Egipto conquista el arte sacro murciano

Mido llegó a Murcia en 1981 y siete años más tarde contrajo matrimonio con Victoria Delis, quien daría nombre a la conocida tienda de muebles clásicos que regenta desde hace dos décadas.

La pareja se estableció primero en Sevilla, donde nacieron sus tres hijos y fue en la capital hispalense donde conocieron a un destacado anticuario, de quien Mido descubrió su pasión por las antigüedades y el arte clásico. En 1995 decidieron trasladarse a Murcia.

«Al principio, durante aproximadamente un año, distribuía mis muebles en varias tiendas especializadas de la Región y, viendo la aceptación de los clientes, decidí abrir mi propia tienda y vender directamente al público», recuerda Mido, quien añade que «aquello fue el comienzo, después vendrían los encargos de tronos y, más tarde, de retablos».

La clave del éxito, aunque sencilla, resulta digna de interés. Y se asienta en tres pilares. El primero de ellos es el proceso artesanal. Todos los trabajos de Victoria Delis se realizan por artesanos egipcios, radicados en la ciudad de Alejandría. La segunda característica es la rapidez en la entrega de los pedidos.

«Dispongo de más de una veintena de trabajadores que, si resulta necesario, se organizan en turnos durante el día y la noche», explica Mido. Lo que permite, por ejemplo, componer todo un retablo en tiempo récord, como sucedió con el que adorna el altar mayor de la iglesia de San Lázaro, en la localidad de Alhama de Murcia. Por último, aunque no menos importante, los precios que ofrece Mido son, como apunta, «muy competitivos», lo que ha atraído a no pocos clientes.

El proceso de fabricación de cada pieza comienza con el diseño, a cargo en Murcia de licenciados en Bellas Artes y, si la complejidad de la estructura lo requiere, de arquitectos. Una vez aprobado el proyecto, los planos se envían a Alejandría, donde artesanos de Victoria Delis se encargan de comenzar el trabajo.

El proceso de fabricación de un trono dura alrededor de un año y medio. Y si es un retablo algo más, dependiendo de la complejidad del proyecto. En ese tiempo, los artesanos remiten de forma periódica fotografías e imágenes del avance de los trabajos, aunque hay clientes que, en alguna ocasión, se han trasladado a Egipto para conocer 'in situ' el proceso. Es otra de las posibilidades que también ofrece Mido.

Toda la talla se realiza en madera de haya y a la antigua usanza, artesanalmente. Una vez doradas las piezas en pan de oro y acabadas, los tronos y retablos se envían a España por vía marítima. «Llegan aquí como un puzle, que entonces debemos ensamblar », explica el egipcio. Pero tan preciso es el trabajo que, en apenas unas horas, hasta el altar mayor de una iglesia luce dispuesto para su inauguración. La calidad de las piezas, la seriedad en la entrega y el boca a boca han hecho el resto durante años.