Los parkings subterráneos de Murcia pierden el 70% de sus ingresos
Los aparcamientos bajo concesión pública ponen sobre la mesa la posibilidad de solicitar compensaciones ante el «desequilibrio económico»
La pandemia, los confinamientos y las restricciones perimetrales han afectado a la cuenta de resultados de todas aquellas actividades económicas que tienen un modelo ... de negocio basado en una elevada afluencia de gente. Paradigmático es el tema de la hostelería, que además de limitaciones de aforo ha tenido que sufrir el cierre de establecimientos. Pero, colateralmente, también se han visto perjudicados otros negocios que pese a permanecer abiertos 24 horas, dada la naturaleza de su servicio, han sufrido una bajada de su clientela hasta niveles críticos. Este es el caso de los parkings subterráneos de la capital murciana, que se benefician, en una situación normal, de la imposibilidad de estacionar en la vía pública ante la elevada entrada de vehículos al centro de la capital y que necesitan, en buena parte, de la vida comercial, hostelera o de las consultas médicas presenciales para ser viables.
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«El año pasado perdimos hasta el 70% de nuestra facturación», asegura José Fuentes, presidente de la Asociación de Aparcamientos de Murcia, que engloba a prácticamente todos los parkings de uso público de la ciudad, incluyendo los de La Glorieta, Verónicas, Saavedra Fajardo, San Andrés, Vibelsa, Centrofama, Universidad, Santoña, Campillo, Libertad, Excelsior, La Vega y Alfonso X. En total, 3.500 plazas de estacionamiento repartidas en una quincena de subterráneos.
«La situación es catastrófica, porque tenemos que prestar el mismo servicio, durante las mismas horas, por lo que no hemos prescindido de personal ni hemos acometido ningún ERTE», explica el representante del sector en Murcia. Los gastos son los mismos, pero la facturación está a años luz de la prevista cuando se inició su construcción.
El Ayuntamiento alega que estos negocios se gestionan «a riesgo del concesionario» y que estarán a lo que diga la ley
Ante esta situación, que, en palabras de Fuentes, roza la del «mínimo vital posible» en cuanto a ingresos, las direcciones de los parkings no descartan avanzar en la ya de por sí profunda automatización de sus negocios, sobre todo si el desplome de la facturación se prolonga en el tiempo. Vivir con el personal mínimamente imprescindible y solo en los horarios en que este sea más necesario.
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Amortización de obra
Recuerda, asimismo, que una docena de estos aparcamientos prestan sus servicios en régimen de concesión pública. Esto significa que el Ayuntamiento fija sus precios, pero también que existe el pago de un canon y, por tanto, «debe haber un equilibrio económico de la concesión, que no se está cumpliendo por unas circunstancias sobrevenidas», remarca Fuentes. Apostilla, asimismo, que el beneficio obtenido de la actividad va destinado, en muchas ocasiones, a financiar el coste y la amortización de la obras de construcción acometidas en su día.
«No nos lo hemos planteado en firme aún, y tendríamos que hablarlo entre todas las empresas afectadas, pero se podría poner sobre la mesa una compensación económica, si bien no con transferencias, sí quizás con una extensión del periodo de la concesión», expone Fuentes. «Hay que recordar que no hemos recibido ninguna ayuda», apostilla
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Ante esta posibilidad, fuentes consistoriales indican que «los aparcamientos públicos están gestionados a riesgo y ventura por el concesionario» y que «cualquier tipo de reclamación sobre la disminución de los ingresos previstos como consecuencia de la Covid-19 será atendida por la administración en los términos que la legislación estatal establezca».
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