La dimisión de otro pedáneo acelera el cambio en las juntas afectadas por la moción de censura en Murcia

El ya expedáneo de Los Dolores comentó a LA VERDAD que dimitió (hace aproximadamente un mes) «porque no me gustaba el circo en el que se ha convertido La Glorieta»; pero sobre todo porque no quería pasar, por segunda vez, por el trago de abandonar su cargo «y tener que escuchar en el pueblo que habían conseguido echarme». Tomás explicó que en la anterior corporación (2015-2019) tuvo que estar en la oposición pese a que había ganado porque su partido negoció con Cs la alternancia en la presidencia para garantizar el apoyo de los naranjas en el Ayuntamiento, aunque entonces aún no eran socios de coalición. Pero cuando le llegó el turno, «Mario Gómez (portavoz de Cs) dijo que nadie se moviera, y me quedé fuera», relató, reconociendo que esto «lo llevaba clavado».

Pese a que Los Dolores solo tiene 5.000 habitantes es una pedanía, que «como las demás», tiene muchos problemas y asuntos pendientes, dijo, «pero sobre todo desde 2015 hasta la fecha, nos hemos sentido muy abandonados y hemos ido de mal en peor». Ese año fue cuando José Ballesta, el exalcalde Popular, llegó a La Glorieta. «Nosotros somos de un partido y lo queremos, pero no somos políticos y ante todo nos debemos a nuestros vecinos».

Juan Carlos Tomás se ha ido tranquilo, porque al contrario que en Espinardo, donde hay una total ausencia de poder, su puesto lo está cubriendo el vicepresidente, que es de Cs. «Pero si me preguntan, no podría asegurar que él siga en el cargo cuando acaben las negociaciones, porque el PSOE tiene ganas de entrar», subrayó, quien duda mucho que se vuelva a presentar al cargo.

Junto a Espinardo y Los Dolores, entran en las negociaciones las pedanías y barrios de El Palmar, Patiño, Garres y Lages, San Ginés y Sangonera la Verde (ahora en manos de Cs); Cabezo de Torres, Churra, El Esparragal, El Carmen, Puente Tocinos, La Alberca, Barrio del Progreso y San José de la Vega, que son ahora azules. Las cinco restantes que forman el total de 20 pedanías a negociar (Aljucer, Guadalupe, Santo Ángel, San Pío X y La Albatalía) están presididas por Vox pese a no tener los votos necesarios, gracias al pacto entre PP, Cs y Vox hace dos años. Dos de estas, Aljucer y La Albatalía, por el número de votos salidos de las elecciones de 2019, deberían haber estado presididas por el PSOE.

El acuerdo no va con la rapidez que a los socialistas les habría gustado, ya que querían dejarlo zanjado antes de que se echara encima el verano. De esta manera, todo el mundo estaría en su sitio para solucionar «los problemas de las pedanías, que no son pocos», explicaron desde el PSOE. Los socialistas siempre han dejado claro dónde están sus prioridades: en las pedanías, que son, además, donde vive el 60% de la población. «No hay tiempo para otro tipo de discusiones ni de filosofías, y más teniendo en cuenta que ya hay dos pedanías sin presidente y que en cinco localidades y barrio está gobernando la extrema derecha (Vox)», apuntaron. Tras dejar claro que no hay 'atranque' en el relevo de ninguna pedanía en especial, subrayaron que habrá una decisión, «en uno u otro sentido», en los próximos días.

Los de la formación naranja, con su portavoz y vicealcalde a la cabeza, Mario Gómez, no tienen tanta prisa, en tanto no esté arreglado lo que más les preocupa actualmente: la nueva estructuración y organización de las concejalías. Era y es su caballo de batalla, y no veían que «haya tanta prisa» por los cambios en las juntas vecinales; al fin y al cabo, subrayaron, «están cubiertas» en los cargos principales.

Lo que sí tienen claro es que de nada sirve cambiar a los pedáneos si se va a seguir trabajando de la misma forma que en la etapa del Partido Popular, apuntaron, en la que se llevan a cabo obras y trabajos a golpe de contrato menor. «Debemos garantizar el mejor servicio y satisfacer sus demandas centrando el trabajo de todas las concejalías en las pedanías», indicaron. Y tampoco dudaron de se vaya a alcanzar un acuerdo en las veinte Juntas. «Está clarísimo».