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Vista del pasillo central del jardín. Al fondo, la fachada de la arciprestal del Carmen.
Convierten en BIC el primer jardín público que se abrió en España

Convierten en BIC el primer jardín público que se abrió en España

El histórico entorno de Floridablanca, en el barrio del Carmen, atesora valiosas esculturas de murcianos célebres

Antonio Botías

Jueves, 27 de abril 2017, 00:58

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La auténtica noticia para muchos defensores del patrimonio histórico no estuvo ayer en que el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma convirtiera este espacio verde en Bien de Interés Cultural (BIC), sino en que todavía no se hubiera protegido con esta catalogación el que esta considerado por algunos expertos como el primer jardín público que se construyó en España.

El origen del jardín se pierde en el siglo XVIII, cuando el corregidor Juan Pablo de Salvador decidió ampliarlo, allá por 1786, con la plantación de más árboles. El papel relevante del jardín en el paisaje urbano de la ciudad es más que evidente desde la ordenación de la antigua alameda en el siglo XVIII, con las nuevas inquietudes urbanísticas derivadas de la Ilustración como elemento articulador de las principales vías de entrada y salida en la ciudad.

El siglo XIX representó una importante transformación urbana y el camino de salida hacia Cartagena se convirtió en la prolongación de la ciudad, quedando la zona enmarcada entre la plaza de Camachos y la iglesia del Carmen.

El jardín, como espacio principal durante tres siglos, acoge monumentos como el de Floridablanca, de Santiago Baglietto (1848); el del poeta Jara Carrillo y el de José Selgas, realizados por José Planes en 1933; y el busto al escultor Antonio Garrigós, obra de José Molera (1984). Además, allí se conserva como uno de los accesos la antigua puerta del matadero proyectado por Jaime Bort en 1748.

Junto a estos elementos urbanísticos, arquitectónicos y escultóricos, destaca el gran atractivo botánico y paisajístico del parque, con ejemplares singulares de distintas especies de árboles. Este conjunto, unido a su relevancia de encuentro y celebración y uso tradicional en fiestas populares, hacía necesario que se garantizara la declaración del jardín como BIC, siendo su delimitación el murete y la verja de cerramiento que sostiene.

Tres años de proceso

El proceso para la declaración de BIC comenzó en junio de 2014, tras la petición de la Asociación para la Conservación de la Huerta de Murcia (Huermur), desde donde aplaudieron ayer la medida, si bien apuntaron que «se ha producido in extremis, a pocas semanas de agotarse el plazo legal para completar el expediente administrativo».

El expediente ha contado con informes favorables de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de La Arrixaca, la Real Academia Alfonso X el Sabio y la Universidad de Murcia, que han destacado la especial significación del bien y la necesidad de protegerlo.

El concejal de Calidad Urbana, José Guillén, celebró ayer la catalogación y advirtió de que se trata de una «gran noticia que ayudará a velar por su cuidado y refuerza la apuesta del Ayuntamiento por los espacios verdes del municipio».

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