La almunia real de Monteagudo revela su porte
La última campaña de excavaciones permite a los arqueólogos esbozar cómo era el complejo palaciego del Rey Lobo en Murcia
Dos albercas –una de ellas de grandes dimensiones y decorada con una cenefa–, un jardín de crucero, salones para recepciones y estancias reservadas a la ... familia real y a sus invitados. La última campaña de excavaciones en la almunia de recreo de Ibn Mardanis, conocido por las fuentes cristianas como el Rey Lobo, ha permitido a los arqueólogos, liderados por Julio Navarro, de la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, avanzar en la reconstrucción de la imagen que se tenía de este conjunto áulico del siglo XII, enclavado en el llano al pie del Castillejo (Monteagudo).
Uno de los principales hallazgos supone un cambio sustancial en la idea que se tenía hasta ahora de la planta del palacio. Así, lo que se pensaba que era un patio de crucero ajardinado (al estilo del que había en el alcázar menor, lo que ahora es el convento de Santa Clara, y en el Castillejo) se trataba en realidad de una gran alberca, con capacidad para 840 metros cúbicos, según los resultados de un sondeo arqueológico realizado la semana pasada. Dicho depósito no solo sirvió para abastecer de agua a la finca sino que también tenía una función ornamental, ya que la parte superior de los muros estaba decorada con motivos de lacería pintados a la almagra.
El descubrimiento ha llamado la atención de los investigadores, aunque Julio Navarro matiza que la alberca-patio formando parte de complejos áulicos «es una solución frecuente en los contextos palatinos a lo largo de la historia de la arquitectura islámica». Y recuerda que así se ha constatado en ejemplos señeros descubiertos en Irak, Túnez y Argelia, además de en la almunia de al-Rummaniyya (Córdoba) o en la alcazaba de Almería, entre otros yacimientos andalusíes.
Tres fases constructivas
Navarro y el arquitecto Félix Arnold, director científico del Instituto Arqueológico Alemán en Madrid, que también participa en la investigación, sostienen que entre ambos estanques se situaba un espacio protocolario destinados a agasajar a invitados y a impresionar a las embajadas que eran recibidas en el gran jardín de crucero. En este sentido, otro de los hallazgos se refiere a la arquería del pórtico del pabellón que se abría a la alberca más pequeña. Aunque solo se ha podido excavar su cimentación, ya que no queda nada del alzado, los investigadores han podido constatar tres fases constructivas, relacionadas en buena medida con la destrucción y reedificación de la almunia.
Un sondeo saca a la luz una gran alberca, con los bordes decorados, en lo que se pensaba que era un patio ajardinado
Según la propuesta de reconstrucción que sugieren Arnold y Navarro, tras estudiar los restos de estructuras hallados, la primera fase, con tres arcos, responde a un modelo de tradición almorávide; la segunda muestra un vano central flanqueado por arcos dobles (bíforas) de influencia almohade y la última presenta tres arcos de menor altura que los anteriores. «Estas fases reflejan la adaptación del diseño a distintas modas a lo largo del tiempo», indica el experto del CSIC. La campaña también ha permitido identificar los restos de otro andén que apuntan a la existencia de un jardín inmediato al palacio por sus lados que formaba parte del gran jardín de crucero aunque separado por una tapia, por lo que su uso se reservaba a la familia real.
El conjunto del Castillejo representa un buen ejemplo de la arquitectura de prestigio que el Rey Lobo practicó para dejar constancia de su autoridad y del dominio de su territorio. «Era la joya de la corona. Por eso, sus enemigos, los almohades, mostraron tanto interés en arrasarla, dos veces». Por los estudios estatigráficos, las técnicas y materiales constructivos y el diseño, Navarro fija hacia el año 1150 la fecha de construcción tanto del palacio fortificado del Castillejo como del pabellón del llano, y su destrucción durante el primer asalto almohade a la finca en 1165. El baluarte del cerro «parece que nunca se restauró, mientras que los edificios del llano fueron rehechos y en algún caso ampliados». La destrucción definitiva del área palatina del llano debió producirse durante la segunda razia almohade, en 1171.
El yacimiento se habilitará para recibir visitantes
La próxima campaña de estudio de la almunia real de Monteagudo, en 2024 aunque todavía no hay fecha concreta, se centrará en la parcela donde los investigadores creen que hubo unos jardines privados, reservados para la familia de Ibn Mardanis. Además de avanzar en las excavaciones, el equipo liderado por Navarro pretende habilitar una zona para la recepción de visitantes, con el fin de enseñar a los ciudadanos el resultado de los trabajos que se han llevando a cabo hasta ahora. En el recinto se montarán paneles con recreaciones 3D tanto de las diferentes estancias como de la finca en general.
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