El alcalde, José Ballesta, en la Glorieta, engalanada con las banderas de los Estados miembros de la Unión Europea. Vicente Vicéns/ AGM
Alcalde de Murcia

José Ballesta: «En cuestión de fondos, le estamos disparando a todo lo que se mueve»

Cumple el regidor cien días en el cargo consciente de que el éxito de muchas de sus propuestas estrella, como el tranvía o los túneles, está condicionado a una financiación incierta

Domingo, 1 de octubre 2023, 07:49

«A estas horas, y después de estos intensos días, soy más bien medio alcalde», confesaba José Ballesta, poco antes de las 9 de la ... mañana, tras varias jornadas de actividad frenética a cuenta de la celebración en Murcia de un encuentro informal de ministros y secretarios de Estado de la Unión Europea. Precisamente arrancaba el regidor la semana cumpliendo cien días en el cargo tras su vuelta a La Glorieta, un periodo en el que ha apostado por ir cerrando asuntos pendientes por la vía rápida, antes de centrarse en los proyectos fundamentales de una legislatura que no se atreve a confirmar como la última de su carrera política.

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–No sé si quizá se trata de una cifra que se ha cargado de excesivo simbolismo pero, ¿son cien días suficientes para marcar la senda de una legislatura?

–Yo creo que sí. También hay que tener en cuenta que son unos cien días un poco peculiares, con un verano de por medio; pero este periodo coincidente con las vacaciones nos ha venido bien porque nos ha permitido reflexionar sobre las cosas con un poco más de sosiego y preparar una reentrada en el mes de septiembre que ha sido frenética, para que todo saliera razonablemente bien, teniendo en cuenta que hemos tenido eventos como la Supercopa o la reunión de ministros de esta semana. Y en medio de todo ello, hemos aprobado los presupuestos, que es uno de los momentos más delicados para un gobierno, ya que cada concejalía tiene sus objetivos y los defiende. Si a ello sumamos que hemos reanimado algunos proyectos emblemáticos, en perspectiva, estoy razonablemente satisfecho.

–En esta vuelta del curso, una de las patatas calientes que se le presentaban era la gestión de un plan de movilidad heredado que criticó mucho en su día. Sin embargo, la mayoría de las actuaciones se han ido ejecutando tal y como estaban previstas. ¿Se han evitado decisiones políticas que podían poner en riesgo las ayudas?

–Hay que decir que este plan de movilidad no es el nuestro, el cual nosotros queríamos arrancar con la licitación del nuevo modelo de transporte público, que ya teníamos preparada y que tenía unos medios más ecológicos con los BTR, que llamamos 'Tranvibús'. También incluía, entre otras medidas, una serie de aparcamientos disuasorios, una mayor peatonalización en determinadas zonas y el fomento de la movilidad personal, las cuales se debían ejecutar antes que la puesta en marcha de los nuevos carriles bus y bici y, sin embargo, se ha empezado por lo último. No obstante, sí se han aplicado cambios a lo ya adjudicado, como en el caso de Espinardo u otras modificaciones que hemos introducido hasta lo que el límite legal permite para suavizar determinadas aristas, por ejemplo, para permitir procesiones y desfiles tradicionales. Hay que recordar que cuando llegamos la ciudad estaba completamente levantada y nosotros las hemos acabado en agosto para devolverle el pulso.

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–Dentro de esas infraestructuras asociadas que considera necesarias llamó especialmente la atención su propuesta para construir varios túneles. ¿Hay un marco temporal ya para su ejecución?

–Si nosotros hubiéramos tenido la responsabilidad de decidir en su momento, cuando salieron las distintas convocatorias de fondos, hubiéramos puesto en valor otras propuestas como, por ejemplo, el tranvía, o soluciones para que los vehículos fueran por debajo, generando una ciudad más fluida. Pero se ha perdido una oportunidad histórica que no sabemos si volverá...

Estreno de las nuevas vías

–Ha aludido a la puesta en marcha del nuevo sistema de transporte público como piedra angular de su plan de movilidad, la cual sigue pendiente de licitación. ¿Puede Murcia permitirse mucho más tiempo tener unas infraestructuras infrautilizadas?

