La Academia de Medicina denuncia el riesgo sanitario en su sede de Murcia por las palomas

La Real Academia de Alfonso X el Sabio (RAAX) suscribe la denuncia y expresa su malestar. Avisa de que con este panorama «no es posible recibir a nadie» en las dependencias. Algún académico incluso se está planteando dejar de acudir a la sede hasta que no se resuelva el problema, «que ya no es tan solo estético, sino que ha avanzado a higiénico y sanitario», advierte Santiago Delgado, secretario de la RAAX. Desde la Academia de Medicina recuerdan que en las dependencias se celebran todas las semanas conferencias, presentaciones de libros y mesas redondas, «con el consiguiente deterioro y mala imagen que estamos proyectando».

El escrito lleva fecha del 23 de febrero, pero la situación se arrastra desde el pasado verano, según apunta la denuncia. En el Ayuntamiento de Murcia afirman que ya están tomando medidas. Este lunes se desplazó el alcalde José Ballesta, también académico de Medicina, a la sede para interesarse por la situación. Un portavoz del Consistorio explica a LA VERDAD que el Servicio Municipal de Salud «está llevando a cabo labores de limpieza y desinfección en la zona». Estas tareas se realizan «cada dos días», aclara. Las brigadas también están estudiando cómo capturar las molestas aves y habilitar una solución para impedir que vuelvan a anidar. No obstante, algunos académicos muestran su desesperación ante la tardanza en dar una solución definitiva.

Las sedes de ambas academias ocupan unas dependencias en el mismo edificio que alberga el Museo Arqueológico de Murcia, pero con entrada por la fachada trasera. Desde hace más de un año, toda la cornisa del inmueble, en pleno centro de la ciudad, se encuentra tapada con una malla protectora para evitar desprendimientos de la cubierta. La Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del Ministerio de Cultura, encargada de las obras de reparación, prevé iniciar los trabajos en el segundo semestre del año. Un portavoz de la Delegación del Gobierno aclara que el problema del anidamiento de palomas «no tiene nada que ver» con esa malla protectora, y sitúa su origen en el hueco del ascensor.