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En primer término, restos del palacio del Rey Lobo; al fondo, el Castillo de Monteagudo.
Un proyecto del CSIC apuesta por poner en valor el palacio del Rey Lobo

Un proyecto del CSIC apuesta por poner en valor el palacio del Rey Lobo

La intervención, pendiente de una ayuda de la UE, abarcaría la residencia del siglo XII y los espacios de cultivo de la antigua almunia

Miguel Rubio

Lunes, 1 de junio 2015, 12:07

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Viendo los muros de tapial semiderruidos que hoy quedan en pie, resulta difícil imaginar cómo serían aquellas lujosas estancias cortesanas, envueltas, como el mejor regalo, en un vergel. El Castillejo de Monteagudo, del siglo XII, no solo fue una residencia de descanso y placer para Ibn Mardanis, conocido por las fuentes cristianas como el Rey Lobo, el más importante de los reyes de la Murcia musulmana. En una combinación perfecta, al palacio se le unía una extensa explotación agrícola, todo bajo la denominación de almunia. Como ejemplo de esa sincronía, Julio Navarro, especialista en arqueología islámica, explica que el albercón que almacenaba agua para abastecer a los cultivos en épocas de sequía también servía como escenario para espectáculos de naumaquia.

Navarro, arqueólogo del Ayuntamiento de Murcia hasta que en 2001 ganó una plaza en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lidera un proyecto que aspira no solo a recuperar y revalorizar este yacimiento islámico (además se incluirían las almunias aledañas, aunque menos conocidas, de Larache y Cabezo de Torres), sino que también pretende servir de motor para revitalizar el paisaje huertano, con sus cultivos y su historia, con el fin de que continúe sirviendo de pulmón verde para la ciudad.

La iniciativa impulsada por este organismo científico, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, pretende recabar ayuda de la Unión Europea (UE), acogiéndose a un programa puesto en marcha para transmitir el patrimonio cultural europeo. El próximo día 28 se cierra el plazo para solicitar estos fondos, que reparten 17,5 millones de euros. No será hasta principios del próximo año cuando se conozca si el proyecto de las almunias ha sido seleccionado.

De recibir luz verde, los expertos contarían con una inyección económica de 2,5 millones para los trabajos. Sin embargo, esa cantidad no sería solo para los citados yacimientos arqueológicos de Monteagudo. En el proyecto figuran otras cinco zonas de intervención en España (Granada y Córdoba), Italia (Palermo), Portugal (Silves-Portimâo) y Marruecos (Marrakech). Pesa a la distancia y a un contexto sociológico diferente, en todos estos lugares se desarrolla el mismo modelo de palacio-huerto.

«Solo es un primer paso»

Si llega la financiación de la UE, el proyecto supondrá un espaldarazo para rescatar el pasado islámico de Murcia, que tiene en el conjunto residencial y defensivo de Monteagudo su mejor exponente. Con todo, Navarro advierte sobre las posibles expectativas que pueda levantar esta iniciativa. «Solo es un primer paso para seguir andando», matiza, en alusión a que deben ser las Administraciones las que se pongan manos a la obra para la recuperación del conjunto de Monteagudo, que duerme el sueño de los justos.

Según explica el experto, las actuaciones abarcarían una exploración arqueológica para intentar fijar la extensión que tenía el complejo del Castillejo, además de los elementos que lo componían. Hoy se sabe que debió de ser un conjunto palaciego, al estilo de las cortes islámicas de la época, que funcionaba como un recinto exclusivo, aunque también disponía de una extensa superficie cultivada y bellos jardines. Si ha visitado el Generalife, en Granada, ya puede hacerse una idea de lo que hubo.

La intervención no solo se centraría en la arquitectura, con la ayuda de arqueólogos, historiadores y arabistas. El equipo multidisciplinar que trabajaría en el proyecto (que propone un total de catorce intervenciones) también estaría formado por botánicos, edafólogos, geógrafos, paisajistas y zoólogos, ya que uno de los apartados de la investigación se centra en el estudio de la biodiversidad de aquellas huertas.

Así, entre las medidas destaca una acción piloto para recuperar vegetales de época medieval con la colaboración de jardines botánicos especializados. «La huerta de Murcia no se podría entender sin este fenómeno», explica Navarro en referencia a la importancia que tuvieron las almunias en el territorio que hoy rodea la ciudad. De hecho una de las acequias principales, la de Aljufía, se construyó para abastecer a uno de estos complejos palaciegos y agrícolas, el Alcázar Menor de Murcia, parcialmente conservado dentro del monasterio de Santa Clara la Real.

La investigación dedica un apartado a la red hidráulica de la huerta y a la vegetación asociada a ella, y advierte de su degradación, no solo en Murcia, también en Granada y Marrakech. Estas infraestructuras «no han sido protegidas mediante las mismas normativas que afectan a los edificios residenciales debido a que se ignoraba que formaban parte de una misma realidad histórica y geográfica», se señala en la documentación remitida a las autoridades europeas. Entre las acciones, el 'dossier' cita la «recuperación de las ruinas de dos molinos situados sobre la Aljufía».

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