La Catedral de Murcia se levanta sobre el mejor terreno del valle para resistir un seísmo

Era el mejor sitio del valle del Segura a su paso por Murcia, lo que a priori, no significa que se tratara de un lugar libre de riesgo. Lo cierto es que, cuando los árabes plantaron su mezquita en el actual territorio del municipio tuvieron cierto ojo para elegir el terreno en el que cimentar, algo de lo que se aprovechó posteriormente la Catedral de Santa María, edificada sobre este lugar de culto islámico. Y es que, en una zona dominada por el suelo arcilloso, se apostó por construir en un área donde el sustrato de gravas se encuentra a menor profundidad, una circunstancia que da mayor consistencia al terreno y que reduce en cierta medida el riesgo sísmico inherente a la zona.

Esa es una de las conclusiones de un estudio dirigido por Marcos Martínez, profesor en la Universidad Politécnica de Cartagena del grado en Ingeniería de los Recursos Minerales y la Energía, que busca responder a la pregunta de cómo respondería un terremoto un edificio tan emblemático. Es cierto que el objeto de este trabajo no era -porque tampoco se contaba con los fondos necesarios para ir más allá- el de calcular la resistencia constructiva de la torre. Sin embargo, los resultados obtenidos para los parámetros del suelo pueden facilitar en gran manera esta tarea de cara al futuro. «Hemos realizado un trabajo preventivo y de preparación, ya que conociendo y clasificando el tipo de terreno, ahora podemos utilizar modelos para introducir parámetros sísmicos y estructurales y saber cómo se comportaría exactamente esta parte del edificio ante un movimiento sísmico», precisa.

Los datos disponibles por el momento no permiten, así, predecir este comportamiento, menos aún teniendo en cuenta la gran cantidad de situaciones posibles, dadas las diferentes magnitudes que pueden registrarse y las diferencias de onda en función de dónde se ubique el supuesto epicentro. «Normalmente, si este se registra en un terreno rocoso, más propio de zonas montañosas, la onda será rápida y la sacudida será menor; en cambio cuando cambia desde este a terrenos más blandos, como los de un valle, la onda se frena y se amplifica; habría que ver en ese caso si el movimiento se acompasa con el de la torre y que podría suceder entonces», añade. El estudio precisa, además, otra circunstancia que se conocía, la torre está inclinada y girada en dos orientaciones: este (0,7º) y norte (0,5º).

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