La rehabilitación de la Cárcel Vieja incluirá una nueva zona peatonal

La rehabilitación del edificio de la Cárcel Vieja se va a llevar por delante parte de las plazas de estacionamiento ubicadas en la calle Torre de la Marquesa, colindante con el edificio, y que en la actualidad tiene 30 espacios para la ORA, 12 para motos y 2 para vehículos de personas con movilidad reducida.

La concejal de Movilidad Sostenible y Juventud, Rebeca Pérez, explicó ayer, tras la reunión de la Junta de Gobierno, que el Ayuntamiento está trabajando en la reorganización del tráfico y aparcamiento de esa vía.

La intención es ampliar la acera para dotar a la zona de «un gran espacio peatonal y ajardinado» que acompañe la remodelación de la cárcel. Esta calle comienza en la avenida Primo de Rivera y termina en la calle Río Argos; en la perpendicular está ubicado el hospital HLA La Vega.

La Junta aprobó la adjudicación de las obras de la rehabilitación de la primera fase de la antigua prisión provincial a la UTE Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales SAU Wenceslao García, Pinturas y Decoración SA.

Los trabajos comienzan en marzo, tienen diez meses para ejecutarlos y el presupuesto definitivo asciende algo más de 1,5 millones de euros, lo que supone una baja del 25% sobre el precio de la licitación. Los fondos Feder financiarán el 80%.

Esta fase del proyecto, diseñado por IH Arquitectos bajo el título de 'Muros etéreos', incluye la rehabilitación del edificio de cabecera o acceso principal, ubicado entre la plaza Circular y Primo de Rivera, y su entorno, con zonas ajardinadas y nuevos accesos peatonales desde diferentes lados del edificio.

Se prevé una intervención para rehabilitar una superficie total de 1.321 metros cuadrados, distribuidos en 642 metros cuadrados de la planta baja y 679 metros cuadrados de la primera. A petición de la Asociación para la Memoria Histórica se mantendrán 200 metros cuadrados de celdas de la primera planta.

La propuesta básica establecerá la homogeneidad entre las dos fases: la primera, que afecta a la cabecera del edificio; y la segunda, que engloba la parte trasera del mismo.

«A principios del próximo año será posible disfrutar de este emblemático edificio, con lo que se devuelve a los murcianos parte de su patrimonio convertido en un espacio luminoso, participativo y sin barreas arquitectónicas ni generacionales», subrayó el concejal delegado de Fomento y primer teniente de alcalde, Mario Gómez.

Gómez subrayó que el edificio tendrá un carácter cultural polivalente, «de fusión de culturas», y pasará de ser un espacio «inerte a uno vivo y permeable».

El proyecto incluye la demolición de los muros y la incorporación de los patios carcelarios al trazado urbano. El objetivo es lograr una conexión visual y de entrada real a los patios y la creación de elementos que sustituyen a los muros perimetrales exterior e interior. Por lo que respecta al arbolado actual, la concejal Pérez apuntó que solo se cortarán los que estén enfermos.

Las tapias serán demolidas prácticamente en su totalidad (salvo el colindante con Correos), manteniendo las torres de vigilancia y parte del muro. Los patios al oeste y sur, originalmente cerrados, se convertirán en plazas vinculadas y niveladas a la ciudad.

El diseño definitivo mantiene las fachadas actuales y contempla mantener y restaurar las antiguas torres de vigilancia de los pasillos perimetrales.

Con respecto a las cubiertas del edificio, se busca la luz cenital mediante dos lucernarios triangulares a la fachada de la Avenida Primo de Rivera y la reconstrucción del panóptico. La remodelación prevé generar espacios públicos en las dos naves del inmueble, con un acceso con recepción en planta baja.

Actualmente, el ala derecha e izquierda del edificio de cabecera están separadas mediante el patio y dos terrazas en planta primera. La propuesta plantea conectar ambas alas a través de un módulo acristalado situado en la fachada trasera del edificio, de manera que no cambie la percepción de la fachada principal a la avenida Primo de Rivera. «Va a ser un auténtico símbolo cultural y respetuoso con su historia», concluyó Rebeca Pérez.

El proyecto de rehabilitación de la Cárcel Vieja va a tardar tres años y medio en ver la luz administrativa desde que en septiembre de 2016 el alcalde, José Ballesta, y el entonces decano del Colegio de Arquitectos de Murcia, Rafael Pardo, firmaron un convenio para poner en marcha un concurso de anteproyectos.

El año 2017 se centró en la redacción de las bases para el concurso de ideas, en el concurso, en la exposición de los proyectos finalistas y la elección del ganador. Al año siguiente, IH Arquitectos redactó y presentó el proyecto definitivo, que se dio a conocer al Consejo Social de la Ciudad; y en marzo de 2019 se aprobó la licitación de la primera fase.

En los meses posteriores la Mesa de Contratación estudió las candidaturas y en octubre propuso la adjudicación a esta UTE. Desde entonces, el proyecto ha estado a la espera de que Contratación lo enviara para su aprobación a la Junta de Gobierno, lo que ocurrió ayer.