Una ciudad amiga de la infancia, pero con deberes
El Ayuntamiento tramita con Unicef el sello que le permitirá unirse a la red de municipios que aplican la Convención sobre los Derechos de los Niños
Manuel Madrid
Lunes, 5 de septiembre 2016, 12:13
El Pleno del Ayuntamiento ratificó en junio la adhesión de Murcia a la Red de Ciudades Amigas de la Infancia de Unicef, a la que pertenecen municipios de todo el mundo, que aplican en sus políticas y normas los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño, y desarrollan estrategias y medidas para procurar el bienestar de niños, niñas y adolescentes. En esta línea, el Consistorio lleva a cabo desde 2012 un programa específico de atención a la infancia y adolescencia para que prevalezcan esos principios, favoreciendo la sensibilización en todos los servicios y la participación en redes locales. Una de las últimas medidas ha sido la creación de una Mesa de Participación, donde van a tener voz los más pequeños del municipio, para ayudar a los adultos a definir cómo es la Murcia que quieren.
El Consistorio ha elaborado un informe, que ha hecho llegar a Unicef España a través de su delegación en Murcia, en el que se recogen todas las iniciativas que lleva a cabo la Administración municipal pensadas y dirigidas a niños y adolescentes, incluyendo todos los recursos que pone a disposición de los padres. El documento puede consultarse en el apartado de novedades de la web municipal (www.murcia.es). Aparecen desde actividades para el fomento de la lectura, a través de las secciones infantiles en las bibliotecas públicas y sus programaciones culturales (cuentacuentos, recitales, títeres y teatro infantil, talleres de juegos de mesa, de ajedrez, manualidades, de ilustración y visitas guiadas dirigidas a los centros de enseñanza), a los servicios de promoción de hábitos saludables y prevención de drogadicciones, la oferta educativa extraescolar (a través de la iniciativa 'La ciudad también enseña'), los programas de rescate educativo y formativo de la Concejalía de Empleo, las actividades de los teatros y museos y sus ofertas de talleres, los festivales y cursos en centros culturales, las escuelas deportivas, los programas de vacunación, las escuelas de verano y las actividades en fechas señaladas del calendario, entre un amplio listado.
La Concejalía de Derechos Sociales, que ha coordinado este trabajo, cita igualmente los intercambios, estancias lingüísticas en el extranjero y los campamentos; las acciones de sensibilización y educación ambiental, por ejemplo en el respeto a la naturaleza y el reciclaje de residuos; los concursos y certámenes, entre ellos los de educación vial; los centros juveniles y clubes de idiomas, y los proyectos de cooperación al desarrollo.
Desfases educativos
Murcia cuenta con programas especiales dirigidos a proteger a la infancia más vulnerable, y los datos de intervenciones realizadas en el municipio en 2015 ponen de manifiesto que hay una abultada bolsa de menores con necesidades especiales. Las unidades de trabajo social del Ayuntamiento realizaron actuaciones con 5.245 menores (2.478 niñas y 2.722 niños) y 3.112 familias con pequeños a su cargo recibieron ayudas económicas del Ayuntamiento en concepto de manutención, que alcanzaron los 2,2 millones de euros.
El servicio de atención educativa del Ayuntamiento atendió 20.000 demandas, la mayoría ayudas de apoyo a la escolaridad (el 48,24%), pero también de tiempo libre, comedor escolar, retraso escolar, formación y desatención familiar. Desde los servicios municipales, bajo la coordinación de la edil Conchita Ruiz, se intervino en 185 casos de absentismo escolar, 43 en Primaria y 142 en Secundaria, que en su mayoría fueron informados por colegios de Infantil y Primaria, y por centros de Secundaria. De ellos, 90 niños y 95 niñas.
Desprotección familiar
El Ayuntamiento cuenta con tres equipos formados por profesionales de distintas disciplinas que prestan atención en diferentes zonas de actuación de los centros municipales de servicios sociales, e intervienen, según expone el informe municipal de Infancia 2015, en casos de desprotección infantil con riesgo moderado tendente a grave, mientras que, desde las zonas educativas, se trabajan los casos de desprotección infantil de riesgo leve. El objetivo para atender estas situaciones es promover procesos de desarrollo personal, familiar y social que procuren un bienestar integral a la familia y estimule las condiciones para que esta adquiera la autonomía necesaria. En 2015, se identificaron 383 familias con 1.398 menores (732 niñas y 666 niños) en situación de desprotección leve, sobre los que los servicios municipales tienen una especial atención para evitar que sus situaciones evolucionen de forma desfavorable. Unas 70 familias murcianas con 172 menores a su cargo se encuentran en situación de desprotección moderada tendente a grave, con las que se desarrollan proyectos de intervención familiar.
