El cuerpo de bomberos de Murcia pierde uno de cada seis efectivos en menos de dos décadas
Solo hay un profesional por cada 3.000 habitantes, una tasa inferior a la recomendada; el Consistorio estudia doblar la oferta de plazas
Siempre a vueltas con las ratios. Cada vez que se habla de un servicio público es ineludible revisar cuántos trabajadores de la administración atienden a ... un grupo de población y si ese número es suficiente para hacerlo en las condiciones y con la calidad adecuadas. Si se pone atención a esta cuestión en cualquier ámbito, cómo no hacerlo en la gestión de las emergencias. Incendios, rescates y excarcelaciones en accidentes de tráfico, intervención ante riadas e inundaciones, colaboraciones con la Policía o los servicios sanitarios... Amplio es el catálogo de situaciones ante las que actúan los bomberos de los Servicios de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Murcia.
Actualmente, la plantilla municipal del cuerpo se encuentra en 183 efectivos, de los cuales 175 pertenecen a la escala operativa de bomberos y otros 8 se integran en la administrativa, es decir, operadores de sala. Si se atiende, por tanto, exclusivamente al personal que sale cada día a la calle a jugarse el tipo, la ratio de estos profesionales se encuentra en 0,38 por cada mil habitantes o, lo que es lo mismo, poco más de un efectivo por cada 3.000 vecinos de Murcia. En el contexto europeo, se alude habitualmente a una tasa recomendada de un bombero por cada mil habitantes, aunque la realidad es que la media comunitaria se encuentra en algo más de un profesional por cada 2.000 personas (0,53 por cada mil), y la española baja algo más, hasta 0,43 por cada 1.000 habitantes, según un estudio de 2020 de la Universidad de Valencia.
«Si las cifras así presentadas parecen bajas en relación a las medias efectivas o recomendadas, lo son aún más si entendemos que para hacer los cálculos correctamente hay que descontar la jefatura de servicio y a los oficiales», defiende Antonio Valverde, delegado de personal del SEIS y coordinador de organización del Sindicato de Empleados Públicos (Sime).
«Tenemos casi un cuarta parte menos de plantilla por turno, motivado por el cierre del Parque de San Ginés», denuncia el Sime
Dejando aparte esta apreciación, lo cierto es que en las últimas dos décadas y manejando las cifras en bruto, el cuerpo ha perdido al menos un 17% de su plantilla (uno de cada seis). Las hemerotecas muestran que el SEIS contaba en 2004 con 220 empleados públicos, frente a los 183 actuales. Así, la crisis del ladrillo iniciada en 2008 y las restricciones a la oferta pública de empleo que impuso la 'ley Montoro' asestaron un importante golpe a este servicio público, como a tantos otros, incluido el de Policía Local, del que todavía intenta recuperarse.
«Antes de las oposiciones de hace dos años, llevábamos casi tres lustros sin que se convocaran oposiciones», apostilla Valverde, al tiempo que recuerda que el proceso de selección que se está desarrollando actualmente busca proveer en propiedad 18 plazas, de las que 14 son para conductores y otras 4 para operadores de sala.
«De hecho, si echamos cuentas a nivel operativo, casi hemos perdido una cuarta parte de efectivos por cada uno de los seis turnos que cubrimos, con el cierre en 2010 del Parque de Bomberos del Polígono de San Ginés –utilizado ahora poco más que de almacén– y la pérdida de otros cuatro bomberos por cambio en el del Infante», explica Valverde. Y destaca que «esta falta de personal acuciante se cubre por la dedicación de los trabajadores».
Un aumento «considerable»
El actual gobierno municipal asegura haber hecho acuse de recibo de esta situación heredada y recuerda que ya se encuentra aprobada la creación de 20 nuevas plazas. A ello añade que la intención es la de doblar esta cifra, para ampliar la plantilla «considerablemente» con otra veintena de profesionales más –sumando un total de 40 efectivos– y, todo ello, sin olvidar que en los Presupuestos de 2022 se incluirá una partida de un millón de euros para la compra de vehículos.
«Estas cifras al final acaban por llevarnos a la casilla de salida, aquellas de mediados de los 2000, ya que solo recuperamos lo que hemos perdido y sin olvidar que se siguen produciendo jubilaciones», destaca Valverde. Es cierto que el SEIS no sufrió en 2019 los rigores del decreto de jubilación anticipada que llevó a la Policía Local a perder casi un centenar de agentes en dos años. A este cuerpo le pasó una década antes.
Pero ahora, el nivel de la plantilla se enfrenta al próximo retiro de los profesionales que se unieron al servicio tras una de las oposiciones más numerosas de la historia del cuerpo, la de 1988. «Yo y otros 34 compañeros nos incorporamos al Ayuntamiento en aquel año; sabiendo que en esta profesión nos jubilamos a los 59 o 60 años, nuestra salida se encuentra cerca», zanja Valverde. Mantener el equilibrio a veces no es imposible, pero casi.
El año pasado hicieron 3.231 servicios frente a los 4.000 habituales
El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento realizó el año pasado un total de 3.231 intervenciones, lo que supone 266 menos que en el ejercicio anterior. Al igual que ocurrió en 2020, en el pasado ejercicio disminuyeron considerablemente las actuaciones llevadas a cabo por los bomberos, algo motivado por las restricciones ocasionadas por la pandemia. Así, en los últimos años, siempre se han superado los 4.000 servicios anuales.
Por tipos de servicio, los bomberos actuaron en 1.926 incendios y 471 salvamentos, además de realizar 362 asistencias técnicas y 464 inspecciones y asesoramientos.
«Entendemos que, a la hora de planificar el personal necesario, no queda otra que guiarse por la estadística, pero esta labor se basa en afrontar la emergencia, y un día puedes no tener nada y otro se puede complicar sobremanera la situación, y ello sin olvidar que hay épocas del año, como el verano, en que el trabajo se triplica», defiende el delegado sindical Antonio Valverde.
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