El carril bici del paseo Alfonso X de Murcia, una fuente de conflictos entre peatones y patinetes
Vecinos y comerciantes denuncian los problemas que genera en este paseo un vial exclusivo con una delimitación confusa y que se ha convertido en «una autopista para 'riders'»
La autopista del reparto. Eso es en lo que se ha convertido el paseo Alfonso X de Murcia, según lamentan vecinos, comerciantes y, en general, ... viandantes de esta céntrica zona peatonal de la capital, los cuales consideran que este entorno se ha vuelto, incluso, en un área con cierto peligro para una despreocupada caminata. El conflicto existente entre usuarios del patinete eléctrico –incluidos los conocidos como 'riders'– y los peatones que transitan la zona deriva de la configuración del carril bici de esta emblemática vía. Cierto es que son de sobra conocidas las quejas de una parte de la ciudadanía en relación al mal uso que muchos hacen de estos vehículos de movilidad personal, empezando por la circulación de estos sobre las aceras, una conducta sancionada por la ordenanza de Movilidad municipal.
La cuestión es que Alfonso X cuenta con un vial específico destinado al uso de bicicletas y patinetes desde que se acometieron las obras de peatonalización, culminadas en noviembre de 2019. Dicho carril exclusivo se encuentra señalizado tanto con elementos horizontales –unas pequeñas chapas metálicas redondas con una bici grabada– como con señales verticales. Sin embargo, no se trata de una plataforma segregada ni deslindada del resto del área peatonal, con el fin de mantener la estética de un paseo que muestra un enlosado relativamente uniforme, elaborado con piedra del Cabezo Gordo.
Esta distribución homogénea de la vía provoca diversas situaciones de confusión. La primera es la de aquellos que directamente no se percatan de la presencia de un carril destinado a vehículos que, pese a su tamaño, circulan a una cierta velocidad. Eso mismo ocurría esta semana con Raúl, turista procedente de Vigo, que consultaba Google Maps con unos amigos justo encima de la zona reservada para bicis y patinetes. La segunda es la de Consuelo, que caminaba sobre ella pese a saber que, en principio, este no era su sitio. «Vas andando y, en un momento, se te va el santo al cielo y dejas de darte cuenta», reconocía. En las mismas circunstancias paseaba Yadira, que no es natural de Murcia y que no se dio cuenta de esta situación, tras llegar a la ciudad, hasta atravesar varias veces el paseo.
Residentes de la zona abogan por eliminar el trazado, aunque también hay quien opta por mejorar la señalización
La consecuencia de estos despistes es la generación de una fuente habitual de enfrentamientos entre peatones y usuarios del patinete. «Vemos follones recurrentes y algún que otro atropello; no suelen ser graves, pero a veces derivan en cruces de palabras y peleas entre un viandante, atacado por la situación, y un 'conductor' que se rebota con el atropellado por caminar por donde no le toca», relata María, dependienta de la tienda de moda Gore, ubicada en la esquina de Alfonso X con Jaime I.
Explica María que es este, además, un punto especialmente conflictivo por la presencia del colegio Jesús María. «Hay que tener en cuenta que los niños son aún menos conscientes de las peculiaridades del paseo y juegan despreocupadamente sobre el carril, pensando que toda la zona es peatonal –aunque también cuenta con un vial para el paso ocasional de automóviles y furgonetas– lo que ha generado más de un susto», apunta. «Recuerdo que hace pocos años una niña acabó en la UCI tras un atropello de este tipo», añade María, destacando que muchas veces las situaciones se complican por «la elevada velocidad, el escaso cuidado y la falta de empatía con la que algunos circulan en patinete». «La verdad es que hay quien va a toda pastilla y luego, claro, ante la falta de una delimitación más clara, hay problemas», corrobora Carlos, camarero de La Terraza de Gran Vía.
Más problemas con las ferias
«Y todo eso cuando los patinetes circulan por donde supuestamente les toca, porque no es que siempre lo hagan», apostilla Ana Gallego, vecina de la zona y una de las impulsoras de la propuesta de una asociación vecinal para el entorno. De hecho, señala que esta situación ha sido notificada en varias ocasiones al Consistorio. «Por lo menos, cuando había viales para coches y una acera central, una sabía a lo que atenerse; ahora que, además, esto se ha llenado de repartidores de comida rápida, hay que andar con mil ojos, más aún cuando aparcan furgonetas para la descarga o cuando se montan ferias en el paseo, que reducen el espacio peatonal y eliminan visibilidad para cruzar de uno al otro lado», remarca Ana.
Para ella, la solución a estos problemas pasa, directamente, por eliminar el carril bici de Alfonso X y recuperar para el paseo «una de las calles más bonitas de la ciudad». «Ya cuentan con el de Gran Vía y avenida de la Constitución; no entiendo por qué hay una ruta duplicada», concluye.
Mientras, María cree que bastaría con mejorar la señalización, en detrimento de la estética. 'Riders' como Joao o Alain aseguran que no tienen habitualmente conflictos con los viandantes porque circulan a una velocidad moderada y tomando precauciones, algo que reconocen que no todo el mundo hace. «Eliminar este carril nos complicaría el trabajo», defienden. Lo que está claro es que la situación actual no parece convencer a gran parte de los usuarios de esta vía.
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Casi 3.000 denuncias contra conductores de VMP este año
«Una situación insostenible». Así calificaban, hace algo más de una semana, varios miembros del Consejo Social de la Ciudad de Murcia -máximo órgano consultivo del municipio- la realidad de la urbe en lo que respecta al uso de los vehículos de movilidad personal (VMP) o, más concretamente, de los patinetes eléctricos. Patente es que en ciertas capas de la sociedad puede haber una cierta incomprensión hacia unos dispositivos que son casi el único medio de desplazamiento que pueden permitirse muchos jóvenes y ciudadanos con ingresos limitados. Pero no es menos cierto que cada día se registran múltiples incumplimientos de las normas de circulación protagonizadas por usuarios de estos vehículos que generan ciertas situaciones de peligro, algo que también ocurre con el coche.
Concretamente, y en relación a las conductas sancionadas -que solo son una muestra de todas las que tienen lugar a diario-, desde el día 1 de enero de 2025 hasta el pasado lunes, la Policía Local de Murcia ha formulado 2.938 denuncias en materia de VMP. La conducta prohibida más reiterada es la de transportar en el vehículo un número de personas superior al de plazas autorizadas, con un total de 597 denuncias. Mientras, circular con el vehículo en zona peatonal tuvo 552 notificaciones en el citado periodo. Y muchos usuarios son más que conscientes de ello. De hecho, solo había que ver cómo el pasado jueves algunos de ellos desmontaban del patinete en la plaza Santo Domingo al percatarse de la presencia policial. La cuantía de la sanción en ambos casos se encuentra entre los 80 y 200 euros.
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