«Khaled salió a jugar y el camión lo pisó»

Junto a su domicilio, los desgarrados gritos de su vecina, la madre del menor fallecido, se apoderaron de la calma habitual de esta zona de huerta, ubicada en el carril Campoy de la pedanía murciana de Los Dolores. En el interior de la casa, amigos y allegados trataban este viernes, sin éxito, de aliviar el desconsuelo y la pena de la mujer, de nacionalidad marroquí. Los alaridos de dolor, no obstante, no cesaron en toda la mañana.

En la puerta del domicilio, varios familiares recordaban, señalando las fotos de Khaled en sus móviles, cómo era el niño. «Empezó a caminar con un año porque sus pies se iban detrás de las pelotas. Le gustaba golpear el balón. Era muy alegre y sociable; se iba con todo el mundo», recuerda Abdul, un primo de la madre.

Él fue una de las personas que presenciaron la terrible muerte del bebé. «Estaba cenando con mi prima y su cuñado en la casa cuando de repente no vimos a Khaled. Fue un segundo. Lo llamamos, pero no contestaba». El familiar asegura que al escuchar en la calle el ruido del camión con el motor arrancado se imaginó lo peor.

«Cuando salimos fuera vimos el cuerpo bajo las ruedas traseras y golpeamos el vehículo para avisar al camionero, que estaba dando marcha atrás, para que parara. ¡Para, para, para!, chillamos. Él se detuvo y al reiniciar la marcha para adelante volvió a pasarle por encima», describe Abdul.

El pequeño estaba jugando en la calzada, junto a la acera, en un carril estrecho, de noche y con poca iluminación. El conductor maniobraba un camión de gran tonelaje dando marcha atrás, para estacionar el vehículo junto a su vivienda y no vio al pequeño. Cuando el hombre descubrió lo que había pasado, se derrumbó y comenzó a golpearse contra la pared. «Son vecinos y quería mucho a Khaled. Ha sido una tragedia para todos. En un segundo salió a jugar y el camión lo pisó; no se pudo hacer nada», apunta Abdul.

Los servicios de emergencias acudieron diez minutos después del atropello, cuando el teléfono de emergencias 112 recibió una llamada de la Policía Nacional informando del accidente y solicitando asistencia sanitaria. Al lugar se desplazaron patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local, así como una Unidad Móvil de Emergencias, pero los sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida del menor. Tanto la madre del bebé como el propio camionero tuvieron que ser asistidos por el equipo ERIE de Intervención Psicosocial de la Cruz Roja, que se desplazó a la zona, al sufrir sendos choques emocionales.

La mujer lleva quince años residiendo en España, adonde llegó tras separarse de su primera pareja en Marruecos, con la que tuvo tres hijos. En Murcia regenta un establecimiento de alimentación en la pedanía de Patiño y allí estaba siempre con Khaled. «El niño es fruto de una relación posterior, pero el padre se desentendió», indican sus vecinos.

La familia tiene previsto enterrar próximamente al pequeño en el cementerio de Espinardo, en Murcia. «Le gustaría llevarlo a Marruecos, donde tiene a sus otros tres hijos, pero no tiene dinero», afirma el primo de la mujer.