Murcia busca modelo turístico con sus joyas aún por rehabilitar

«Esto está muy bien, pero me gustaría saber si hay algo en firme para poner el valor un diamante en bruto que no tiene nadie como es el conjunto monumental de las fortalezas Monteagudo». Mayca Dengra, guía oficial de turismo y directora de la empresa Aldaba Congresos, lanzaba esa pregunta al edil Pedro García Rex tras la presentación al sector del Plan Estratégico de Turismo para los próximos cuatro años. Rápidamente, su pregunta fue respaldada por otros asistentes a la cita.

Este documento, elaborado por la consultora TMR Experience a partir de dos mesas de trabajo con diferentes agentes del sector en el municipio, busca fijar «la hoja de ruta que debe orientar el desarrollo del turismo» hasta 2025, fijando «un modelo sostenible, innovador y accesible», según señalaba el alcalde, José Antonio Serrano.

Sin embargo, detrás de estas propuestas, que cuentan con cierto grado de abstracción y se encuentran pendientes de concreción presupuestaria, es imposible obviar la falta de puesta en valor de la que adolecen muchos de los activos monumentales del municipio. «El Castillo de Monteagudo es nuestro Monte Saint-Michel; yo organizo rutas turísticas con visitantes extranjeros a la zona y alucinan tanto en el plano positivo, porque tengamos este patrimonio; como en negativo, porque se encuentre en ese deficiente estado de conservación», señalaba Dengra. La primera fase de obras de acondicionamiento de la fortaleza lleva meses a la espera del inicio de las obras, ya adjudicadas. Parece, no obstante, que podrían arrancar de manera inminente tras realizarse su replanteo.

Tampoco hay que olvidar la situación en la que se encuentra el yacimiento de San Esteban, pendiente de su musealización desde hace más de una década y que precisa de una acuerdo presupuestario a tres bandas entre administraciones. «Estamos trabajando en ambos casos en esa puesta en valor», aseguraba García Rex.

Este plan precisamente apuesta por estructurar una oferta que mira, prioritariamente y estratégicamente, al Turismo Cultural de primer nivel, al Gastronómico, al de Congresos y a las escapadas del fin de semana. No olvida otras propuestas como las de la oferta familiar y deportiva, o como la del turismo de compras, aunque el director de TMR, Luis Herrero, reconoce que «no se está potenciando el tejido comercial del centro histórico, que es lo que le da vida».

Estas propuestas se beneficiarían de una percepción del municipio como «destino seguro, dinámico y hospitalario, para visitar sin prisas, que se beneficia tanto de un paisaje urbano, como natural y la singularidad de su huerta. Como visitantes prioritarios, se apunta a los residentes en Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía, pero también, a británicos, franceses e italianos en el plano internacional, sin olvidar a los residentes extranjeros en la Región. «Son un mercado cautivo con alto potencial», añade Herrero. Este Plan cuenta con un sistema de indicadores para medir su éxito.

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