Estructuras del conjunto palaciego del llano, a los pies del Castillejo, halladas en las campañas de excavación. Escuela de estudios árabes-CSIC

Un nuevo estudio desvela un jardín de crucero del siglo XII junto al Castillejo en Murcia

Los investigadores del CSIC Julio Navarro y Pedro Jiménez sitúan una extensa área palatina a los pies del baluarte fortificado

Domingo, 23 de julio 2023, 07:29

La finca palaciega junto al Castillejo (siglo XII), en el sitio histórico de Monteagudo, ensancha su leyenda de lujo y ostentación. Un estudio de los ... investigadores Julio Navarro y Pedro Jiménez, que acaba de ver la luz, esboza en unos planos la estructura general del complejo áulico levantado por Ibn Mardanis -conocido por las fuentes cristianas como el Rey Lobo- y apunta como principal novedad la existencia de «un gran jardín de crucero» cuyo eje principal se extendía en dirección este-oeste, y en torno al que se articulaban algunas de las principales dependencias de la famosa almunia.

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Navarro destaca que los resultados de las excavaciones realizadas en los años 2018 y 2019, la relectura de la documentación escrita y el análisis del parcelario de la zona, a partir de fotografías aéreas históricas, «nos han hecho cambiar completamente la idea que teníamos de la finca», un espacio dedicado al recreo y a la explotación agrícola. «Nunca imaginamos que el área palatina pudiera ser tan extensa». El arqueólogo de la Escuela de Estudios Árabes, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala que «creíamos que la almunia solo contaba con el Castillejo como residencia importante, y que a sus pies no había más que huertos, con sus infraestructuras hidráulicas salpicadas de algunas construcciones menores». Ahora, el estudio ofrece otro panorama que da mayor realce a los restos conservados. «Concluimos -señala Navarro- que la zona del llano era el sector de la finca donde se extendía la mayor parte del área palatina del siglo XII y que el pabellón-palacio, excavado en 2019, a la vez que se sitúa en el centro del complejo, presidía un gran jardín de crucero, cuyo eje este-oeste debió alcanzar los 227 metros». Dicho espacio verde, que estuvo cuajado de «exquisitas arquitecturas y todo tipo de plantas exóticas», para disfrute del emir y de sus invitados, yace hoy día bajo parcelas de limoneros, naves industriales y construcciones domésticas, a la espera de un estudio en profundidad.

Con un eje principal de este a oeste, debió acoger «exquisitas arquitecturas y plantas exóticas» para disfrute del Rey Lobo

Según el investigador del CSIC, el complejo residencial del Rey Lobo, de inspiración oriental, tuvo que organizarse con la misma «estructura tripartita» documentada en otras almunias como la de al-Rummaniyya (Córdoba). Esta similitud tiene que ver con los tres edificios identificados en la zona ya excavada en Monteagudo. El principal, situado en el centro, es el pabellón-palacio, flanqueado por el sur por la torre exhumada en 2018, mientras que por el norte estaría otro pabellón aún sin excavar. «De estas tres construcciones -señala el trabajo- partían los ejes este-oeste que conforman el gran jardín de crucero», en torno al que se organizarían las diferentes estructuras arquitectónicas.

Los asaltos almohades

Navarro y Jiménez sostienen que las estancias palaciegas, proyectadas con una alberca hacia el interior del jardín de crucero, tendrían un uso «más público y protocolario», mientras que el resto de espacios (unos y otros se comunicaban a través de un patio interior) podrían acoger actividades más privadas o domésticas. Así, los investigadores señalan que el palacio fortificado del Castillejo compartía funciones residenciales y protocolarias con los edificios del llano. Sin embargo, el baluarte del cerro, ahora en fase de recuperación, debió tener como cometido principal servir de mirador de la extensa finca, con las murallas de la ciudad al fondo, y, al mismo tiempo, «representar la imagen del poder de Ibn Mardanis en el paisaje».

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Recreación sobre una foto actual de la configuración del jardín de crucero.

Navarro remarca que el conjunto del Castillejo representa un buen ejemplo de esa arquitectura de prestigio que el Rey Lobo practicó para dejar constancia de su autoridad y del dominio de su territorio. «Era la joya de la corona. Por eso, sus enemigos, los almohades, mostraron tanto interés en arrasarla, dos veces». Por los estudios estatigráficos, las técnicas y materiales constructivos y el diseño, los dos científicos fijan hacia el año 1150 la fecha de construcción tanto del palacio fortificado como del pabellón del llano, y su destrucción durante el primer asalto almohade a la finca en 1165. Apuntan que el baluarte del cerro «parece que nunca se restauró, mientras que el pabellón-palacio fue rehecho y ampliado». Y añaden que «la destrucción definitiva del área palatina del llano debió producirse durante la segunda razia almohade, en 1171, tras la que sus ruinas nunca se reconstruyeron».

Mañana, Julio Navarro tiene previsto regresar a Monteagudo para una nueva campaña de trabajos dirigidos a asegurar la conservación de los restos excavados. También aprovechará para avanzar en la investigación de este sitio histórico, con la vista puesta ahora en el castillo del Larache, a unos 350 metros de distancia del Castillejo. Cree que los resultados de su último trabajo deben llevar a las autoridades a plantearse la necesidad de estudiar y recuperar este amplio recinto palaciego. El experto del CSIC ha conseguido del Ministerio de Ciencia financiación (121.000 euros) para otro proyecto de investigación centrado en la arquitectura de prestigio de las almunias medievales y cómo este modelo llegó al Renacimiento.

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La arqueóloga Mireia Celma, en el huerto de la balsa del molino Armero. Javier Carrión / AGM

Cinco campañas arqueológicas a la vez en el sitio histórico

El sitio histórico de Monteagudo y Cabezo de Torres acoge este verano cinco campañas relacionadas con proyectos arqueológicos centrados en su rico patrimonio. A las excavaciones en el recinto inferior del Castillejo se suman a partir de este lunes los trabajos dirigidos por el investigador del CSIC Julio Navarro en el complejo áulico del llano. También tres equipos de expertos comenzaron el viernes los estudios y prospecciones que permitirán la puesta en valor del enclave superior del Castillejo y de las balsas del Larache y del molino Armero. Con una inversión de 400.000 euros, el edil Marco Antonio Fernández destaca el impulso al proyecto de las fortalezas del Rey Lobo, que aspira a convertirse en «una palanca para el sector turístico de toda la Región».

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