Las ayudas de apoyo a la escolaridad comprenden actuaciones destinadas a facilitar la integración en el sistema educativo y en el proceso escolar de menores que, por diferentes situaciones, acaban en situaciones desfavorecidas. Para estos alumnos en desventaja del segundo ciclo de ESO, en colaboración con la Consejería de Educación, están dirigidas las aulas ocupacionales. Por lo general alumnos, que acumulan desfase curricular significativo en la mayoría de áreas, que valoran negativamente el marco escolar y presentan dificultades de adaptación al mismo, o están inmersos en un proceso de escolarización tardía o muy irregular. Hay dos aulas de este tipo: en El Palmar y Espinardo, donde han participado 14 adolescentes, en El Palmar, y 29 en Espinardo. Las aulas matinales, un servicio ubicado en barrios de atención preferente, como el Espíritu Santo, donde se lleva a cabo el proyecto europeo Urban, tratan de dar respuesta a la demanda creada por exigencias laborales de los padres, en muchos casos vendedores ambulantes, de 7.30 a 9 horas. En este caso, han participado 56 niños. En cuanto al apoyo y refuerzo escolar, el objetivo es evitar el fracaso y abandono escolar. La Concejalía desarrolla diversos programas de refuerzo escolar y apoyo, en unos casos, con personal contratado y, en otros, con voluntarios de la UMU, y en coordinación con centros educativos. En estas actividades de apoyo al aprendizaje, con profesionales contratados, participaron 434 menores.
Motivar para el aprendizaje
Casi 6.200 niños y adolescentes participaron en 2015 en actividades de tiempo libre y en fechas significativas por su valor solidario, social o cultural, como el Día Internacional de la Paz, el Día del Libro, la Semana de Encuentros Interculturales, actividades en vacaciones y excursiones, y 908 en proyectos de inserción socio-educativa con jóvenes, como talleres, charlas y dinámicas de trabajo personal en barrios desfavorecidos, en los que se trata de apoyar el desarrollo personal, los procesos de socialización, la motivación para el aprendizaje y la normalización en adolescentes que, por diferentes motivos, se hallan en situación de riesgo.
En este sentido, según expone el equipo de Infancia de la Concejalía de Derechos Sociales, se realizan acciones para la inserción educativa y sociolaboral en coordinación con otros recursos educativos y de acceso al mundo laboral, y otras actividades dirigidas a madres y padres para fomentar la participación y su implicación en las actividades educativas y de tiempo libre, y en la prevención del abandono escolar, especialmente entre el colectivo gitano, incluyendo la figura del mediador en ciertos barrios.
Hay otros proyectos que se desarrollan con voluntarios, y se organizan campañas de sensibilización, concursos y ferias en las que han participado 1.596 niños. Por el proyecto 'Voluntariado para la exclusión social' han pasado 151 niños en situación de vulnerabilidad social, mientras que en el proyecto piloto Red Social de acción socioeducativa, en colaboración con La Caixa, se han involucrado 202 menores en situación vulnerable por la pobreza en su entorno. En la formación han participado 192 familias. La prevención preferentemente se hace en el ámbito de la mujer, pues sobre ellas recaen aún gran parte de las tareas educativas y de la crianza, sobre todo en sectores desfavorecidos por factores sociales, culturales o inmigración. En estos casos, se les proporcionan competencias para el cuidado y la crianza de sus hijos, y en áreas como la educación, psicología, autoestima y habilidades sociales, salud, higiene y alimentación, recursos sociales y para el empleo, ocio, cultura y participación social.
Entre los desafíos, Murcia tiene por delante deberes: corregir las desigualdades, la creación de nuevas plazas en escuelas infantiles, acabar con las situaciones de absentismo, reducir los altos índices de obesidad y colocar a los niños y adolescentes murcianos entre los mejor formados.