El Parque Oeste de Murcia deberá buscar un enfoque más natural si quiere optar a los fondos europeos

Es cierto que la propuesta del Consistorio murciano quedó la número 21 de entre el centenar de proyectos presentados y de los que obtuvieron premio un total de 18. Pero también lo es que del documento se desprende que, al igual que le ocurre a un corredor de 100 metros lisos, a la iniciativa del equipo de Serrano le falta ese pequeño y costoso salto cualitativo que le permita reducir las décimas necesarias en carrera para entrar en las medallas.

Así, el documento apunta que, desde un punto de vista técnico, se trata de una «una propuesta bien construida para la ejecución de un nuevo parque municipal», pero, al mismo tiempo, considera que esta es su gran debilidad a la hora de presentarse a esta convocatoria, ya que ello «penaliza la valoración respecto al componente de renaturalización», que busca el desarrollo de «una infraestructura verde» más que de un jardín. Esta circunstancia se traduce en algo así como 'es un buen proyecto, pero con estas premisas, esta no es la ventanilla adecuada', ya que el objeto de la convocatoria es «apoyar actividades que contribuyan a la renaturalización urbana, para incrementar la infraestructura verde y la conectividad ecológica, incrementar la biodiversidad y la adaptación al cambio climático, y mejorar la habitabilidad de las ciudades».

El informe técnico de evaluación sí valora positivamente que se hayan utilizado sistemas de drenaje sostenible (Suds) en el diseño de un parque municipal, pero subraya que, «en términos generales, no se puede considerar que se presente una propuesta de renaturalización urbana innovadora». «Se incorporan, asimismo, infraestructuras de uso público, principalmente de ámbito deportivo y estanciales, que aún siendo necesarias y muy útiles para la ciudadanía, no se alinean con los objetivos a financiar», prosigue.

De hecho, en relación al presupuesto presentado –unos 4,6 millones de los que se esperaba que la Unión Europea financiara unos dos– plantea el informe que «cabría analizar la posibilidad de sondear otras alternativas más alineadas con el contexto biogeográfico, con potenciales menores costes de ejecución y mantenimiento», estableciendo, por ejemplo, «una elección de especies vegetales que pudieran adoptar los requerimientos hídricos de su paisaje natural, alejándose de los planteamientos próximos a la jardinería urbana convencional».

Ya señaló el alcalde, José Antonio Serrano, tras el fracaso en la pasada convocatoria, que «el Parque Metropolitano de Barriomar es estratégico e irrenunciable y que la financiación de las obras de la primera fase de este nuevo pulmón verde serán asumidas por el Ayuntamiento». Sin embargo, el Consistorio no renuncia en este caso los 'Next Generation' y espera concurrir a una segunda convocatoria de esta línea de subvenciones que «debe estar próxima a salir», según indica el concejal de Programas Europeos, Juan Fernando Hernández. «Se van a realizar modificaciones en la propuesta, pero personalmente tengo la certeza de que podemos lograrlo», confía el edil, y señala que esperar a una respuesta positiva puede acelerar el proyecto –frente a lo que piensan los vecinos– por los compromisos adquiridos con Europa.

Y es que, desde la Asociación de Vecinos, se insta a licitar ya la primera fase del parque para que el proyecto no encalle. De hecho, desde la entidad vecinal no ven con malos ojos un diseño que incluya infraestructuras deportivas o estanciales, aunque, «tal y como está ahora la zona, nos basta con que se actúe». Por su parte, desde la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) llaman a idear una propuesta «más sostenible y con menos hormigón, que ponga en valor la acequia y sirva para hacer la ciudad más resiliente al cambio climático».