Denuncian actos de vandalismo en un colegio de Cabezo de Torres
«Se cuelan en el comedor, revientan puertas y han tratado de llevarse ordenadores», lamentan desde la asociación de padres
Nuestra Señora de las Lágrimas se llama el colegio. Quizás el nombre del centro sea excesivo para aludir a los sentimientos que genera en la comunidad educativa la situación actual por la que atraviesa, pero sí que lo hace el término 'cabreo'. Porque este colegio público de la pedanía de Cabezo de Torres ha sufrido varios asaltos y actos de vandalismo desde el inicio del curso, según relata Laura Cuencas, vicepresidenta de la asociación de madres y padres de alumnos (Ampa). «Las últimas veces han entrado al comedor; han reventado puertas y han tratado de llevarse ordenadores; este mismo fin de semana volvieron a colarse para beber y, aunque esta vez no provocaron destrozos, sí que dejaron por allí cristales y botellas, lo que supone un riesgo evidente para los niños», subraya Cuencas.
Esta situación no es nueva para el centro, ya que se viene produciendo desde antes de la pandemia, aunque se ha intensificado este curso. «Incluso llegaron a destrozarnos un aula de pintura», explica, y lamenta que «ya se han repetido muchas veces estos actos de continuo». «Creemos que estas conductas se ven favorecidas por la ubicación de las instalaciones, ya que están, a la vez, cerca del núcleo urbano, haciéndolas accesibles, pero lo suficientemente apartadas; además, lo que tiene detrás son huertos vacíos, lo que favorece que los vándalos salten la valla sin que se les vea», subraya la representante del Ampa. De hecho, Cuencas destaca que estos problemas no afectan a otros centros de la pedanía.
Asimismo, destaca que ya se ha solicitado al Ayuntamiento de Murcia y a la Consejería que tomen algún tipo de medida. Una de las vías es mediante el refuerzo policial en la pedanía, como apunta la todavía pedánea María Pilar Vivancos, aunque el insuficiente número de efectivos de Policía Local complica estas labores. «No hemos obtenido respuesta sobre las distintas peticiones», asegura la presidenta de la Junta Municipal.
La representante del Ampa cree que la ubicación del colegio Nuestra Señora de las Lágrimas favorece estas conductas y pide medidas de vigilancia
«El centro cuenta con alarmas, pero no cubren todas las instalaciones, así que otra opción sería ampliar el sistema de seguridad y dotarlo de cámaras de videovigilancia, porque todo lo demás son parches», defiende, al tiempo que apuesta por subir la altura de las vallas. «El colegio hacía antes un registro de estos daños, pero llega un momento que ya no se ponen denuncias; es raro el fin de semana que no se cuela alguien y las últimas veces han sido incluso entre semana», zanja Cuencas.
Desde el Ayuntamiento de Murcia señalan que son conscientes de esta situación y que se ha mantenido un estrecho contacto con la dirección del centro, hasta el que se han desplazado técnicos municipales. Sin embargo, aseguran que la mejora de los sistemas de seguridad es una competencia de la Consejería de Educación y destacan que «las reparaciones de los daños en el centro dependen de la Junta Municipal, así como el cambio y adecuación del vallado».