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Sábado, 25 de agosto 2018, 02:10
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La llegada del carril bici al casco urbano de Murcia obligará a realizar modificaciones en el sentido de la circulación de vehículos en varias arterias del centro de la ciudad, con el fin de hacer posible la convivencia entre los conductores y ciclistas. La urbanizadora municipal Urbamusa informa de que la semana que viene, a partir del martes, comenzarán los cambios en las calles Riquelme, San Benito, Cuesta de la Magdalena, Vinader y Conde de Roche, todas situadas en el espacio que existe entre las plazas Mayor, de las Flores y Santa Isabel.
La principal variación afecta a la calle Riquelme, una estrecha vía sin aceras por la que los vehículos podían ir desde San Pedro hasta las cercanías de la plaza Mayor, en dirección norte y con un único carril. Desde esta próxima semana modifica de sentido, dirigiéndose hacia el sur. Este cambio será permanente y, según Urbamusa, «permitirá una movilidad más ágil en la zona, al poder realizarse recorridos en sentido norte y sur», ya que la calle San Nicolás, paralela a Riquelme y hasta ahora con la misma dirección de circulación, mantiene su configuración.
Por la calle Riquelme se pretende que circulen vehículos, peatones y ciclistas, ya que está dentro del circuito de carril bici que irá desde la pasarela Manterola hasta la Circular, pasando por la plaza Díez de Revenga y la avenida de los Pinos, cuyas obras se están ejecutando. Fuentes municipales admiten que estudiaron sacar los coches, pero no fue posible porque hay que garantizar el acceso a residentes y al servicio de reparto (carga y descarga).
Los cambios en esta vía tienen como consecuencia otras modificaciones en calles próximas. Así, las calles Benito y Cuesta de la Magdalena, dos pequeñas arterias situadas en línea recta con Riquelme perpendiculares con Santa Teresa, también varían su sentido, dirigiéndose ahora hacia el sur. Vinader, por su parte, irá de lado oeste a este, mientras que Conde de Roche, que actualmente tiene una sola dirección para el tráfico, pasa a tener dos.
Para llevar a cabo los cambios, Urbamusa ha realizado un estudio de movilidad, con el fin de conocer el tráfico real en las paralelas calles Riquelme y San Nicolás. El informe señala que por la primera arteria, a horas punta del día, circulan una media de 219 vehículos por hora (entre coches, motos y bicis), mientras que por la segunda transitan 65 por hora. «San Nicolás tiene suficiente capacidad para absorber el tráfico de Riquelme», concluye el informe de la empresa municipal.
En los próximos días se llevará a cabo la modificación de la señalización existente, tanto horizontal como vertical, y se establecerán avisos de calzada de tráfico compartido entre bicicletas y vehículos.
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