Ayuntamiento de Murcia y Comunidad se emplazan a buscar fórmulas para integrar los futuros servicios de bus
Cierran un acuerdo para que las líneas de pedanías hagan parada también en Santomera y prevén más pasos en relación a las rutas a Beniel y Alcantarilla
«No tenía ningún sentido que este autobús llegara a esta rotonda y diera la vuelta sin poder recoger a los vecinos de Santomera». Así, a pie de carretera, ejemplificaba el consejero de Fomento de la Comunidad Autónoma, José Ramón Díez de Revenga, los dislates que generó la asunción a finales de 2021 por parte del Ayuntamiento de Murcia de las líneas de pedanías sin que se articularan métodos de coordinación con las concesiones de los municipios del área metropolitana de Murcia.
La separación de concesiones, establecida por la ley regional de 2015 del sistema competencial del transporte urbano ocasionó que autobuses de dos concesiones distintas, urbana e interurbana, compartieran en ocasiones trayectos, pero no pudieran compartir o complementar sus paradas, generando situaciones de ineficiencia económica y de perjucios para los vecinos, condenados a ver pasar por la puerta de su casa expediciones que podrían ayudarles a mejorar el servicio con más frecuencias.
Tras dos años sin avances en este plano –y no sin lanzar un recado a la anterior concejala socialista de Movilidad del Consistorio murciano, Carmen Fructuoso– Díez de Revenga indicó que las administraciones municipal y autonómica han hecho propósito de enmienda y ya está buscando fórmulas administrativas para favorecer dicha integración concesional, o al menos para favorecer un funcionamiento complementario entre ambas, que debe tener la futura Área Metropolitana como piedra angular. Una de las posibilidades sería, en un momento tan capital para el sistema de transporte público como el actual, la de introducir correcciones en los pliegos de las nuevas contratas que se deben poner en marcha, en principio a principios del próximo mes de febrero, y que arrojan dudas en este momento sobre una llegada puntual. «Ya veremos cómo articulamos las soluciones con modificaciones en los pliegos o de otra manera, pero en cualquier caso el servicio se tiene que prestar y cualquier otra cosa es inexplicable para el ciudadano». apostilló el consejero regional.
De hecho, puso como ejemplo en la búsqueda de esta alternativas la solución presentada este viernes en el caso de Santomera –que parece solo un primer paso– por la cual los ciudadanos de este municipio podrán utilizar a partir del 1 de septiembre los autobuses municipales de la línea 36 de Monbus, procedentes o con destino a la ciudad de Murcia, en la nueva parada habilitada en la rotonda de la Cruz Roja, de manera que las expediciones que dan cobertura al municipio, sumadas a las de Movibus, pasarán de 20 a 40, doblándose. «Era una solución con un pequeño coste pero con gran complejidad administrativa que requería únicamente de voluntad, e intentamos sentarnos para ello con la edil Fructuoso, pero no hubo forma», defendía Diez de Revenga.
Cierto es que el gobierno socialista nunca quiso sentarse en las reuniones de construcción de la futura Área Metropolitana porque creía que no se abordaban en el marco de estas las necesidades reales de financiación del servicio, ya que el Ayuntamiento de Murcia asumió el traspaso de las líneas de pedanías, con un coste anual de 8 millones de euros y sin fondos autonómicos, aunque sí con el correspondiente apoyo que la Comunidad recibía del Estado.
«Ha triunfado la buena política lo ha hecho en un tiempo récord, de manera que los viajeros de Santomera ya no tendrán que andar cerca de un kilómetro y medio hasta Cobatillas, soportando inclemencias climáticas o arriesgando su integridad», defendía el nuevo alcalde de la localidad, Víctor Martínez, agradeciendo la predisposición, a la hora de alcanzar el acuerdo, tanto del consejero como de su homólogo capitalino, José Ballesta.
«Los vecinos no entienden de límites geográficos o competenciales, tampoco de contratos ni de empresas, sólo tenían un problema de difícil explicación del que su alcalde ha tomado conciencia rápidamente y para cuya solución ha sido el auténtico motor», añadía el regidor murciano, José Ballesta, durante la presentación este viernes de esta medida. hay que recordar, además, que la semana pasada se anunció que los autobuses de Movibus pasarían, por su parte, a recoger a los vecinos de Montepinar, en la pedanía murciana del Esparragal, con nueve paradas diarias, después de que se habilitara una nueva parada en la urbanización de las líneas 22A y 22B.
«Tenemos una voluntad firme y el siguiente paso debe ser el de Beniel, que puede venir seguido, por qué no, de Alcantarilla», prosiguió el consejero a preguntas de LAVERDAD. En este último caso, el problema no es tanto la cobertura que reciben los alcantarilleros, como en la mejora de los servicios que puede suponer para los vecinos de las pedanías de Murcia la consecución de un acuerdo. No obstante, no dejan esto de ser parches, a la espera de que el Área Metropolitana coja entidad y empiece a funcionar como tal.