Los actos vandálicos cuestan al Ayuntamiento de Murcia 30.000 euros al año en reposición de señales
Una campaña municipal concienciará de los daños materiales y accidentes que pueden provocar acciones incívicas
Las señales de tráfico, junto con los contenedores y los espejos retrovisores de los coches, figuran entre los objetivos favoritos de los actos vandálicos. Después de una noche de 'botelleo' o de discusiones pandilleras, parte de la 'diversión' para algunos es emprenderla a patadas hasta doblar las señales o bien rociarlas con spray. Sin pensar, por supuesto, que esas acciones no solo suponen un gasto para el Ayuntamiento de Murcia –en torno a 30.000 euros al año–, que pagan los contribuyentes, sino que incluso pueden poner en riesgo la vida de peatones o conductores, al eliminar los elementos colocados en los viales para la seguridad de todos. En otras ocasiones son los conductores, por culpa de la velocidad o la ingesta del alcohol, quienes hacen sucumbir alguna señal de tráfico, ya sea en el trayecto o al intentar aparcar con poco tino.
La Concejalía de Movilidad Sostenible y Juventud, que dirige Rebeca Pérez, ha iniciado una campaña para combatir las pintadas, roturas y demás actos vandálicos en las señales de la vía pública. En la campaña, bajo el nombre 'Stop, evitemos daños irreparables', aparecen distintas frases como 'Destrozar una señal de tráfico puede destrozar vidas' o 'Romper un espejo puede romper vidas'.
Con esta acción, el Ayuntamiento busca concienciar sobre la importancia de las señales de tráfico en la seguridad vial con el fin de que disminuya el vandalismo producido en indicadores, letreros, espejos y rótulos.
Esta iniciativa pretende, además de evitar accidentes, reducir el presupuesto que se invierte en la reparación, repintado y renovación de las distintas señales de tráfico. Como dato a destacar, del total de actuaciones de mantenimiento que se realizan, entre un 9% y un 12% son debidas a actos vandálicos. Este tipo de incidencias se originan por pintadas en señales verticales, y pegatinas adheridas a las mismas, que hacen que la señal pierda su funcionalidad de indicar, regular y ordenar el tráfico, o bien se deben a distintos tipos de accidentes de circulación, que inclinan o derriban postes, principalmente, con lo que en cualquier caso se interfiere en la seguridad de la vía.
De las actuaciones de mantenimiento en la vía pública, entre un 9% y un 12% son debidas a actos vandálicos
Por ejemplo, cambiar una señal y su poste de aluminio estriado y lacado asciende a unos 185 euros; un espejo con su poste, unos 140 euros; y un hito de PVC H-175, unos 50 euros.
Cada año, el Ayuntamiento invierte alrededor de 30.000 euros en la reparación o reposición de señales, postes, elementos de sujeción y otros deteriorados por vandalismo.
Este es un gasto añadido al presupuesto del servicio de mantenimiento, conservación y nueva instalación de señalización horizontal y vertical en el término municipal de Murcia, que tiene una dotación de 739.800 euros anuales. Así, se realizan distintas tareas de colocación, reposición, mantenimiento y conservación del material de balizamiento y señalización horizontal y vertical, necesario tanto para acometer aquellas nuevas actuaciones y reordenaciones de nueva implantación en las vías urbanas de todo el término municipal, como para el correcto mantenimiento de dichos elementos, que debido a múltiples factores, actos vandálicos, accidentes y otros, es preciso sustituir o reparar a diario.
Cambiar una señal de tráfico y su poste de aluminio cuesta 185 euros; y un espejo, en torno a 140 euros
Según datos facilitados por el Ayuntamiento, se estima que en el municipio hay un total de 325.450 entre señales verticales circulares, cuadradas, triangulares y paneles direccionales. Del total, 297.015 están en zona urbana y el resto en pedanías. Solamente en los últimos 3 años se han colocado casi 5.000 nuevas unidades.
En los cinco primeros meses de 2020 se han destinado más de 12.000 euros a reposiciones y arreglos por actos vandálicos. Pese a que entre marzo y mayo ha habido menos movilidad por el estado de alarma, aun así el gasto ha sido de entre 1.100 y 1.600 euros al mes.
«Además de ahorrar en costes, queremos evitar accidentes»
Con la campaña, que constará de cartelería y cuñas publicitarias, la concejal de Movilidad Sostenible, Rebeca Pérez, indica que «lo que pretendemos fundamentalmente es evitar accidentes, además de ahorrar en costes de reparación de estos elementos. Una señal pintada, inclinada, caída o rota puede provocar confusión y desencadenar un accidente». Por este motivo, desde la Concejalía se ha diseñado una campaña con mensajes muy directos, que más que incidir en el gasto que supone reponer o reparar las señales de tráfico rotas, doblada o pintadas, se dirige a realizar una llamada de advertencia a toda la ciudadanía, con el ánimo de llegar también a los autores de los destrozos en el mobiliario urbano y en las señales. Uno de los mensajes directos es este: «Porque romper un espejo vial puede romper vidas». Cada día, el Ayuntamiento se ve obligado a reponer espejos y señales. La campaña invita a los vecinos a informar al servicio del 010 cuando advierta cualquier desperfecto, «porque pone en peligro tu seguridad y la de todos». La edil pone como ejemplo el caso de un espejo en la calle Simón García. «Después de cambiarlo sucesivas veces porque amanecía roto, pusimos uno de otro material acrílico, que es irrompible. Pese a ello, a los pocos días amaneció doblado porque aunque no pudieron romper el cristal, se colgaron de él solo para dañarlo y, de paso, dejarlo inservible para su uso».
