Los murales de Carpe en Murcia que nadie ve
Dos grandes obras del artista llevan casi veinte años ocultas al público en el Museo Arqueológico; ahora Cultura baraja su recuperación
Dos de las escasas obras de arte contemporáneo que atesora el Museo Arqueológico de Murcia (MAM) pasan desapercibidas para el público. Desde hace casi ... veinte años permanecen ocultas a la vista, y la mayoría de los visitantes transitan junto a ellas sin saber que están ahí. Se trata de los grandes murales que en 1955 pintó Antonio Hernández Carpe (Espinardo, 1921-Madrid, 1977) para decorar el salón de actos de lo que entonces se concibió como Casa de la Cultura, y transformada después en el Arqueológico de la capital murciana, en el paseo de Alfonso X el Sabio. En 2005, con motivo de unas obras de remodelación, las creaciones (en la sala de exposiciones temporales de la primera planta) se taparon: una con una pared de pladur y la otra con un estor.
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Nadie se explica aquella decisión, a la que ahora se le podría poner remedio. La Consejería de Cultura confirma, a preguntas de LA VERDAD, que técnicos de las áreas de Patrimonio y Museos trabajan «en un informe-proyecto que determine la mejor actuación para la puesta en valor» de los dos murales. De momento no se facilitan fechas ni tampoco los detalles de la intervención.
La intención de Cultura coincide con la iniciativa emprendida por la Fundación de Arte El Mural para catalogar la obra del artista murciano repartida por toda la geografía nacional. Dicho colectivo ya lleva inventariadas 30 creaciones, pero la tarea se presenta ardua debido a la extensa producción del muralista. Su maestría fue requerida por algunos de los mejores arquitectos de la mitad del siglo XX para decorar sus proyectos, por todo el país, desde edificios residenciales a instalaciones deportivas, colegios y sedes de organismos oficiales.
Los murales del MAM contienen una colorida representación de la entrada de Alfonso X el Sabio a Murcia. El panel central muestra al monarca, arropado por una comitiva de caballeros, con las murallas de la ciudad y un campamento medieval de fondo. Ocupa la pared donde se situaba el estrado del salón de actos, y mide seis metros de alto por ocho de largo. Para la composición, el autor parece que se inspiró en el miniaturismo del medievo. El otro (detrás de una pared de pladur y al que se accede a través de una pequeña puerta) ocupa un lateral de forma semicircular. La escena (casi de las mismas dimensiones) muestra a un grupo de ángeles y músicos que saludan la llegada del rey. Todos los detalles de estas dos obras se darán a conocer en la nueva temporada del ciclo divulgativo que organiza la Real Academia de Alfonso X, en una conferencia a cargo de Santiago Delgado, secretario de dicha institución.
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La recuperación de los murales del Arqueológico se ha convertido en uno de los primeros retos en abordar por la citada fundación. Este colectivo, que encabeza Celina Hernández-Carpe, hija del artista, ya se ha reunido con el director general de Patrimonio Cultural, José Francisco Lajara, y ha encontrado «una muy buena disposición» para materializar el proyecto.
Una ruta guiada
Además de la catalogación de la producción artística del pintor de Espinardo, otra tarea en marcha se centra en la difusión de su obra. Y para ello se prepara ya una ruta guiada por Murcia –prevista para el próximo día 19– con el fin de mostrar a los ciudadanos algunas de las composiciones que lucen en zaguanes y fachadas de inmuebles públicos y privados. El Mural ya dispone, también, de una página web donde da a conocer su misión y sus actividades. Y en los próximos días estrenará sede en la calle Sociedad.
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Pendiente sigue, no obstante, el rescate de los murales de Carpe desmantelados tras la demolición del antiguo Hospital Provincial. La Consejería de Hacienda, que los guarda en un almacén, anunció que se iban a recolocar en el hospital Reina Sofía. Pero el proyecto se ha atascado debido a la complejidad que entrañan los trabajos. Los técnicos están a la espera de nuevos informes para tomar una decisión.
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