los casos entronca con todo lo que supone de nueva movilidad tras las obras de soterramiento de las vías del tren en el sur de la ciudad. Y el segundo porque servirá para aliviar la presión del tráfico circulante en esta zona norte con una alta densidad de población (alrededor de 15.000 habitantes) y porque «era una demanda ciudadana», dijo la edil.
Urbamusa es la encargada de su gestión y tiene previsto licitar la próxima semana las obras, que durarán dos meses
Ambos parkings ofrecen la posibilidad de dejar el coche y seguir el trayecto hacia el centro de la ciudad con transporte público (autobuses o tranvía) o utilizando las bicis, patinetes y motos eléctricas que ocuparán bancadas específicas para este tipo de movilidad personal dentro del recinto. El precio será el mismo que otros estacionamientos disuasorios que ya están en marcha: 3 euros por las 24 horas, o 0,50 euros cada hora (también se podrá pagar por minutos).
Para facilitar las operaciones de entrada y salida de los aparcamientos, se han dispuesto accesos independientes y a calles distintas. Y dispondrán de un cajero para el abono, elementos de control a la entrada y a la salida, alumbrado, vallado perimetral y un circuito cerrado de televisión, que permite ver en tiempo real desde la central lo que ocurre y grabar en vídeo un mínimo de 72 horas para su consulta posterior en caso de algún incidente.
El aparcamiento Florencia tendrá cuatro accesos peatonales abiertos para el acceso libre de los usuarios de las instalaciones, y el Atocha tres. Ambos contarán con dos puntos de recarga para vehículos eléctricos, así como con un sistema automático de control «para optimizar su gestión»: maquinaria de entrada y de salida; una máquina para propietarios/abonados; barreras; una caja central; y un lector de matrículas, explicó Pérez.
La intención del Ayuntamiento, una vez que estén en marcha y se comprueben las necesidades, es crear una aplicación digital desde la cual se pueda gestionar el uso de los distintos modos de transporte. «Todo se basa en una clara filosofía de ciudad amable y con menos presión del tráfico rodado», apuntó la concejal, para quien con estos nuevos aparcamientos intermodales, «facilitamos sitios estratégicos donde dejar el coche, y desde ahí utilizar otros medios de transporte que tengan menor o ninguna carga contaminante, desincentivando el transporte privado». Un beneficio colateral es la reducción de la circulación que recorre calles en busca de un estacionamiento.
Urbamusa, por acuerdo de la Junta de Gobierno del pasado 23 de octubre, será la encargada de la construcción y explotación de estos y otros dos aparcamientos disuasorios más ubicados en la zona norte de la ciudad (el Asturias, con accesos desde la calle Inocencio Arias y la avenida Príncipe de Asturias y 378 plazas; y el Loaysa, con accesos desde la avenida Almirante Loaysa y 373 plazas). Los cuatro ofertarán un total de 1.418 espacios, de los cuales 35 serán para personas con movilidad reducida.
Rebeca Pérez recordó que estos parkings se enmarcan en el nuevo proyecto de movilidad del Ayuntamiento que se basa en varios ejes: el transporte colectivo, la peatonalización de zonas, impulsar la movilidad personal y potenciar la movilidad privada con vehículos bajos en emisiones.
El PSOE reclama un plan de transporte antes de hacer nada
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Murcia lo tiene claro: «No se debe mover una piedra» para construir los nuevos estacionamientos disuasorios sin antes escuchar a los vecinos y sin un plan de transporte previo. El concejal Juan Vicente Larrosa comentó que colectivos vecinales de Santiago El Mayor y Santiago y Zaraíche ya habían alzado su voz contra dos de estos aparcamientos, por lo que dijo no entender «cómo, otra vez, el equipo de gobierno toma estas decisiones sin contar con nadie; no cuesta tanto escucharles y llegar a un acuerdo». Tras mostrarse de acuerdo con estos aparcamientos, Larrosa puntualizó que antes de construirlos era necesario un plan de transporte que establezca las líneas y las conexiones que garanticen que los conductores «llegarán puntualmente a sus destinos».
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