Un vecino deja alimentos en la nevera, ayer.

Nevera solidaria y sin papeles

El impulsor del proyecto se enfrenta a una multa de 1.600 euros por ocupación de la vía pública; la licencia está en trámite desde junio

JOSEFINA MECA

Sábado, 9 de enero 2016, 00:31

La solidaridad de los vecinos del barrio de San Juan se ha topado de bruces contra la burocracia. La nevera solidaria, ubicada en la calle de la Gloria, junto a la plaza de la Cruz Roja, ha cumplido seis meses con la incertidumbre de su promotor sobre si podrá seguir en marcha. Juan Miguel Varea, impulsor de la iniciativa, está a la espera de la resolución de la solicitud de licencia de ocupación de vía pública, presentada el 15 de junio. Al día siguiente se inauguró la nevera, con una gran acogida de los vecinos, que aportan diariamente alimentos, que después son retirados por personas necesitadas de manera anónima. Pero el día 24, la Policía Local impuso una sanción al responsable por carecer del preceptivo permiso. Varea, que presentó un recurso, se enfrenta a una multa de 1.600 euros por ocupación de la vía pública.

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Salvaguardar la salud pública

El concejal de Calidad Urbana, José Guillén, explicó ayer a 'La Verdad' que la solicitud de licencia «se está tramitando, a la espera de un informe que se ha pedido al servicio municipal de Consumo». Guillén consideró que «la idea es muy buena pero hay que mantener unas condiciones higiénico-sanitarias para salvaguardar la salud pública». Hasta la fecha no se ha registrado ningún problema en este sentido, pues los alimentos se depositan envasados. La continuidad de la nevera solidaria depende del resultado del estudio de Consumo, que puede establecer determinados requisitos, a cumplir por el responsable del proyecto, que determinarán la aprobación de la licencia. Si finalmente se otorga el permiso, el recurso de la sanción, se resolverá, previsiblemente, en favor del interesado.

«Diariamente recibo peticiones de información y propuestas de gente que quiere montar una nevera solidaria, pero les digo que esperen a saber qué pasará con la licencia», comenta Varea. Miguel Ángel Noguera, pedáneo de Corvera, es uno de los interesados en el proyecto: «Nos gustaría ponerla en el centro municipal y que funcionara al menos un día a la semana». Sobre la posibilidad de colocar la nevera solidaria de la calle de la Gloria en un local, Varea se muestra reticente y aduce que «una de las virtudes es que es totalmente anónima. Mucha gente dejaría de hacer uso de ella si tuviera que entrar a un sitio cerrado».

Particulares de Cartagena y Lorca también han mostrado su disposición a importar el modelo.

Varea hace un balance «muy positivo» de los primeros seis meses de vida del proyecto y resalta la colaboración diaria de los vecinos. Y repara en el carácter educativo: «Vino un grupo de estudiantes de Los Garres y debatieron con su profesora sobre las acciones solidarias».

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