El Puente Viejo de Murcia vuelve a estar abierto a los coches mientras siguen las obras

Con las obras de movilidad aún en marcha en la avenida Canalejas y en la alameda de Colón, para instalar los carriles bus y bici segregados, el Puente Viejo de Murcia vuelve a estar abierto al tráfico privado desde este viernes por la tarde. Una decisión ya anunciada por el alcalde, José Ballesta, tras la primera reunión que mantuvo con colectivos del barrio del Carmen contrarios al plan de movilidad del anterior ejecutivo, en la primera semana de la constitución de la actual Corporación. Entonces se dio un plazo de quince días y este viernes, «día arriba, día abajo», se ejecutó la orden.

Los coches comenzaron a atravesar el viaducto a primera hora de la tarde, tras los trabajos preparatorios y labores de adecuación del entorno «para asegurar el tránsito ordenado de los vehículos, que realizaron los operarios previamente», explicaron fuentes municipales.

Desde el Ayuntamiento también se informó de que «con la intención de que la reapertura al tráfico se ejecute de forma paulatina y ordenada», sin generar atascos al final del puente, el transporte público mantendrá durante los próximos días el mismo itinerario que tiene actualmente. Es decir, que no cruzará el puente y entrará al barrio del Carmen por la pasarela Miguel Caballero, que sigue con doble sentido de circulación.

Asimismo, y pese a que la vicealcaldesa y concejala de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez, indicó por la mañana que se iba a abrir un solo carril, finalmente se ha decidido que se pueda circular por los dos. Eso sí, casi al final del puente, confluyen en un único carril, que cruza la avenida Canalejas hasta la calle Proclamación, desde la que se accede al barrio. En esta calle, por tanto, seguirá encontrándose la mayoría del tráfico hacia El Carmen.

Pérez señaló que esta decisión no conlleva, por ahora, la apertura de la alameda de Colón, aún en obras y continuación natural hacia el centro del Carmen y hacia la calle Floridablanca.

Paralelas a los preparativos, responsables del Servicio de Tráfico y la Policía Local mantuvieron reuniones «para arbitrar la mejor fórmula para la apertura del puente». Fruto de estas se decidió repintar en Gran Vía la señalización que indica que el tráfico podrá circular por el Puente Viejo o de los Peligros; y también se ha habilitado el giro a la derecha para el acceso al mismo desde el Plano de San Francisco.

El ejecutivo local alega que tanto la dirección de obra como los técnicos municipales han dado el visto bueno a esta decisión, y que los integrantes del Comité de Expertos en Movilidad, «apreciaron que la apertura al tráfico del Puente Viejo otorgaría mayor fluidez a la circulación en la zona, rebajando los atascos y las emisiones contaminantes».

Como era de esperar, tras conocerse la noticia las reacciones entre los partidarios y detractores no se hicieron esperar. Mientras que en un bando la aplaudieron, en el otro la rechazaron y advirtieron que seguirían con las movilizaciones en contra.

El portavoz del Grupo Municipal Vox, Luis Gestoso, se mostró satisfecho, defendiendo que el gobierno municipal lo había hecho «tras semanas de denunciar los reiterados incumplimientos de Ballesta a su palabra». Sin embargo, indicó que «es insuficiente» y apeló a la paralización y reversión de todo el plan de movilidad en ejecución.

En la otra bancada, el portavoz socialista, Enrique Lorca, mostró su preocupación y advirtió de que «hacer modificaciones sustanciales» al plan, que está financiado por Europa, puede provocar la pérdida de estos fondos. Recordó que el objetivo era reducir de 12.000 a 600 vehículos diarios el paso por esta infraestructura «que es Bien de Interés Cultural (BIC) y que necesita una remodelación importante».

Tanto Lorca como la Asociación MurciaLab, que convocará su cuarta protesta el próximo jueves contra la reapertura, destacaron que esta decisión supone un problema de salud «para quienes viven en el barrio más contaminado» de la ciudad; además de ser contraria «a las directrices europeas». En MurciaLab insistieron en «la peligrosidad que supone para trabajadores y viandantes la apertura del Puente Viejo estando Canalejas en obras».

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