«Con el carril bici ya no puedo recoger los limones de mi huerto»

Juan Martínez se siente «impotente y desesperado». Este vecino de Alcantarilla de 83 años asegura que ha tenido que abandonar, «con mucho dolor de corazón», el huerto de limoneros ubicado en la pedanía murciana de La Raya donde nació. Una propiedad «con mucho valor sentimental» porque la heredó de su padre y a la que no puede acceder desde que se construyó en la zona un carril bici, cuyos pivotes no permiten la entrada a la propiedad agrícola con un vehículo.

«Desde que me jubilé, iba prácticamente todos los días al huerto porque siempre me ha encantado trabajar la tierra y no soy hombre de bares; la agricultura me hace feliz y es mi gran afición», destaca este guardia civil retirado tras treinta años de servicio que solicitó en diciembre del año pasado al Consistorio que le devuelvan el acceso a sus dos tahúllas, recuperando «el camino de servidumbre que llevaba ahí toda la vida», resalta.

Ante la falta de respuesta institucional, Juan confiesa que ha llorado mucho entre los árboles que plantó junto a su padre siendo tan solo un crío y que esta situación ha provocado que actualmente se encuentre «muy decaído». En este sentido, manifiesta que «se me parte el alma porque llevo mucho tiempo esperando una solución y no me han hecho ni caso, a pesar de que he ido a Urbanismo a reclamar mi solicitud. No me quiero morir sin que esto se arregle porque creo que estoy en todo mi derecho».

Además del abandono de las tareas agrícolas, Juan dice que ha tenido que renunciar a la recogida de la cosecha. «La pasada campaña tenía a un comprador y podía haber recolectado unos 10.000 kilos de limón fino, que me pagaban a diez céntimos», detalla sobre los ingresos que ha dejado de percibir, que calcula que hubieran ascendido a unos 1.500 euros «con los que cubrir gastos».

Desde el Consistorio responden que «antes de las obras del carril bici, no había acceso regulado, ya que la acera existía y no estaba rebajada, por lo que no podían pasar vehículos». A lo que fuentes municipales añaden que «el Ayuntamiento se puso en contacto con todos los vecinos afectados por las obras para ofrecerles la posibilidad de que tuviesen un vado –con rebaja de la acera– para acceder a sus fincas y cocheras, y los que lo solicitaron lo tienen en uso». Por su parte, Juan asegura que no recibió tal comunicación y que el camino de acceso al huerto sí existe porque aparece reflejado en el catastro.

Además, desde La Glorieta apuntan a que «podría acceder a la misma por la parte posterior». Una opción que, según el propietario de la finca, no es viable porque «la senda a la que hacen referencia desde el Ayuntamiento es intransitable para vehículos».

Temas

• Murcia