Los grandes proyectos de la era Ballesta, a la espera de la evolución de la crisis

La evolución de la crisis económica provocada por la pandemia va a determinar, pues, el futuro de estos y otros proyectos. «Se hará lo que se considere adecuado en una época como la que estamos viviendo y si hay que reestructurar los presupuestos, se llevará a cabo», reconoce el portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Mario Gómez. «Flores, las justas», añade. «Siempre lo hemos dicho y no nos han hecho caso», indica el ya exvicealcalde y exsocio de gobierno de los populares en Murcia, quien subraya que «somos capaces de repensarlo todo de una manera ágil».

Los socialistas tienen claro que «primero es la gente que no tiene para comer», y luego lo demás: reducir lo máximo posible las colas de los comedores sociales, echar una mano a los autónomos, al comercio y a la hostelería... Pero subrayan que no se va a renunciar a ningún proyecto, «y menos a los que están en marcha», considera José Antonio Serrano, el portavoz del grupo y candidato a alcalde. Destacan de estos, especialmente, el futuro de la Conexión Sur y el sitio histórico de Monteagudo.

En Podemos, su portavoz, Ginés Ruiz, va más allá y considera que «cuando el gobierno del PP habla de proyectos emblemáticos se refiere a proyectos megalómanos, a mayor gloria del propio alcalde, pero desconectados entre sí; no responden a un modelo claro de municipio, sino al destello puntual que quede bien en una foto o en un vídeo de autobombo».

Por eso, apuestan por iniciativas que den prioridad a la igualdad de trato para todos los vecinos de barrios y pedanías. «Ese es el gran reto de este municipio, y eso ha de verse reflejado en todas las políticas municipales: movilidad, medio ambiente, políticas sociales, vivienda, urbanismo...».

Evidentemente, dicen, ahí pueden jugar un papel determinante algunos proyectos concretos (Conexión Sur, como ejemplo claro), «pero siempre y cuando se pongan al servicio de un modelo de municipio justo, a diferencia de lo que sucede hoy».

Si hay un proyecto que puede poner a Murcia en el mapa es el del conjunto arqueológico de los castillos de Monteagudo, una de las joyas del patrimonio histórico del municipio y en el que más dinero hay previsto invertir de las tres administraciones: la local, la regional y la estatal. Entre las propuestas para este nuevo tiempo en Murcia figura la creación de un patronato que coordine todos los trabajos y que englobe a todas las administraciones implicadas. La puesta en marcha de un plan director del sitio histórico es otra de las herramientas necesarias para su gestión, así como la firma de un convenio con la Escuela de Estudios Árabes del CSIC para que retomen las excavaciones de la almunia del Rey Lobo, paralizadas desde 2019.

Cerrada la brecha, toca definir el futuro de los más de 200.000 metros cuadrados que van a quedar liberados cuando se concluyan las obras del soterramiento de las vías del tren a su paso por el sur de la ciudad. El PP presentó un proyecto muy criticado por los vecinos porque se sigue dando, dicen, excesivo protagonismo al coche en detrimento de las zonas peatonales. En este punto, los socialistas toman el testigo y, al igual que la formación morada, defienden quitarle más espacio al tráfico rodado y «apostar por un urbanismo ambiental, equilibrado y sostenible económica, social y culturalmente». Se debe ampliar el espacio liberado por las vías varias manzanas más allá porque «es necesaria una regeneración urbana», señalan. Y añaden que «no es solo un proyecto para el espacio liberado por los terrenos del soterramiento, sino una oportunidad de municipio más igualitario para el siglo XXI».

«Todo está por hacer». Eso es lo que opinan los que pueden llegar a ocupar el gobierno de Murcia que, como el resto de los ciudadanos, están a la espera de ver los resultados del estudio técnico encargado por la Concejalía de Movilidad Sostenible a principios de la legislatura para diseñar el nuevo sistema de transporte en el municipio. Hay que recuperar líneas, aumentar frecuencias, conectar todo el municipio a un precio asequible y, en definitiva, acabar con la «discriminación» que sufren las pedanías respecto al centro urbano. Una de las propuestas es que el Ayuntamiento se haga con la concesión del transporte público a las pedanías, que sigue en manos de la Comunidad Autónoma. El tranvía debe llegar hasta la estación del Carmen, partiendo desde la plaza Circular. El dinero necesario puede y debe, dicen, proceder de los fondos europeos. Y ya nadie habla del tranvibús, un híbrido que el Partido Popular vendió en época electoral. La Mesa del Transporte volverá a tener protagonismo.

De todos los grandes proyectos previstos, tal vez el de la segunda fase de Murcia Río sea el que más papeletas tiene para esperar a que la crisis económica se vaya superando. Esta iniciativa se extiende a lo largo de 27 kilómetros de cauce fluvial, recorriendo catorce pedanías, desde La Contraparada hasta Alquerías y El Raal, y supondrá la creación de nuevas zonas de ocio, deporte y cultura. Dos de los grandes espacios verdes o macroparques que contempla son los de Barriomar-La Purísima y La Fica. Cuando el alcalde lo presentó a finales de junio de 2020 ya tuvo muchas críticas por parte de la oposición, que tenía muchas dudas, y las sigue teniendo, de que sea el momento presupuestario idóneo para su desarrollo. Además, se van a encontrar, si no cambian algunas de las obras previstas, con problemas de permisos por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que ya ha advertido de que tras la última DANA hay que estudiar mucho lo que se va a hacer en el río.

El pasado viernes, 41 nuevos policías locales, que forman parte de la nueva promoción que engrosará la plantilla de este cuerpo de seguridad municipal, tomaron posesión del cargo. Con esta incorporación y la prevista, apenas se llega al medio millar de efectivos, que deben velar por 450.000 habitantes. Esto es lo que ha llevado a los socialistas a reclamar la necesidad de incorporar, al menos, a otro medio millar de agentes a la plantilla, que, como han recordado, ya lo prometió el exalcalde popular Miguel Ángel Cámara para el año 2020. Este regidor fue sustituido por Ballesta en 2015. Por eso, el nuevo ejecutivo municipal que salga de la moción de censura, si esta sale adelante, se compromete «a trabajar para seguir incrementando la plantilla de agentes locales». Si algo reclaman los vecinos es que aumente la seguridad ciudadana.