Cultura protege la centenaria Casa Colorá como «hito urbano» de Alquerías
El típico inmueble de labranza, testimonio del Vizcondado de Huerta, se alza con la catalogación de bien inventariado
La centenaria Casa Colorá de Alquerías, ejemplo de arquitectura tradicional vinculada al cultivo de moreras para la cría del gusano de seda, acaba de obtener la protección como bien inventariado por parte de la Consejería de Cultura. Supera así un proceso no exento de contratiempos, que obligaron a iniciar los trámites en dos ocasiones. La resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que solo está pendiente de su publicación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM), señala que la Casa Colorá (por los tonos almagras de su fachada principal) o Casa de los Robles, como también es conocida, está considerada «un hito urbano» de Alquerías y constituye «uno de los escasos testigos del mayorazgo del Vizcondado de Huerta», título concedido por Carlos IV en 1789 a Francisco de Borja Muñoz de Castilblanque.
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Según explica Sergio Pacheco, presidente de la Asociación para la Conservación de la Huerta de Murcia (Huermur), dicha construcción rural se veía amenazada por la desarrollo de un plan urbanístico. «Ahora el Ayuntamiento deberá proceder a su modificación, para asegurar la conservación del inmueble, y a realizar una ficha de protección». La Consejería de Cultura sugiere que la vivienda podría tener un uso didáctico, para contar los orígenes de la pedanía. Además, en la ciudad todavía quedan vestigios de aquel mayorazgo, como el reconstruido Arco del Vizconde de la plaza de Santa Isabel.
La protección de esta vivienda desató una oleada de apoyos tanto por parte de vecinos como de colectivos conservacionistas, entre ellos, Huermur y Bicihuerta. Según destaca la resolución, el inmueble, de planta rectangular, sólo tiene adosadas las construcciones de las zonas de servicio de la finca, «pudiendo constar como caserío en hilera». Posee dos crujías, dos plantas y tres ejes verticales en la fachada principal, en la planta baja se conserva la puerta de madera original con aplicaciones de hierro y, a ambos lados, los vanos de esta planta se cierran con rejas de forja contemporáneos a la construcción del inmueble. «En la primera planta -añade- los vanos se cierran con ventanales de madera. La cubierta es a dos aguas con teja plana y la carpintería de pino rojo de Canadá».
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