Rezos y muchos ramos de flores en el cementerio para honrar a los familiares fallecidos . JAVIER CARRIÓN / AGM

Jornada fresca y soleada para honrar a los familiares difuntos

El grupo Miskorus interpretó un concierto vocal e instrumental antes de la misa que ofició el obispo ante medio millar de personas

Viernes, 2 de noviembre 2018, 08:24

Los chubascos dejaron paso ayer a un día soleado, aunque fresco, que permitió que los 33 cementerios del municipio, entre ellos el de Nuestro Padre Jesús, se llenaran de visitantes desde primera hora.

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El despliegue de policías locales permitió regular el acceso y la salida a las horas de mayor concurrencia, en torno al mediodía. Los vendedores de flores, frente a la puerta principal, hicieron su agosto y ofrecieron ramos y tarrinas con numerosas combinaciones de flores y colores. También pensaron en las familias con menos recursos y ofrecieron ramos por 5 euros. Otros prefirieron comprar las flores en la ciudad o incluso arrancar las rosas más bonitas de su jardín para depositarlas a los pies de la tumba de sus familiares fallecidos.

A las 12, como todos los años, el obispo, José Manuel Lorca Planes, ofició la misa, a la que acudieron cientos de personas, 400 de ellas sentadas en las sillas habilitadas por el Ayuntamiento. Entre los asistentes, se hallaba el concejal de Deportes y Salud, Felipe Coello.

Una hora antes, a las 11, se inició en la puerta principal del cementerio un concierto a cargo del grupo vocal e instrumental Miskorus, que gustó mucho a los visitantes.

La lluvia caída anteayer ayudó a quitar el polvo de las lápidas y aunque ayer todavía se veía a algún familiar escoba en mano, la mayoría de los familiares se limitaron a pasar un paño y, eso sí, a sujetar bien los ramos a pie de tumba con piedras para evitar que las flores volaran debido al fuerte viento.

Reencuentro de amigos

Como cada festividad de Todos los Santos, el camposanto se convirtió en un gran jardín con flores de todos los colores, por el que familias enteras, incluso con niños en carricoche, pasearon tranquilamente para honrar a sus difuntos y rezar unas oraciones. Fue también un día para el reencuentro de amigos e incluso familiares que coinciden en el cementerio de año en año.

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Hubo un servicio especial de autobuses para quienes no disponían de coches particulares. Los accesos se diversificaron con entradas y salidas, y zonas amplias de aparcamiento en las áreas norte y oeste, por lo que el tráfico fue bastante fluido. Los aparcacoches hicieron su papel, a cambio de unas monedas.

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