La Oficina del Grafiti recibe cada mes 20 peticiones para eliminar pintadas

La Oficina del Grafiti del Ayuntamiento recibe una media de 20 peticiones mensuales de comunidades de vecinos y organismos públicos para la limpieza de pintadas. El año pasado el Consistorio registró 236 solicitudes -en los dos primeros meses de 2017 ya van 46- y fueron atendidas el 80%; del resto, un 15% están en proceso de ejecución y un 3,4% fueron denegadas por no cumplir las condiciones. El concejal de Fomento, Roque Ortiz, aseguró ayer que está dando resultados la política de «formación, información y sartenazo» y señaló que durante 2016 se limpió de pintadas vandálicas una superficie de 3.000 metros cuadrados, siendo necesarios 220.000 litros de agua no potable, 1.800 kilos de decapante y 500 kilos de pintura para reparar desperfectos. En su balance del primer año de la Oficina, Ortiz destacó la promoción de buenos hábitos con campañas en institutos y centros juveniles con el fin de sensibilizar a los estudiantes y advertirles de los riesgos de ser multados -entre 30 y 150 euros-.

La mayoría de garabatos que se han eliminado estaban en espacios privados, un 56%, y el resto (44%) estaban ensuciando espacios públicos (centros culturales, instalaciones deportivas, bibliotecas, colegios, institutos y mobiliario urbano en vía pública). Desde la Oficina del Grafiti, cuyo coordinador municipal es Clemente García Martínez, exalcalde pedáneo de San Pío, «la meca del grafiti», se da asesoramiento a los vecinos y colectivos interesados en cómo eliminar las pintadas, y se han organizado talleres y actividades para formar a los más pequeños en la cultura del respeto.

El grafiti es arte urbano, incide Ortiz, pero no lo es el garabato que mancha fachadas y monumentos.

El Consistorio ha editado, con la colaboración de la concesionaria del servicio de limpieza urbana (Ferrovial Servicios), una publicación que recoge las actuaciones realizadas en la campaña '12 meses, 12 muros', editando 10.000 ejemplares que serán repartidos en colegios, institutos, centros juveniles, hoteles y oficinas de turismo. El concejal indicó que la creación de este departamento orientado a librar Murcia de las pintadas que afean zonas de interés es «referente nacional» y puso de manifiesto que otros ayuntamientos se han interesado por copiar la iniciativa.

Crear empleo y «tendencia»

De hecho, destacó como hecho significativo que se haya creado «tendencia», ya que muchas comunidades de vecinos y negocios se han animado a decorar sus bajos y persianas, lo que ha dado lugar a que se estimule el empleo en este segmento profesional. Para 2017 se espera que el Ayuntamiento genere nuevos espacios para que los artistas del espray puedan ejercer libremente su actividad, sin desvelar dónde se ubicarán. El objetivo de la Oficina del Grafiti es que la imagen de Murcia sea «la mejor posible de cara al turismo», de ahí que se haya actuado en entornos como la Catedral, zonas próximas a hoteles y en muros de instalaciones municipales, así como en acontecimientos como el SOS 4.8.