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–Las infraestructuras asociadas a un plan de movilidad tienen unas características muy especiales, como es su alto coste, por lo que deben ser rentables socialmente y, en este momento, no lo son. A ello se une que son difícilmente reversibles, por lo que hay que planificarlas muy bien. En estos momentos estamos viendo, en los conteos, que las bicicletas que circulan por ellos en la zona centro no superan las 20 a a la hora. Estas cosas hay que reflexionarlas. Y en cuanto a los carriles bus, únicamente son utilizados actualmente por las mismas expediciones que había antes.

Vicente Vicéns / AGM

–Además, el inicio de la convivencia de los vecinos con estas nuevas vías está siendo complicado. ¿Pasa su respeto y el cambio de hábitos ciudadanos que se quiere conseguir por una mayor actividad sancionadora?

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–Nunca he creído que la actividad sancionadora sea lo que modifique realmente una cultura. Hay que hacerlo de otra manera porque es imposible tener policías las 24 horas del día en todos los puntos de la ciudad. Se debe apelar a la pedagogía, mediante campañas informativas, y al convencimiento de los ciudadanos de que aquello es útil para su vida diaria.

Realidad presupuestaria

–¿Han sido los presupuestos de 2023, llenos de ajustes, un golpe de realidad respecto a la capacidad económica del Consistorio?

–No venimos del desconocimiento ni de una situación en la que estas cosas nos puedan sorprender. Yo calificaría estos presupuestos como los de la responsabilidad, ya que buscan que los servicios básicos que presta el Ayuntamiento, y que no estaban asegurados, no se vean afectados, de forma que el ciudadano que sale a la calle se las encuentre limpias, la basura recogida y que la iluminación siga funcionando. Lógicamente hemos tenido que dejar en un plano más secundario la posibilidad de avanzar los proyectos estratégicos que aportan visión de futuro a la ciudad.

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–¿Y dependen por tanto esos proyectos europeos en buena parte de la obtención de fondos europeos?

–Dependen de muchos elementos. También estamos concurriendo de forma competitiva a fondos nacionales y regionales. Nos vamos a presentar en muy corto espacio de tiempo al 2% Cultural del Ministerio de Fomento, que es el programa que nos está permitiendo recuperar el Castillejo, pero también a otras convocatorias ministeriales relacionadas con áreas como el turismo o la arquitectura, así como a las que oferta la Comunidad. Y, luego, están nuestros fondos propios, pero estamos en la fase de disparar a todo lo que se mueve. Porque, además, en el pasado hemos tenido bastante éxito en este tipo de procesos. De hecho, todo el proyecto de Ciudad Inteligente surge de una convocatoria que se hizo en su momento y que nos dio 10 millones de euros y que está permitiendo retomar ahora la 'smart city' con la instalación de sensores en los jardines o la colocación próximamente de cámaras de tráfico, incluso con visión nocturna, para que el tráfico esté regulado en tiempo real, e, incluso, de sonómetros.

–¿Entiende por ejemplo las críticas de los que tachan el árbol de Navidad como un derroche innecesario?

–Esto está dentro de lo que algunos llaman, yo no, el juego político. Tampoco quiero mirar mucho hacia atrás, porque, aparte de ser estéril, uno corre el riesgo de convertirse en una estatua de sal. Pero la verdad es que el anterior equipo lo sacó a concurso por una cantidad similar y quedó desierto. Son cosas un poco peculiares. Yo creo que es un elemento casi icónico de la Navidad en Murcia, a juzgar por los miles de personas que lo han visitado en años anteriores, y no solo el día de la inauguración, y no solo de Murcia, sino también de toda la Región y de fuera de ella. Y no quiero entrar en esa dinámica de competición con otras ciudades que pugnan por ver quién pone más luces o el árbol más alto. Nosotros ya empezamos y otros han venido detrás.

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–En la misma línea, las críticas también se han extendido a la creación de la nueva Unidad de Caballería de la Policía Local. ¿Qué le diría a aquellos que consideran que es una medida sin una incidencia práctica real en la seguridad?

–Prefiero no entrar en este tipo de debates, no voy a calificarlo. Todas las grandes ciudades españolas la tenían, excepto Murcia, y su coste es mínimo; estamos hablando de cuatro unidades, no de un batallón. Muchas veces me produce pudor o hastío entrar a debatir este tipo de cosas, como si habláramos de que este tipo de marca de moto es mejor o peor.

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–En relación a la seguridad, ¿genera la presencia de un foco de venta de drogas próximo, en La Paz y La Fama, un problema casi irresoluble de degradación para el centro de la ciudad? ¿Debe las administraciones trazar un plan conjunto para abordar esta situación?

–No es un problema exclusivo de Murcia. Son situaciones que se viven también desafortunadamente en todas las grandes ciudades. Pongámoslo en su justo término.

Visita comunitaria

–¿Ha tenido que desempolvar el inglés durante estos días de encuentros europeos en la ciudad?

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–Bueno, en mi etapa de formación estuve trabajando en un hospital inglés durante mucho tiempo y también en otros lugares del mundo. Además, en estos últimos años he retornado a mi actividad académica y nuestra labor investigadora, así como el contacto con otros colegas de fuera de España, así como las publicaciones o conferencias, que cuando te toca ir a un congreso se desarrollan fundamentalmente en este idioma, por lo que es parte de mi vida profesional. Lo que me ha llamado la atención es la rigidez protocolaria en estos ambientes diplomáticos; está todo muy estructurado, con pautas para actuar; por otro lado, esto evita que te equivoques.

–¿Considera que la acogida de citas como estas permiten a la ciudad sembrar de alguna manera de cara al futuro, más allá de permitirle mostrar su hospitalidad?

–Sí, y no es solo esta reunión. Hemos de lograr una repercusión enorme con un evento deportivo como la Supercopa de baloncesto, que han visto más de 40 millones de personas en 150 países, y también acabamos de presentar una nueva edición del congreso de directivos de empresas de toda España. Con todo esto en su conjunto buscamos ese concepto jurídico indeterminado que llamamos reputación, que es algo difícil de medir, pero que se tiene o no se tiene. Me agrada mucho ver durante estos días a todos estos ministros, secretarios de Estado y embajadores europeos hablando de Murcia en las redes sociales, a la que se une la presencia en medios extranjeros. ¿Cuánto vale eso en el mercado si hubiera que pagarlo? Además, es importante de puertas adentro, porque una de mis obsesiones es que superemos determinados complejos y abracemos un sentimiento de pertenencia y de orgullo a una tierra que nada tiene que envidiar a otra y abandonemos el fatalismo histórico, sabiendo que con determinación y coraje podemos superarlo.

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El valor del patrimonio

–Esa inyección de orgullo, ¿debe venir también de la mano de la recuperación de nuestro patrimonio histórico-artístico? ¿Veremos alguno de nuestros potenciales atractivos culturales y turísticos convertidos en un recurso más durante esta legislatura?

–Nosotros hemos tenido en nuestra historia dos momentos brillantes: cuando fuimos capital de media península en la última época de los reyes árabes y la otra en el tránsito del siglo XVII al XVIII, en nuestro Siglo de Oro, con personajes como Salzillo y Floridablanca. Nosotros estamos intentando recuperar el proyecto de las Fortalezas del Rey Lobo y queremos impulsar definitivamente la recuperación de San Esteban; pero también hemos puesto en valor la muralla por toda la ciudad y hemos abierto la Cárcel Vieja. Pero soy consciente de que esta tarea superará a esta generación y probablemente a la siguiente. Porque una excavación no es como construir un edificio, sino que lo que vas encontrando es lo que te va dictando qué debes hacer después.

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–Al hilo de esto y, considerando que todos somos contingentes y temporales, y de que acabará este mandato con casi 69 años. ¿Piensa que debe consolidar durante este tiempo un legado?

–Eso de los legados suena grandilocuente y arrogante. Yo estoy para hacer mi trabajo y ponerme al servicio de los murcianos. Cuando paso por la Sala de Corregidores, siento la grandeza y la historia de la ciudad, que te empequeñece, dentro de esa gran cadena de regidores.

–Dicho de otra manera, ¿aspira a seguir la senda del alcalde de Málaga, que sigue en el cargo a los 80 años?

–Él [Francisco de la Torre] es un buen amigo y una persona excepcional; un visionario con mucha energía. Hay pocos como él. Estamos empezando este mandato, por lo tanto vamos a ver cómo acaba y qué es lo que sucede entonces.

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